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Las vacaciones son el momento ideal para disfrutar en familia, y cada vez más personas optan por llevar a sus mascotas, como perros y gatos, en sus viajes. Sin embargo, antes de embarcarse en una aventura con su animal de compañía, es crucial considerar todos los aspectos que implican viajar con ellos. Desde la preparación previa, pasando por la logística del viaje, hasta cómo garantizar su bienestar físico y emocional durante el trayecto, todo debe ser planificado cuidadosamente.
Preparación previa para viajes con mascotas
“Antes de emprender un viaje de larga duración con una mascota, es fundamental realizar una evaluación integral que garantice tanto su bienestar como una experiencia positiva para todos los involucrados. Este proceso debe iniciarse con suficiente anticipación e incluir tanto aspectos veterinarios como logísticos”, señala Tatiana Daza, médica veterinaria de VET INDOOR.
El primer paso, entonces, consiste en verificar que el animal se encuentre en óptimas condiciones de salud. Un examen físico completo permite detectar afecciones subyacentes, como enfermedades cardíacas, respiratorias o articulares, que podrían agravarse durante el trayecto. Esta revisión es especialmente relevante en animales de edad avanzada o en razas braquicefálicas, que suelen ser más sensibles a los cambios bruscos de temperatura, humedad o presión.
A esta evaluación se suma una revisión del sistema digestivo e inmunológico, aspecto que destaca Angélica Ruales, médica veterinaria integrativa y especialista en medicina interna. “Los perros o gatos con intestinos sensibles o defensas bajas son más propensos a sufrir alteraciones durante el viaje, ya sea por un cambio en la dieta, la calidad del agua o las condiciones del clima del lugar de destino. En estos casos, la medicina integrativa puede ser una aliada eficaz mediante el uso de medicamentos biorreguladores, prebióticos y adaptógenos que fortalecen la capacidad del organismo para adaptarse a nuevos entornos y mitigan los efectos del estrés”, dijo.
Asimismo, si el viaje implica cruzar fronteras o ingresar a zonas con requisitos sanitarios específicos, es indispensable contar con un certificado de salud oficial emitido por un veterinario acreditado. Este documento debe incluir información detallada sobre las vacunas vigentes, los tratamientos antiparasitarios aplicados y el estado general de salud del animal. En ciertos destinos, incluso se exigen pruebas adicionales, como la medición de anticuerpos contra la rabia o la aplicación de antiparasitarios dentro de un periodo determinado antes del ingreso.
“Por esta razón, se recomienda programar una consulta veterinaria entre 2 y 4 semanas antes del viaje. Este margen temporal permitirá regularizar cualquier aspecto pendiente y responder adecuadamente ante hallazgos inesperados que pudieran comprometer el viaje”, puntualizó Ruales.
Javier Rodríguez, entrenador canino con más de 30 años de experiencia, destaca que otro aspecto fundamental en los viajes con mascotas es el comportamiento y el control del animal durante el trayecto, algo que debe comenzar a revisarse incluso antes de ir de paseo. “Para los dueños primerizos que aún no han establecido un vínculo sólido con su perro, el viaje puede convertirse en una pesadilla. Muchos animales se extravían durante los paseos precisamente por la falta de conexión adecuada con sus humanos”, explica. A partir de su experiencia, plantea una serie de recomendaciones clave para garantizar la seguridad y el bienestar del animal:
- Preparación previa en vehículo: Si el perro ya ha tenido experiencias positivas en trayectos largos, el viaje será mucho más llevadero. En cambio, si es la primera vez, hay que priorizar el bienestar del animal incluso por encima del propio disfrute del viaje. “Es importante saber si el perro tiende a marearse, si experimenta náuseas o vómitos y cuál es su nivel de comodidad dentro del carro”, añade.
- Familiarización progresiva: Para que el perro no se enfrente a un viaje largo sin preparación, es ideal realizar pequeñas salidas en automóvil en días previos. Esto permite que se adapte gradualmente al movimiento del vehículo y a diferentes tipos de ambientes.
- Seguridad en el vehículo: El uso de cinturones especiales que se conectan a la pechera del perro es crucial. “Estos sistemas evitan que el animal salga proyectado en caso de frenazos bruscos, protegiendo tanto al perro como a los pasajeros”, concluye.
