Turismo

“Los destinos son nuestra casa”

Sandra Howard, líder del área de asuntos públicos de Viveajar, habla sobre los beneficios de la práctica del turismo sostenible. Afirma que el encierro por sí mismo no generará un cambio de hábitos. Se requiere conciencia plena de los viajeros.

marcela díaz sandoval
20 de mayo de 2020 - 03:48 p. m.
Villa de Leyva es uno de los municipios sostenibles de Colombia.  / Getty Images
Villa de Leyva es uno de los municipios sostenibles de Colombia. / Getty Images

El turismo sostenible se define como aquel que pretende satisfacer las necesidades de los viajeros respetando el medioambiente, al tiempo que contribuye a generar ingresos y empleo para la población local. El mundo viene hablando sobre los principios de la sostenibilidad turística por lo menos hace tres décadas, y Colombia no ha sido ajeno.

De hecho, el país cuenta con normas técnicas de calidad para orientar las prácticas sostenibles aplicables a la industria desde hace años, que son parte de los requisitos que deben cumplir los prestadores de servicios turísticos para inscribirse en el Registro Nacional de Turismo.

En entrevista con El Espectador, Sandra Howard, exviceministra de Turismo en Colombia y líder del área de asuntos públicos de Viveajar, habla sobre el panorama del sector en términos de sostenibilidad y brinda algunas recomendaciones para pensar responsablemente cuando volvamos a viajar.

¿Qué tan exigente es Colombia en la práctica de turismo sostenible?

A partir de 2015, la implementación de las normas de sostenibilidad se hizo obligatoria en Colombia. Qué tan en serio se lo hayan tomado es otra cosa. Lo cierto es que quienes lo hacen terminan convencidos de que es la mejor manera de operar, aportando valor a su negocio a la vez que se cuidan los activos naturales y culturales del destino. Enhorabuena, porque el viceministro comparte esa visión y ha seguido impulsando los principios de la sostenibilidad turística, más ahora cuando va a ser indispensable esta oferta para atender la demanda pospandemia.

Es decir, que el país está preparado, en términos de logística y de certificaciones, para la implementación del turismo sostenible.

Por supuesto. Tenemos grandes ejemplos de prestadores de servicios turísticos que han ido más allá de la implementación y han accedido a la certificación del cumplimiento de las normas técnicas de calidad y sostenibilidad, comparables con los estándares internacionales. En la ONAC (Organismo Nacional de Acreditación de Colombia) hay por lo menos seis empresas expertas registradas para hacer ese trabajo. Y estoy segura de que hay cabida para más, pues en la medida que haya más demanda, este servicio deberá hacerse más accesible al público.

Colombia cuenta con un buen portafolio de destinos turísticos sostenibles certificados. ¿Qué retos quedan pendientes?

Que sigan el plan de acción de la certificación, que las entidades territoriales prioricen las inversiones necesarias para el mejoramiento de infraestructuras y servicios públicos, que las comunidades se mantengan comprometidas con este trabajo y que se logren formalizar y certificar cada vez más prestadores.

¿Qué tan posible es lograr que los colombianos y los empresarios le apuesten al país como destino antes que a otros lugares del exterior?

Muy posible. Colombia, como la mayoría de países, vive del turismo interno. Según datos de la WTTC, este pesa alrededor del 73 % del gasto global. En Colombia estamos aún por debajo de ese promedio, teniendo los ingredientes para brindar experiencias de todo tipo a los viajeros. Creo que estos días de confinamiento estarán generando unos deseos de conocer mucho más de Colombia, el país que todos en el exterior estaban recomendando.

Hará falta una buena campaña de comunicación sobre cómo se han alistado los destinos, de la mano de los prestadores de servicios, para recibir a los viajeros mejor que nunca, brindando seguridad y confianza. Ante la incertidumbre, seguramente se privilegiarán los destinos cercanos, viajes de corta distancia, sobre los cuales el viajero tenga mayor control.

Después de la cuarentena el mundo no será el mismo. ¿Será posible que este tiempo nos haya ayudado a tomar conciencia del cuidado del medioambiente?

Sí es posible que este tiempo produzca ese resultado en algunas personas. Pero eso depende de cada individuo y su apreciación y respeto por la vida en todas sus formas. También es cierto que unos meses encerrados en casa no son suficientes para reeducar a quien no ha utilizado este tiempo para informarse y revisar sus malos hábitos. El encierro por sí solo no hará el milagro. Se requiere una actitud proactiva para buscar el cambio de conciencia.

¿Cómo pensar en sostenibilidad cuando viajamos?

Es muy simple: Tome decisiones responsables en todo momento del viaje. Consuma productos de la región y contrate servicios con prestadores locales formales.

No haga a la naturaleza o los habitantes locales lo que no querría que le hagan. El destino es su casa durante las vacaciones, respételo, quiéralo, déjelo en las condiciones en que quisiera encontrarlo. Valore el viaje como una oportunidad de ser mejor persona, esté atento a las lecciones de la naturaleza, respete la sabiduría y cultura de los locales y asegúrese de dejarles buenos recuerdos de su estadía.

Por marcela díaz sandoval

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