El turismo se ha convertido en un motor clave para el desarrollo económico y social de Antioquia, impulsado por su diversidad de paisajes, su riqueza cultural y la calidez de sus comunidades. Destinos como Guatapé, Santa Fe de Antioquia, Jericó, Jardín y Arboletes han consolidado su atractivo, recibiendo un flujo constante de visitantes que buscan experiencias únicas en medio de la naturaleza, el patrimonio histórico y la gastronomía local. Sin embargo, el departamento no solo apuesta por fortalecer estos polos turísticos, sino también por diversificar su oferta y descentralizar el crecimiento del sector.
Para ello, se han implementado estrategias que incluyen la mejora de infraestructura, el impulso a emprendimientos locales y la promoción de experiencias auténticas en zonas con gran potencial. Desde rutas que combinan aventura y ecoturismo hasta iniciativas que rescatan las tradiciones de los pueblos más alejados, el turismo en la región buscar convertirse en un eje de desarrollo sostenible que beneficie a diferentes comunidades.
Para conocer más sobre los planes en marcha y los desafíos de este sector, El Espectador conversó con Óscar Sánchez, Director de Turismo de Antioquia, quien compartió la hoja de ruta que guiará este crecimiento turístico en la región.
¿Cuáles son las principales estrategias de la Gobernación de Antioquia para impulsar el turismo en el departamento?
Antioquia ha implementado diversas estrategias para impulsar el turismo en el departamento, con un enfoque en la inclusión y la diversificación de experiencias. Entre las iniciativas innovadoras se destacan rutas de café adaptadas para personas invidentes y programas de avistamiento de aves sensoriales, donde los visitantes pueden reconocer especies a través del sonido. Estas experiencias buscan hacer del turismo una actividad accesible para todos, fortaleciendo la identidad cultural y natural del territorio.
El programa “Antioquia es Mágica” ha dado lugar a iniciativas especializadas como la Red de Turismo Literario y Cultural, que conecta a los principales autores del departamento con sus municipios de origen. Un ejemplo de ello es San Pedro de los Milagros, donde se ha promovido la figura de Guillermo Cano con recorridos literarios. Asimismo, se trabaja en el traslado de la primera imprenta de El Espectador al municipio para enriquecer la ruta. Destaca la Ruta del Turismo Religioso y Patrimonial, que agrupa 27 municipios con tradición de peregrinación. A través de este enfoque, se busca transformar al peregrino en turista, promoviendo la oferta gastronómica, artesanal y cultural de cada destino para fomentar la permanencia y el impacto económico.
El turismo de naturaleza y aventura es otro pilar clave en la estrategia departamental. Antioquia cuenta con escenarios ideales para actividades como escalada en la Piedra del Peñol en Venecia, deportes acuáticos en los embalses de San Rafael, Alejandría, San Carlos y San Luis, y turismo lechero en el norte del departamento. A su vez, la producción cafetera en el suroccidente ha permitido consolidar la región como un destino de alto valor para el turismo rural y gastronómico. Estas iniciativas refuerzan el atractivo del departamento para visitantes que buscan experiencias al aire libre y conexión con la naturaleza.
La incorporación de tecnología también juega un papel fundamental en el desarrollo turístico de Antioquia. Recientemente se implementó un chatbot que ha generado más de 17,000 interacciones en su fase inicial. Su instalación en hoteles de los municipios, con un piloto en Guatapé y una próxima expansión a Medellín, permitirá ofrecer recomendaciones personalizadas a los turistas. Esta herramienta no solo facilita la planificación de itinerarios, sino que también proporciona datos clave para empresarios e inversionistas del sector, integrando inteligencia artificial e inteligencia de negocios para mejorar la oferta turística.
Finalmente, la Gobernación de Antioquia trabaja para consolidar su posición en redes internacionales de turismo sostenible y religioso. Gracias al Sistema de Información Turística de Antioquia (SITA), el departamento forma parte de la Red de Observatorios de Turismo Sostenible de la ONU, permitiendo la toma de decisiones basada en datos actualizados. Paralelamente, se busca obtener el reconocimiento de la Red Mundial de Destinos Religiosos y Espirituales, destacando eventos como el Festival Internacional de Música Religiosa de Marinilla y la exposición de arte sacro. Estas acciones contribuyen a fortalecer el turismo religioso a nivel nacional, consolidando a Antioquia como un destino estratégico en este segmento.
¿Qué programas se están implementando en Antioquia para fortalecer el turismo comunitario, la identidad cultural y la gastronomía tradicional?
