Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
“Para el que mira sin ver, la tierra es tierra no más”, dijo Atahualpa Yupanqui, seudónimo de Héctor Roberto Chavero, un cantautor, guitarrista, poeta y escritor argentino, y es uno de los mensajes de bienvenida al Parque Nacional Iguazú, una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo y Patrimonio de la Humanidad. Para llegar a estar entre las maravillas de la naturaleza, las cataratas dejaron atrás a 440 atractivos de 220 países.
Imponentes, majestuosas, coloridas y poderosas. En idioma guaraní, el término Iguazú se traduce como “Aguas grandes”, y muchos coinciden en que quienes visitan este lugar no vuelven igual a su hogar. A la magia de las cataratas se le suman el encanto de la selva misionera, la calidez de su gente y la cultura y el talento de los pueblos originarios que han sobrevivido el paso del tiempo.
Es un destino amigable con el medioambiente, ideal para los amantes de la naturaleza y la cultura; una oportunidad para que la fuerza del agua se lleve nuestros malos pensamientos y nos recargue con su fuerza y transparencia. Las Cataratas del Iguazú llegan a ser tan majestuosas e imponentes, que nos recuerdan lo vulnerables que podemos llegar a ser.
Algunos de los mejores espectáculos, además de las caídas de agua que resuenan, y hasta ensordecen, es ver los verdes, rojos, amarillos y naranjas intensos de las flores y los árboles, también disfrutar del efecto arcoíris, que entre leyendas e historias, es reconocido como uno de los fenómenos más lindos del lugar.
Mientras el agua corre, el arcoíris vuelve y aparece, los pájaros cantan, los niños sonríen, los adultos vuelven a ser pequeños y el sol brilla, dándoles más vida y color a las cataratas, un sistema de 275 saltos de agua en plena selva Paranaense, a 17 kilómetros de la desembocadura del río Iguazú en las aguas del río Paraná.
Un cruce de culturas y costumbres, punto en el cual se encuentran las fronteras de Argentina, Brasil y Paraguay, y en el que se establecen las ciudades de Puerto Iguazú, en el lado argentino, Foz do Iguazú en el brasileño y Presidente Franco en el paraguayo.
Atractivos del Parque Nacional Natural
Centro de Interpretación de la Naturaleza
Lleva el nombre Yvyrá Retá, que en la lengua nativa guaraní significa “El país de los árboles”. Es el lugar ideal para conocer la historia, evolución y actualidad del destino.
Tren Ecológico de la Selva
Ideal para tomar contacto directo con el medioambiente percibiendo los aromas, las variaciones climáticas y los sonidos del monte. Se desplaza a una velocidad inferior a los veinte kilómetros por hora, para evitar interferir con la fauna, y las formaciones son propulsadas a gas licuado de petróleo (GLP), un combustible no contaminante.
Además, cuentan con locomotoras eléctricas, una innovación que les permite seguir avanzando con el cuidado del medioambiente, reduciendo aun más el impacto y liderando procesos de mejora continua.
El Tren Ecológico de la Selva tiene su punto de partida en la Estación Central, muy próxima al área de Servicios.
La estación intermedia es Cataratas, desde la cual se accede a los paseos Superior e Inferior, y finaliza su recorrido en la Estación Garganta del Diablo.
Sendero Verde
El sendero atraviesa la selva subtropical y permite a los visitantes acceder desde el área de Servicios hasta la Estación Cataratas y el inicio de los Paseos Superior e Inferior. Es una zona habitada por coatíes y monos caí, donde también es posible el avistamiento de aves y otros animales.
Paseo Inferior
Ofrece vistas interminables, de frente, cada vez más tangibles y enormes, muestra los saltos en todo su esplendor e invita a internarse en la selva, ofreciendo un contacto íntimo con la naturaleza en un recorrido que despierta sensaciones con la posibilidad única de pararse justo debajo de las cataratas.
Paseo Superior
Es una caminata por pasarelas planas con vistas panorámicas, un fascinante paisaje para admirar y fotografiar. Se pueden ver los saltos Bosetti, Adán y Eva, Bernabé Méndez, Mbiguá, Dos Hermanas y el majestuoso San Martín.
Garganta del Diablo
Este paseo permite acercarse a escasos centímetros del salto más imponente y caudaloso del Parque: la majestuosa Garganta del Diablo, con más de ochenta metros de caída y la vista más famosa e impactante de las Cataratas del Iguazú.
El caudal es tan grande y su densidad tan vertiginosa, que uno se siente vulnerable frente a este inmenso escenario.
Sendero Macuco y Salto Arrechea
Es el más salvaje de los senderos del Parque Nacional. Es un camino de tierra en medio de la selva que culmina en el bellísimo Salto Arrechea.
El ingreso al Sendero Macuco está permitido de 8:00 a.m. a 3:00 p.m., su apertura se encuentra condicionada al clima.
¿Cómo llegar?
Desde Bogotá puede tomar un vuelo de LATAM, Aerolíneas Argentinas o Avianca, con escala en Santiago de Chile, o en Lima, y luego en Buenos Aires. El vuelo desde la capital argentina hasta Puerto Iguazú es de una hora y cincuenta minutos.
Desde la ciudad del norte de la provincia de Misiones hasta el Parque Nacional hay unos veinte kilómetros.
El transporte público (empresa Río Uruguay) sale desde la ciudad de Puerto Iguazú hacia el Parque Nacional Iguazú cada veinte minutos. Su recorrido comienza en el Hito de las Tres Fronteras, pasando por la terminal de buses.
Otra opción, un poco más costosa, pero más rápida y cómoda, son los taxis privados que prestan este servicio.
¿Dónde dormir?
Puerto Iguazú cuenta con una excelente infraestructura hotelera, que incluye hoteles de categoría internacional, hostales, apartamentos y casas en alquiler, que van desde el gran lujo hasta el más accesible.
También hay hospedajes en medio de la selva y opciones para acampar.
Uno de los hoteles recomendados es el Amerian Portal del Iguazú, ubicado en un punto estratégico, a tan solo 100 metros del hito de las Tres Fronteras, con la mejor vista de la unión de los ríos Iguazú y Paraná. El hotel cuenta con 117 habitaciones, dos bares y dos restaurantes, salón para eventos y un centro de bienestar inspirado en la cultura guaraní.
* Invitación de Destino Argentina