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Costa Rica es un país reconocido mundialmente por su impresionante biodiversidad y su compromiso con la conservación del medio ambiente. Y aunque muchos viajeros lo asocian con playas paradisíacas, parques nacionales o volcanes imponentes, existe una forma distinta de explorar su esencia: a pie, atravesando su territorio de costa a costa. Esta es la propuesta del Camino de Costa Rica, una ruta de senderismo que cruza el país desde el Caribe hasta el Pacífico y que invita a descubrir no solo su exuberante naturaleza, sino también su historia, sus comunidades rurales y su cultura viva.
Por eso, aquí le contamos todo lo que necesita saber sobre esta ruta única y cómo puede vivir la experiencia de recorrerla.
¿Qué es el camino de Costa Rica?
El Camino de Costa Rica nació como una iniciativa inspirada en el famoso Camino de Santiago en España. Fue establecido oficialmente en 2018 por la Asociación Mar a Mar, una organización sin ánimo de lucro con una misión clara: promover el turismo sostenible en Costa Rica y revitalizar económicamente las comunidades rurales del interior del país que tradicionalmente han quedado al margen de los circuitos turísticos convencionales. El primer recorrido completo fue realizado ese mismo año por un guía llamado Juancho, quien ayudó a establecer la ruta que se utiliza actualmente, aunque ésta sigue evolucionando con el tiempo para mejorar la experiencia.
La ruta es impresionante en términos de extensión y diversidad. Abarca 280 kilómetros desde la costa atlántica hasta la pacífica, cruzando el país de este a oeste. El recorrido se divide en 16 etapas, cada una diseñada para ser completada en un día, lo que significa que el viaje completo requiere aproximadamente dos semanas de caminata. Durante este trayecto, los senderistas experimentan una variación de altitud significativa, alcanzando su punto más alto a 2,365 metros sobre el nivel del mar.
El viaje comienza en la costa caribeña, donde los caminantes pueden partir desde distintos puntos según su preferencia: Parismina, Barra del Pacuare o Muelle Goshen. Estos pequeños pueblos costeros se caracterizan por sus playas de arena negra, su exuberante vegetación tropical y un ambiente cultural afrocaribeño único. El recorrido culmina en la ciudad de Quepos, en la costa pacífica, reconocida por su cercanía al famoso Parque Nacional Manuel Antonio.
Un aspecto fundamental de este sendero es su riqueza natural. Costa Rica es mundialmente reconocida como uno de los países con mayor biodiversidad del planeta, concentrando cerca del 6% de la biodiversidad mundial en apenas el 0,03% de la superficie terrestre global. Esta variedad de vida se despliega a lo largo de todo el Camino. Los excursionistas pueden avistar más de 500 especies de aves, desde tucanes de vivos colores hasta diminutos colibríes iridiscentes. Entre la fauna terrestre destacan los monos aulladores, perezosos que se deslizan lentamente entre las ramas, tapires —el mamífero terrestre más grande de Centroamérica— y, con suerte, alguno de los seis felinos nativos del país, como el jaguar o el sigiloso puma.
Además, la transición entre distintos microclimas a lo largo del recorrido —desde el húmedo y cálido Caribe, pasando por las frescas montañas centrales, hasta el clima más seco del Pacífico— permite experimentar la biodiversidad de Costa Rica en todo su esplendor.
¿Cómo son las etapas del sendero?
Las primeras etapas del camino atraviesan la región caribeña, caracterizada por llanuras aluviales, canales fluviales y extensas plantaciones de banano y piña. Aquí, los caminantes pueden observar cómo la agricultura de exportación convive con remanentes de bosque tropical húmedo. Posteriormente, el sendero asciende hacia el Parque Nacional Barbilla, donde comienza la transición hacia ecosistemas montañosos.
Al adentrarse en la Reserva indígena Cabécar Nairi-Awari en las montañas de Talamanca, los viajeros entran en contacto con uno de los territorios indígenas más extensos y mejor conservados del país. Esta zona se caracteriza por densos bosques nubosos donde la niebla crea un ambiente místico y alberga especies endémicas como el quetzal resplandeciente.