Antioquia avanza en la consolidación de una Red de Turismo Comunitario y de Bienestar, integrada por 20 municipios con atractivos naturales de gran valor, en su mayoría ubicados en zonas rurales. Un ejemplo destacado es el río Melcocho, el río más cristalino de Colombia, situado entre El Carmen de Viboral y Corconá, cuya pureza ha sido certificada por la Universidad Nacional. La comunidad local juega un papel clave en la regulación del turismo, asegurando que la actividad sea sostenible y beneficie directamente a los habitantes sin generar impactos negativos en el entorno.
Para fortalecer esta red, se diseñó un diplomado en alianza con la Universidad Católica de Oriente, dirigido a líderes comunales de estos destinos estratégicos. El programa busca brindar herramientas para el desarrollo del turismo sostenible sin que las comunidades abandonen sus actividades agropecuarias tradicionales. Así, productores de café y cacao pueden complementar su labor con experiencias turísticas como la degustación de chocolate o recorridos por cultivos, generando ingresos adicionales sin afectar su producción principal.
La riqueza cultural y gastronómica de Antioquia también ocupa un lugar central en la estrategia turística. Se han impulsado experiencias auténticas en municipios como La Ceja, con su tradición floricultora, y El Carmen de Viboral, donde los visitantes pueden participar en la elaboración de cerámica. En Guatapé, la estrategia “Guatapé 3D” promueve estancias más prolongadas, incentivando a los turistas a descubrir la oferta cultural y natural del municipio más allá de una visita de un solo día.
El fortalecimiento de la identidad gastronómica es otro eje clave. A través de la Mesa Gastronómica de Antioquia, en colaboración con el Colegio Mayor de Antioquia y las cámaras de comercio, se han identificado y promovido platos y bebidas tradicionales que reflejan la diversidad y riqueza cultural del departamento. Entre ellos se destacan el quesito envuelto en hoja de achira de La Unión, la gallina enjalmada de Santo Domingo, la teja capio de Marinilla, la tapetusa de la montaña de El Carmen de Viboral, el buñuelo de El Santuario, así como el postre de primera comunión y el mataburro de Andes. Esta iniciativa busca no solo preservar estas preparaciones, sino también darles visibilidad y fomentar su reconocimiento en distintos escenarios gastronómicos.
Venecia, Antioquia, es un ejemplo del impacto positivo del turismo en la economía local. El pesebre costumbrista de su parroquia, diseñado por el arquitecto Fernando Betancourt, atrajo a 155,000 visitantes en poco más de dos meses, generando un importante movimiento económico en un municipio de solo 14,000 habitantes. Este impulso turístico se verá reforzado con la inauguración del Parque Cerro Tusa, el primer parque de evocación arqueológica de Antioquia, desarrollado en colaboración con Comfama. Este espacio busca posicionarse como un referente cultural en el departamento, consolidando la oferta de turismo patrimonial y arqueológico en la región.
¿Qué impacto ha tenido Antioquia es Mágica en el desarrollo turístico y económico de los municipios seleccionados?
Antioquia es Mágica es un programa de promoción turística que nació hace cuatro años con una visión estratégica para impulsar el desarrollo del turismo en el departamento. En su primera fase, seleccionamos 20 municipios con gran potencial, pero con una oferta turística aún en construcción.
El objetivo es resaltar los saberes, sabores y talentos locales, ofreciendo experiencias auténticas que respondan a las expectativas del viajero moderno. Más allá de replicar el mismo modelo caficultor en todos los municipios, buscamos fortalecer la identidad propia de cada destino. Por ejemplo, en Santa Fe de Antioquia promovemos la filigrana como una tradición artesanal única, mientras que en El Carmen de Viboral transformamos la compra de vajillas pintadas en una experiencia participativa donde los visitantes pueden decorar sus propias piezas.
A diferencia de otros programas, la Gobernación de Antioquia optó por no enfocarse en destinos ya consolidados como Guatapé, Jericó, Jardín, Santa Fe de Antioquia o Medellín. En su lugar, se apostó por municipios con potencial latente, acompañándolos en la construcción de su oferta turística mediante el trabajo conjunto con alcaldías y empresarios locales. Así, en el Suroeste se han fortalecido destinos como Venecia, Támesis, Urrao y Ciudad Bolívar, que antes no figuraban en el mapa turístico del departamento.
En la segunda fase, iniciada en diciembre del año pasado, se incorporaron cuatro municipios adicionales: Titiribí, Amagá, Tarso y Pueblorrico, todos con una riqueza paisajística notable. Además, el programa se ha expandido a otras regiones, incluyendo municipios como Alejandría en el Oriente Antioqueño, El Santuario y Angostura en el Norte del departamento.
