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¿Cuál es el peor asiento en un avión? Guía para escoger el mejor lugar

Elegir bien el asiento y prepararse con antelación puede marcar la diferencia entre un vuelo incómodo y una experiencia más saludable y tranquila.

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Leidy Barbosa
10 de septiembre de 2025 - 08:25 p. m.
En  enero de 2024, cinco aerolíneas conectan con 51 ciudades de Colombia en 204 rutas, a través de 5.358 frecuencias semanales directas.
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Viajar en avión no siempre resulta tan cómodo como se espera: la falta de espacio, la presión de la cabina y las largas horas de inmovilidad pueden afectar el descanso e incluso la salud. Por eso, aspectos como la ubicación dentro de la aeronave, la planificación previa y ciertos cuidados personales marcan la diferencia entre un trayecto llevadero y uno agotador. Una de las preguntas más comunes para mejorar este trayecto es: ¿cuál es el peor asiento en un avión?

Aunque la experiencia puede ser subjetiva, el peor asiento de avión suele ser el del medio, en especial cuando está ubicado en la última fila o cerca de los baños. Estos lugares combinan varios factores que reducen la comodidad y pueden hacer del viaje una experiencia poco agradable.

Principales desventajas:

  • Asiento del medio: No ofrece vista a la ventana ni libertad de movimiento como el pasillo. Además, obliga a compartir los reposabrazos con dos personas y a coordinar cada movimiento, lo que limita el espacio personal.
  • Última fila: Los asientos no se reclinan por la pared trasera, y la cercanía a los baños trae consigo ruido, olores y un constante flujo de pasajeros, lo que interrumpe el descanso.
  • Delante de las salidas de emergencia: En muchos casos no se pueden reclinar por normativas de seguridad, reduciendo aún más la comodidad en vuelos largos.

Estrategias para conseguir los Mejores Asientos

Para viajar con mayor comodidad, lo ideal es planificar con anticipación y revisar los mapas de asientos del avión que abordará. Esto le permitirá elegir el lugar más adecuado según sus prioridades y el tipo de experiencia que desee tener a bordo.

Opciones recomendadas:

  • Menos turbulencia: Los asientos sobre las alas ofrecen mayor estabilidad y reducen la sensación de movimiento.
  • Más espacio para las piernas: Las filas de salida de emergencia son ideales, aunque suelen tener restricciones y, en algunos casos, un costo adicional.
  • Desembarque rápido: Las primeras filas facilitan salir antes del avión, algo clave si tiene conexiones ajustadas.
  • Mejores vistas: Los asientos de ventanilla en las primeras filas permiten disfrutar de una panorámica despejada, sin que las alas bloqueen el paisaje.

Tenga en cuenta que elegir un buen asiento para vuelos largos se vuelve fundamental, pues estos implican largos periodos de espera y permanencia en posiciones incómodas, tanto en aeropuertos como dentro de la cabina. Al inicio puede pasar desapercibido, pero con el tiempo aparecen molestias físicas y mentales que afectan la experiencia de vuelo.

De acuerdo con Juliana Andrea Corredor Angarita, residente de medicina aeroespacial en el Centro Médico Colsanitas del Aeropuerto El Dorado, los síntomas más comunes incluyen: deshidratación, dolor de cabeza, fatiga, sequedad en mucosas de ojos y boca, molestias en heridas quirúrgicas, mayor riesgo de tromboembolismo pulmonar, reducción de la movilidad y descompensación de enfermedades de base por la menor disponibilidad de oxígeno.

“Esto ocurre porque la cabina de una aeronave comercial está presurizada a una altitud equivalente a Bogotá, es decir, alrededor de 8.000 pies o 2.438 metros sobre el nivel del mar. A esa altura, la presión atmosférica disminuye y, con ella, la concentración de oxígeno en el aire que respiramos”, dijo la experta.

Como consecuencia, esto puede generarse un desequilibrio entre el aporte y la demanda de oxígeno en órganos y tejidos, lo que provoca aumento de la frecuencia cardíaca, mayor contractilidad del corazón, activación de factores de coagulación y cambios en el volumen de los gases atrapados en el cuerpo (por ejemplo, en oído, senos paranasales, estómago, intestinos y pulmones).

Corredor menciona que a esto se suma la inmovilidad prolongada. Permanecer sentado en espacios reducidos durante varias horas puede favorecer la formación de coágulos en las piernas, especialmente por el estancamiento del flujo sanguíneo debido a la falta de movimiento y a la fuerza de gravedad. Esta condición, conocida como estasis venosa, se manifiesta en forma de hinchazón en la parte baja de las piernas y, si no se atiende, puede derivar en trombosis venosa profunda (TVP), también llamada “síndrome del turista”. Este riesgo aumenta en vuelos de larga duración, particularmente aquellos que superan las 8 a 10 horas.