Tenga en cuenta que los perros braquicefálicos (de hocico chato) requieren atención especial durante los viajes debido a su vulnerabilidad al sobrecalentamiento en climas cálidos. Su estructura facial dificulta la regulación térmica, por lo que necesitan ambientes con aire acondicionado, hidratación constante con agua fresca, superficies frías para descansar y exposición limitada al sol intenso. Esta misma preocupación por la termorregulación lleva a muchos dueños de perros de pelo largo a recortar el pelaje de sus mascotas antes de viajar a destinos cálidos, es por eso que ambas veterinarias vuelven a recomendar la ida a un consultorio para saber que necesita la mascota tanto de apariencia física como de salud.
“La rutina también juega un papel crucial en los viajes con perros, aunque su implementación varía significativamente según cada caso particular. Para algunos propietarios, mantener ciertos elementos de la rutina diaria resulta esencial, mientras que para otros es posible adaptar estos hábitos con mayor flexibilidad. Por eso, la preparación previa es fundamental: mediante salidas progresivas se puede evaluar el comportamiento del animal en el automóvil o en entornos abiertos y anticipar posibles complicaciones. Esto es importante, ya que las reacciones caninas pueden variar desde perros que permanecen tranquilos durante todo el trayecto hasta otros que reaccionan intensamente ante distintos estímulos”, explicó Javier Rodríguez.
Una clave fundamental para garantizar el bienestar de los animales durante el viaje es proporcionarles un espacio seguro y familiar, como un guacal que hayan usado previamente y que esté asociado a experiencias positivas, explica Ruales. Colocar dentro su manta, un juguete o prendas con el olor de la familia puede brindarles contención emocional. Tenga en cuenta que si se viaja en carro, es recomendable hacer paradas cada 2-3 horas para que el perro pueda estirarse, hidratarse y hacer sus necesidades. En el caso de los vuelos, es importante revisar con antelación los requisitos específicos de la aerolínea, así como las condiciones del transporte (cabina o bodega), y adaptarse a lo que mejor garantice el bienestar del animal.
Preparación durante el viaje
“Al igual que con los niños y adultos, es fundamental atender las necesidades básicas antes de iniciar el viaje. Antes de partir, lleve a su perro a un parque cercano para que pueda hacer sus necesidades. Esto ayudará a que viaje más relajado sin incomodidades fisiológicas. Muchos perros se muestran inquietos durante el viaje simplemente porque no tuvieron oportunidad de hacer sus necesidades antes de partir. La creencia errónea de “en el carro no le dan ganas” puede resultar en un viaje incómodo para todos”, dijo Rodríguez.
Para que el viaje con una mascota se desarrolle de forma segura y placentera, es fundamental tener en cuenta distintos aspectos relacionados con su bienestar físico y emocional. Rodríguez, comparte una serie de recomendaciones clave basadas en su experiencia profesional y personal:
- Paradas regulares: Durante los trayectos largos, es recomendable hacer pausas frecuentes para que el animal pueda descansar, tomar aire fresco y satisfacer sus necesidades fisiológicas. Estas paradas también ayudan a reducir el estrés causado por la contención prolongada en el vehículo. Tenga en cuenta que en cada detención para descanso o alimentación, el perro debe permanecer bajo control. “Aunque se comporte bien en su parque o barrio, un paradero de carretera representa un entorno completamente distinto, con ruidos fuertes y estímulos desconocidos” advierte Rodríguez.
- Exposición al calor: Según Daza, en climas cálidos, debe evitarse que la mascota permanezca expuesta al sol o a altas temperaturas por mucho tiempo. El golpe de calor representa un riesgo grave que puede afectar rápidamente su salud. La sombra, la ventilación y el acceso a agua fresca son esenciales.
- Medidas de seguridad: Toda mascota debe portar correa en espacios públicos y contar con un sistema de identificación, como una placa con los datos del propietario o un microchip. Estas precauciones son vitales en caso de extravío, especialmente en lugares desconocidos.
¿Cómo manejar un perrito nervioso o terco?
“El manejo de un perro nervioso durante los viajes requiere un enfoque preventivo y estratégico. Lo fundamental es mantener el ambiente controlado, especialmente cuando se detectan señales de nerviosismo, estrés o agresividad en la mascota. La primera medida preventiva consiste en evaluar el comportamiento habitual de nuestro perro y tomar las precauciones adecuadas. Si sabemos que nuestro perro tiende a mostrar signos de agresividad, mantenerlo con correa es esencial. En casos de agresividad más pronunciada, donde incluso con correa nos sentimos inseguros, el uso del bozal se convierte en una medida de seguridad adicional completamente justificada” explica Rodríguez.
