Como cada año, el mes de marzo se establece como una especie de punto de control en el que se hace un profundo balance de los avances que se están registrando, tanto en las empresas como en los gobiernos y en las demás instituciones que conforman la sociedad civil, con el objetivo de lograr una mayor inclusión y equidad para la mujer, especialmente en el ámbito laboral y económico.
Sin duda, este es uno de los grandes retos que tienen por delante las sociedades actuales. Por supuesto, en los últimos años se han registrado múltiples avances en todos los ámbitos, con más mujeres en cargos directivos y gerenciales de grandes, medianas y pequeñas empresas, liderando países o al frente de los puestos de la más alta responsabilidad en los gobiernos de todo el mundo, o, de igual forma, desempeñando cada vez más trabajos que, históricamente, han estado en manos de los hombres.
Sin ir más lejos, en Colombia vemos algunos de esos avances, aunque ciertamente aún estamos lejos de lograr las cifras de inclusión que están dentro de nuestros objetivos. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística – DANE –, a corte de enero las mujeres del país presentaban un desempleo de 14,1 %, muy superior al 9 % que registran los hombres. Asimismo, la tasa de participación del sexo femenino es de tan solo el 51,7 % del total, por el 76,4 % de los hombres, mientras que la tasa de ocupación ni siquiera llega al 45 % en el caso de la población femenina, aunque en el caso de la masculina casi alcanza el 70 %.
Muchos de estos datos no hacen sino mostrar que, pese a los avances, muchas de las brechas laborales y económicas que ya por años han ido prendiendo las alarmas, todavía existen y están lejos de desaparecer.
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En este ámbito, por supuesto, las empresas tenemos un rol fundamental como uno de los grandes generadores de empleo en los países. Y esta es una tarea que nosotros desde Iberia, nos tomamos muy en serio y, si bien aún seguimos trabajando para lograr los objetivos, hemos tenido importantes avances en años recientes.
Hoy en día podemos decir que el 38 % de la plantilla de Iberia lo conforman mujeres. De igual forma, en cuanto a su proporción en cargos de la alta dirección, hemos pasado del 18 % en el 2018, hasta el 30 % en el 2022, un incremento de 12 puntos porcentuales en tan solo cuatro años. Además, somos mayoritarias en el cuerpo administrativo y suponen el 69 % del total en el segmento de tripulantes de cabina de pasajeros.
No obstante, hay retos que seguimos teniendo. Uno de los más llamativos es la representación minoritaria en el colectivo de pilotos, la cual, en Iberia, está en torno al 6 %, ligeramente por encima, eso sí, del promedio mundial para esta industria. También, entre los trabajos de técnico de mantenimiento, en los que las mujeres ocupan tan solo el 2 % del total.
No obstante, en Iberia tenemos una hoja de ruta clara para seguir mejorando las cifras, pues, para nosotros, la diversidad y la equidad deben entenderse como algo estructural e inherente a la empresa. Por ello, nos hemos marcado compromisos y metas ambiciosas, sí, pero también alcanzables, pues esa es la única forma de cumplir con los objetivos.
Prueba de ello es que hace tan solo unos días anunciamos que para 2025, el 40 % de los cargos directivos de Iberia estarán desempeñados por mujeres, al tiempo que hemos desplegado una serie de programas y estrategias para impulsar el papel de la mujer tanto en la empresa como fuera de ella. Me gustaría detenerme tan solo en uno de ellos, llamado “Quiero ser”, el cual busca fomentar las carreras técnicas entre chicas jóvenes de entre 16 y 18 años, para que conozcan este tipo de trabajos y, quizá, despertar una pasión que no sabían que tenían. Y lo mismo ocurre con otras carreras como la de piloto o ingeniero.
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En línea con todo esto, en 2023 hemos rediseñado y relanzado nuestro Plan de Diversidad, Equidad e Inclusión, al cual se le ha dado un nuevo enfoque estratégico, con un alcance que va más allá de las cuestiones de género y abarca también acciones y planes concretos para mitigar las diferencias generacionales y culturales, y para garantizar la inclusión de los grupos LGTBI+ y aquellos con discapacidad.
En definitiva, pese a que es innegable que se están mostrando avances, es un objetivo en el que no podemos escatimar esfuerzos para que, año tras año, vayamos mostrando resultados que se vayan acercando cada vez más a las metas para que, esperemos más pronto que tarde, las veamos cumplidas. Es por eso por lo que la equidad de género es una tarea que todavía podemos considerar pendiente, aunque sin duda avanza.
*Country manager de Iberia para Colombia.