Continuando hacia el oeste, el camino cruza por el Parque Nacional Tapantí, una región de alta pluviosidad donde las cascadas y ríos cristalinos abundan. Al descender hacia el Pacífico, el paisaje cambia drásticamente hacia la región de Los Santos, famosa por sus plantaciones de café de altura. Aquí, los cafetales se extienden por laderas escarpadas creando un mosaico verde y ordenado que contrasta con la vegetación silvestre de las etapas anteriores. El tramo final hacia Quepos atraviesa zonas de transición donde el bosque tropical seco del Pacífico comienza a dominar el paisaje.
Sin embargo, más allá de su valor natural, El Camino de Costa Rica tiene un profundo impacto cultural y socioeconómico. La ruta aprovecha senderos que los pueblos indígenas utilizaban desde tiempos precolombinos para el comercio y la comunicación, conectando así el presente con el pasado histórico del país.
Desde el punto de vista económico, el sendero también ha revitalizado comunidades rurales que anteriormente tenían pocas oportunidades de desarrollo. Pequeños emprendimientos como hospedajes familiares, comedores típicos y servicios de guiado local han florecido gracias a esta iniciativa. Por ejemplo, en pueblos como Tres Equis o Pacayitas, familias que anteriormente dependían exclusivamente de la agricultura ahora complementan sus ingresos atendiendo a los caminantes, preparando comidas tradicionales como el casado (plato típico costarricense que incluye arroz, frijoles, plátanos maduros y proteína), o compartiendo sus conocimientos sobre la flora y fauna local como guías.
La Asociación Mar a Mar trabaja activamente en el mantenimiento y mejora constante del Camino, colaborando estrechamente con las comunidades locales. Los senderos están marcados con señalización específica para garantizar la seguridad de los excursionistas y evitar que se extravíen. Además, se han establecido protocolos de emergencia y puntos de contacto a lo largo de la ruta.
De cara al futuro, la Asociación Mar a Mar trabaja para ampliar la red de senderos, mejorar las instalaciones en puntos clave y fortalecer las capacidades de las comunidades locales para ofrecer servicios de calidad. También se están desarrollando variantes del recorrido para diferentes tipos de viajeros, incluyendo opciones más cortas para quienes no pueden dedicar dos semanas completas a la travesía. El objetivo final es consolidar El Camino de Costa Rica como un destino de referencia internacional para el turismo sostenible, capaz de competir con grandes rutas como el Camino de Santiago o el Camino Inca, pero con la distintiva riqueza natural y cultural de Centroamérica.
Consejos para hacer el sendero
El Camino de Costa Rica se puede realizar de forma óptima durante la estación seca, entre diciembre y abril, cuando las condiciones climáticas son más favorables. Aunque está abierto a todo tipo de viajeros, se recomienda contar con una buena condición física, ya que algunas etapas implican largas caminatas y terrenos desafiantes.
Aquí le van algunos consejos:
- De forma independiente: Quienes prefieren la autonomía pueden apoyarse en herramientas como el libro El Camino de Costa Rica Hiking Guide (en inglés, disponible en Amazon) y la aplicación Far Out Guide, una guía digital muy popular entre senderistas internacionales. Esta app ofrece información actualizada sobre hospedajes, restaurantes, puntos de abastecimiento, advertencias sobre zonas difíciles y recomendaciones de atractivos naturales como ríos y cataratas.
- Con acompañamiento profesional: Para una experiencia más estructurada y segura, se sugiere contratar guías locales autorizados. Estos no solo conocen el terreno a fondo, sino que también enriquecen la caminata con sus conocimientos sobre la cultura y el entorno natural de la región.
- Opciones de hospedaje: El Camino ofrece diversas alternativas que van desde albergues comunitarios hasta zonas designadas para acampar. Estas opciones permiten vivir experiencias que oscilan entre lo rústico y lo relativamente confortable, dependiendo del tramo.
Tenga en cuenta que en el sitio web oficial del Camino (disponible en español) se encuentra el documento “El Camino de Costa Rica en 16 etapas”, que proporciona detalles sobre alojamientos, contactos para reservas y mapas digitales accesibles mediante códigos QR.
Este camino, que se ha consolidado como una iniciativa de turismo sostenible que promueve el respeto por el medio ambiente y fomenta una conexión genuina con la naturaleza. Se invita a los caminantes a:
- Respetar las normas de conservación ambiental.
- Minimizar su impacto en los ecosistemas.
- Integrarse con el espíritu “pura vida” que define la identidad costarricense.
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