Aquí hay algunos consejos que pueden servir cuando viaja con su perro:
- Control durante el viaje: Muchos propietarios enfrentan el desafío de equilibrar la libertad de su perro con la necesidad de control para evitar escapes. Una solución práctica es el uso de correas o lazos de longitud extendida, de aproximadamente 10 metros. Esto permite que el perro explore con libertad controlada, y si se acerca al límite o intenta escapar, el propietario puede detenerlo de inmediato. Este enfoque facilita que el perro experimente su entorno mientras permanece bajo control.
- Coherencia con las prácticas urbanas: Si el perro tiene comportamientos no deseados, como agresividad o peleas con otros perros, no debe esperarse que estos cambien mágicamente en un nuevo entorno. El nuevo ambiente probablemente incrementará la inquietud del perro, por lo que es esencial mantener la coherencia en las expectativas y reglas. Se aconseja un entrenamiento preventivo antes de viajar y además, aprender a identificar las señales de nerviosismo, como jadeo excesivo o tirones de correa, ayudará a prevenir situaciones problemáticas.
- Precauciones ante fuegos artificiales: En viajes a regiones rurales de Colombia, donde los fuegos artificiales son comunes, es crucial conocer la reacción de la mascota a estos estímulos. Si el perro muestra signos de pánico, se debe mantenerlo seguro y bien controlado durante los eventos con pirotecnia. Las medidas preventivas, como el uso de una placa de identificación, pueden ser decisivas en caso de extravío, ayudando a recuperar al animal rápidamente.
“En situaciones específicas, como la llegada de visitas o viajes en carro, las soluciones varían según el temperamento del perro. Para el primer caso, puede ser útil corregir y controlar el comportamiento con adiestramiento, distraerlo con un juguete apropiado, o separarlo temporalmente en otra habitación. Cuando se trata de comportamientos problemáticos, como perseguir gallinas, es responsabilidad del dueño anticiparse y tomar medidas preventivas. Esto puede incluir mantener al perro con correa, evitar ciertos lugares, o trabajar en el adiestramiento específico para corregir ese comportamiento. Cada situación debe ser evaluada para evitar problemas y asegurar el bienestar del animal”, puntualizó el experto.
Errores comunes al viajar con perros
Cuando las personas viajan con sus mascotas caninas, suelen cometer varios errores que pueden afectar negativamente la experiencia. Entre los más frecuentes encontramos:
- Falta de identificación adecuada: No llevar placa de identificación puede resultar problemático si el perro se extravía durante el viaje.
- Desconocimiento sobre la temperatura: Muchos dueños no consideran cómo los cambios térmicos afectan a sus mascotas, especialmente en climas cálidos donde los perros pueden sufrir golpes de calor.
- Escapadas imprevistas: Los perros pueden intentar escapar en entornos nuevos, lo que representa un peligro significativo durante las vacaciones.
- Ingesta de material inadecuado: Los perros pueden consumir excrementos de animales herbívoros durante los paseos, lo que puede ocasionar problemas digestivos o transmisión de parásitos.
“Otro error muy común es subestimar el impacto emocional que un viaje puede tener en la mascota. No basta con empacar su comida y documentos; los animales sienten, perciben y responden a todo cambio, por más sutil que parezca. Llevarlos sin una preparación previa, sin haber probado el guacal con tiempo o sin haber hecho simulaciones de viaje en carro, por ejemplo, puede generar ansiedad, vómito, vocalización excesiva e incluso comportamientos agresivos”, señaló Ruales.
Otro error frecuente es no investigar los requisitos sanitarios o de documentación, especialmente cuando se viaja en avión o se cruzan fronteras. Esto puede ocasionar demoras, cancelaciones o incluso situaciones de cuarentena para el animal.
“Por último, un error muy frecuente es viajar con ellos cuando no es realmente necesario. Sé que amamos a nuestras mascotas y son miembros importantes de la familia, pero muchas veces someterlos a un viaje puede ser más contraproducente que beneficioso; por ejemplo si tienes un gato y sólo estarás de viaje un par de días, antes de someterlo a todo el estrés que para el puede implicar salir de casa, puedes considerar otras opciones como cuidadores a domicilio o una persona de confianza que pueda visitarlo”, finalizó Daza.
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