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El GR 20 es un desafío que atraviesa la isla de Córcega de noroeste a sureste. Con aproximadamente 180 kilómetros de longitud, esta ruta presenta paisajes de todo tipo, desde picos escarpados hasta verdes valles y lagos glaciares. Creado en 1972, el GR 20 es parte de la red de senderos de gran recorrido en Europa. Su nombre proviene de “GR” (Grande Randonnée) y el número 20 asignado a Córcega. El sendero está dividido en dos secciones: el GR 20 Norte, conocido por su dificultad técnica y tramos escarpados, y el GR 20 Sur, más suave pero igualmente desafiante.
El GR 20 atrae a senderistas experimentados de todo el mundo por su combinación de belleza natural y reto físico. A lo largo del recorrido, se cruzan bosques de pinos laricio, crestas montañosas, valles profundos y lagos glaciares como el Lago de Nino y el Lago de Melo. La flora y fauna son igualmente sorprendentes, con especies endémicas como el muflón corso. De acuerdo con el Parque Natural Regional de Córcega (Parc Naturel Régional de Corse), entidad responsable de la administración y mantenimiento de la ruta, así como de la gestión de las reservas para los refugios a lo largo del recorrido, estos son los preparativos para la ruta.
Condición física: El GR 20 no es apto para principiantes. El Parc Naturel Régional de Corse recomienda tener experiencia previa en senderismo de montaña y estar en excelente forma física.
Equipo: Mochila ligera (máximo 12 kg), botas de montaña resistentes, ropa técnica (impermeable y transpirable), bastones de trekking, saco de dormir ligero, kit de primeros auxilios, documentación (aunque Córcega es parte de Francia, es importante llevar documentos personales y una tarjeta sanitaria europea), reserva con antelación los refugios gestionados por el Parque Natural Regional de Córcega, a través de su sitio web.
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El recorrido paso a paso
La ruta completa se puede realizar en 15 días, aunque algunos senderistas la completan en menos tiempo. De acuerdo con Parc Naturel Régional de Corse, estas son sus etapas:
Calenzana – Ortu di u Piobbu (12 km, 6 h): Inicio en Calenzana, con una subida exigente hacia el primer refugio.
Ortu di u Piobbu – Carrozzu (8 km, 6 h): Un tramo técnico con pasos rocosos y vistas impresionantes.
Carrozzu – Ascu Stagnu (10 km, 7 h): Incluye el famoso Pas de la Bocca di Stagnu.
Ascu Stagnu – Tighjettu (9 km, 7 h): Cruza el punto más alto, Monte Cinto (2.706 m).
Tighjettu – Ciottulu di i Mori (7 km, 4 h): Un tramo más corto pero rocoso.
Ciottulu di i Mori – Manganu (24 km, 8 h): Paisajes de lagos glaciares y amplias praderas.
Manganu – Petra Piana (9 km, 5 h): Camino técnico sobre crestas.
Petra Piana – L’Onda (10 km, 5 h): Vistas panorámicas hacia el mar.
L’Onda – Vizzavona (14 km, 6 h): Fin de la sección norte. Vizzavona es un buen punto para descansar.
Sección sur: Menos técnica pero igualmente exigente.
Vizzavona – Capanelle (15 km, 5 h): Tramo más suave a través de bosques.
Capanelle – Prati (15 km, 5 h): Paisajes abiertos con vistas al mar.
Prati – Usciolu (10 km, 5 h): Recorrido sobre crestas.
Usciolu – Asinau (14 km, 6 h): Vistas al famoso Monte Incudine.
Asinau – Paliri (19 km, 7 h): Incluye el paso por la Aguja de Bavella.
Paliri – Conca (12 km, 5 h): Descenso final hacia Conca, punto de llegada.
A lo largo del GR 20 hay refugios básicos en los que se puede dormir y adquirir algo de comida, es necesario reservar con antelación. También se permite acampar cerca de los refugios en zonas designadas, los refugios ofrecen platos locales como embutidos corsos, quesos y pan.
De acuerdo con Parc Naturel Régional de Corse, la temporada ideal es de junio a septiembre, pues durante estos meses, los refugios están abiertos y las condiciones climáticas son más estables. Sin embargo, las temperaturas pueden variar drásticamente entre el día y la noche. Aunque hay fuentes a lo largo del camino, se recomienda llevar un filtro de agua, el sendero puede ser peligroso en caso de mal tiempo, consulte siempre el pronóstico antes de partir cada día, lleve un mapa actualizado y un GPS de montaña. Por último, el GR 20 atraviesa un parque natural protegido, por lo cual es importante respetar la fauna, flora y las normas locales.
El GR 20 es más que una simple ruta de senderismo; es una aventura que desafía el cuerpo y el espíritu. A pesar de su dificultad, las recompensas son ver paisajes impresionantes, la satisfacción de superar cada etapa y la oportunidad de conectar profundamente con la naturaleza salvaje de Córcega.
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