Para reducir estas incomodidades, es clave prestar atención a la planificación del asiento y las condiciones de vuelo:

  • Planificación y check-in: Realizar el check-in lo antes posible aumenta las probabilidades de conseguir un buen asiento. Muchas aerolíneas lo habilitan 24 horas antes del vuelo.
  • Comodidad según clase: En clase turista, puede encontrar algo más de espacio en las filas de emergencia o divisiones de cabina. En primera clase y ejecutiva, algunos asientos permiten reclinarse 180°, aunque los llamados “angulares” pueden resultar incómodos.
  • Asientos de emergencia: Ofrecen espacio adicional, pero requieren estar físicamente apto para ayudar en una evacuación.
  • Asientos vacíos: La parte trasera y los asientos del medio suelen ser los últimos en ocuparse, lo que aumenta la posibilidad de viajar con un asiento libre al lado en vuelos con baja demanda.
  • Conexiones rápidas: Si tiene poco tiempo entre vuelos, conviene sentarse en las primeras filas para desembarcar con mayor rapidez.
  • Ruido en cabina: El despegue puede alcanzar hasta 105 dB y el vuelo mantenerse en 85 dB. Para reducirlo, los mejores asientos son los más cercanos a la cabina del piloto; además, los de pasillo suelen ser más silenciosos que los de ventana.
  • Costos adicionales: Muchas aerolíneas cobran por los mejores asientos o han creado categorías como “económica superior” con más espacio. Si no paga por un asiento premium, es probable que deba conformarse con opciones básicas en la parte media o trasera.

De hecho, para que vaya más cómodo o pueda minimizar los síntomas que ya le mencionamos, consultamos con la Dra. Martha Ramos, médica general y especialista en Salud Familiar y Comunitaria de la red de especialistas de la plataforma de salud DoctorAkí. Ella explica que hay varias recomendaciones prácticas para contrarrestar los síntomas más comunes durante un vuelo:

  • Implementos de viaje: Llevar almohada cervical, tapones para los oídos y antifaz para los ojos ayuda a mejorar el descanso y disminuir las molestias causadas por ruido y luz.
  • Medias de compresión: Indicadas para personas con problemas circulatorios, adultos mayores o quienes tienen enfermedades crónicas, pues reducen el riesgo de trombos. No deben usarse sin necesidad, ya que generan presión innecesaria en las piernas.
  • Estiramientos periódicos: Realizar movimientos suaves de cuello, hombros, muñecas, espalda y piernas, además de rotar los pies, favorece la circulación.
  • Evitar cruzar las piernas: Esta posición dificulta el retorno venoso y puede aumentar la sensación de pesadez o hinchazón.

En conjunto, estas medidas sencillas contribuyen a que el viaje sea más cómodo y reducen los riesgos asociados con la inmovilidad prolongada.

Cómo cambiar de asiento antes del vuelo

Si definitivamente se da cuenta de que su asiento no le resulta cómodo, cambiarlo puede ser sencillo siempre que lo gestione con anticipación. Estos son algunos consejos:

  • Revise la página web o la aplicación: Durante el check-in digital, intente seleccionar un asiento más conveniente para su viaje.
  • Solicite ayuda en el aeropuerto: El agente del embarque puede asistirle para cambiar de ubicación e incluso, si es pasajero frecuente, ofrecerle una mejora.
  • Considere pagar por el cambio: En el proceso de check-in muchas aerolíneas permiten cambiar de asiento pagando un cargo adicional, lo que le da acceso a opciones más cómodas o mejor ubicadas. En algunas puede cambiar sin costo alguno, pero otras tarifas tendrán un costo elevado y más si lo gestiona a pocas horas del vuelo.
  • Sea respetuoso si pide un intercambio: También puede solicitar a otro pasajero que le ceda su lugar, pero recuerde que puede recibir un “no” y debe aceptarlo con respeto.

Recomendaciones clave

  • Revise el correo de confirmación para encontrar su número de reserva.
  • No deje el cambio para último momento: la disponibilidad y precios son mejores con anticipación.
  • Confirme todos los costos antes de pagar, pues el sistema muestra el detalle final.

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Leidy Barbosa

Por Leidy Barbosa

Periodista de la Universidad Externado de Colombia, con énfasis en la producción audiovisual y en animación digital. Apasionada por temas medioambientales y sociales.@leidyramirezbLbarbosa@elespectador.com

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