¿Cuáles son los principales retos para garantizar un turismo responsable que beneficie a las comunidades locales?
Uno de los principales desafíos del sector turístico en Antioquia es lograr una distribución más equitativa de los visitantes. Históricamente, el turismo se ha concentrado en cinco municipios emblemáticos, lo que ha generado un desarrollo desigual en la región. Para equilibrar esta situación, se implementó el programa “Antioquia es Mágica”, que ha permitido ampliar la oferta turística a 50 municipios con experiencias auténticas y sostenibles. Esta iniciativa busca no solo diversificar los destinos, sino también descentralizar los beneficios económicos del turismo.
Otro reto clave es la distribución de los perfiles de visitantes. Aunque Medellín se ha consolidado como un punto de entrada para turistas extranjeros, aún es necesario incentivar su visita a otros municipios que cuentan con infraestructura y atractivos de alta calidad. Al mismo tiempo, se busca fomentar el turismo interno, motivando a los propios antioqueños y colombianos a redescubrir su departamento. Esta estrategia tiene un gran potencial de crecimiento, pues muchas regiones aún son desconocidas para los viajeros nacionales.
Un ejemplo concreto de estas oportunidades desaprovechadas se observa en Semana Santa, cuando la ocupación hotelera en Antioquia oscila entre el 60 % y 65 %, una cifra baja considerando la riqueza de sus celebraciones religiosas. Para cambiar esta situación, se ha desarrollado la estrategia “Semanas Santas Emblemáticas de Antioquia”, con la que se busca posicionar al departamento como un destino destacado en esta época, al nivel de Popayán y Mompox. Con más de 400 años de historia, arte quiteño y cofradías de tradición centenaria, Antioquia posee un patrimonio cultural religioso de gran valor que aún es poco reconocido.
La consolidación de Antioquia como destino de turismo religioso no solo incrementaría la ocupación hotelera en Semana Santa, sino que también contribuiría a la distribución más equilibrada del turismo a lo largo del año y en distintos municipios. Con estrategias como esta, el departamento avanza en la diversificación de su oferta, aprovechando su riqueza cultural, natural y patrimonial para atraer más visitantes y fortalecer su economía local.
¿Qué inversiones está implementando Antioquia para mejorar su infraestructura, promover el turismo sostenible y fortalecer su posicionamiento a nivel global?
Antioquia está realizando inversiones estratégicas en infraestructura para consolidarse como un destino turístico de referencia a nivel global. La Gobernación ha priorizado la mejora de la conectividad entre las cabeceras municipales y las zonas urbanas, entendiendo que sin vías adecuadas es difícil fomentar el turismo en muchas regiones. Además, se está fortaleciendo la provisión de servicios públicos, especialmente en Urabá, donde se inaugurará un nuevo puerto en el mar de Antioquia. La visión es clara: el turismo solo puede prosperar en municipios con condiciones básicas de abastecimiento de agua y salubridad adecuadas.
La transformación vial del departamento representa una oportunidad sin precedentes. La construcción de autopistas 4G como Mar 1, Mar 2 y Pacífico 1, 2 y 3, así como las nuevas vías hacia la costa atlántica, ha reducido significativamente los tiempos de desplazamiento. Municipios que antes estaban a tres horas de Medellín ahora están a solo una hora, facilitando la llegada de visitantes y motivando a más localidades a desarrollar una oferta turística sostenible. Este proceso va acompañado de asesoramiento institucional para garantizar que el crecimiento del turismo beneficie a las comunidades locales sin afectar sus dinámicas tradicionales.
El turismo responsable es un pilar fundamental en la estrategia del departamento. En alianza con las alcaldías y empresarios locales, se han implementado controles de carga turística en ecosistemas frágiles como páramos y bosques, limitando el número de visitantes para minimizar el impacto ambiental. Además, se fomenta el empleo de guías locales y se promueve la conservación del entorno. Paralelamente, se han destinado recursos significativos para la capacitación del sector, con programas en hotelería, restauración y un proyecto de bilingüismo diseñado específicamente para atender a turistas extranjeros de manera efectiva.
Con miras a ANATO 2025, Antioquia y Medellín se presentan con grandes expectativas comerciales, proyectando negocios por al menos 2,500 millones de pesos. El stand del departamento ha sido diseñado como un espacio vivencial donde se exhibirá lo mejor de su cultura y tradiciones. Los visitantes podrán degustar café, presenciar la elaboración de silletas y probar los licores tradicionales de la región. A través de este esfuerzo, se busca generar conexiones estratégicas que impulsen el turismo en la región y fortalezcan su posicionamiento en el mercado internacional.
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