Costa Rica se ha posicionado como un referente mundial en turismo sostenible, combinando paisajes espectaculares con un profundo compromiso con la conservación ambiental. Famoso por sus playas, montañas y selvas tropicales, este país alberga el 6,5 % de la biodiversidad mundial en apenas el 1 % de la superficie terrestre, demostrando que la aventura puede coexistir armoniosamente con la preservación del medio ambiente.
El compromiso de Costa Rica con la conservación ha sido ejemplar, logrando que, durante más de seis décadas, el país haya protegido el 26 % de su territorio mediante estrategias visionarias de preservación. Desde la década de 1980, el turismo sostenible se ha convertido en un pilar esencial de su economía, capitalizando su biodiversidad, que representa el 5% del total mundial, como una ventaja competitiva frente a otros destinos del Caribe y América Central.
Este enfoque estratégico impulsó la adopción de innovadoras políticas de conservación en los años 90, como la prohibición de cambios en el uso del suelo y la implementación de un sistema pionero de pagos por servicios ambientales.
“Tenemos un modelo sostenible que ha permitido que nuestro país crezca turísticamente sin comprometer sus recursos naturales. El 26 % del territorio nacional está protegido, lo que garantiza que la infraestructura turística permita disfrutar sin dañar el medio ambiente”, señaló Carolina Trejos, directora de mercadeo del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
Los resultados de estas políticas han sido sobresalientes: actualmente, los bosques cubren el 57 % del territorio nacional, consolidando a Costa Rica como el primer país tropical en revertir exitosamente la deforestación, según el Banco Mundial. Este logro ambiental ha sido un motor clave para el desarrollo del sector turístico, que se ha convertido en un pilar fundamental de la economía nacional.
El Instituto Costarricense de Turismo (ICT) informó que, en 2024, Costa Rica recibió un total de 2.661.488 turistas por vía aérea, lo que representa un aumento del 7,7 % en comparación con el año anterior. De este total, 1.779.529 visitantes ingresaron a través del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, ubicado en las afueras de San José, marcando un incremento del 4,6 %. Por su parte, el Aeropuerto Internacional Daniel Oduber, en el Pacífico norte, registró la llegada de 881.289 turistas, con un crecimiento significativo del 14,5 % respecto al año anterior. Esto refleja el impacto positivo de la promoción de Costa Rica como un destino líder a nivel mundial y que además ofrece un turismo ecológico único.
Colombia es uno de los países con mayor aporte al mercado turístico de Costa Rica. Según el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), los turistas colombianos han destacado como uno de los grupos más numerosos, con un total de 30.531 visitantes en 2024. Este incremento forma parte de un aumento general del 3,3 % en la llegada de turistas desde América del Sur, que registró 126.770 personas provenientes de países como Argentina (25.009 turistas) y Brasil (20.102 viajeros), entre otros.
Estados Unidos ha sido otro emisor importante, registrando un notable crecimiento en 2024, con la llegada de 1.587.138 turistas, lo que representó un aumento del 10,9 % respecto a 2023. Otros mercados clave incluyeron Canadá, con 257.395 turistas (5,9 %), México, con 92.404 (12,7 %), y Europa, que alcanzó los 428.637 visitantes, destacando Alemania, Francia, Reino Unido, España y Países Bajos.
“Este resultado reafirma la solidez de nuestra estrategia de promoción y la preferencia de los visitantes por nuestras experiencias únicas. Hemos mantenido una senda de crecimiento y seguiremos innovando para diversificar nuestros mercados y productos turísticos”, afirmó William Rodríguez, ministro de Turismo de Costa Rica,.
Sin embargo, aunque ha tenido estas buenas cifras, este éxito turístico presenta desafíos significativos para la conservación ambiental. Operadores locales han documentado un incremento en la deforestación, particularmente después de la crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19, que ha llevado a algunos agricultores a la tala ilegal. Además, existe una creciente preocupación por la venta de terrenos para desarrollos inmobiliarios de lujo para apostarle a un turismo más masivo, que requieren madera para construcción y están ejerciendo presión sobre los recursos forestales del país.
De hecho, durante el año 2023, Costa Rica enfrentó un significativo desafío en materia de delitos ambientales, con 2.355 denuncias presentadas ante la Fiscalía Adjunta Ambiental. Estas denuncias revelaron un patrón preocupante de infracciones que afectaron directamente a la biodiversidad del país, incluyendo invasiones en áreas protegidas, aprovechamiento ilegal de recursos en zonas restringidas, violaciones a la Ley Forestal y explotación ilegal de recursos mineros.
El problema fundamental reside en los incentivos económicos: mientras los programas de conservación ofrecen compensaciones modestas a largo plazo (aproximadamente 3.000 dólares por proteger cuatro hectáreas durante cinco años), la tala ilegal puede generar ganancias sustancialmente mayores en cuestión de días (cerca de 100.000 dólares en una semana). Esta disparidad económica entre la conservación y la explotación ilegal presenta un desafío significativo para las políticas de protección ambiental, pues aunque las medidas de control y represión son necesarias, está comenzando a ser insuficientes para contrarrestar los incentivos económicos que motivan la deforestación ilegal.
Ante esta problemática, el ministro de Turismo enfatizó que el país nunca ha promovido un turismo masivo, sino que ha apostado por un modelo sostenible. Bajo esta premisa, se han implementado diversas estrategias a lo largo del tiempo. Gracias a este enfoque, el turismo, que representa el 8,2% del PIB costarricense, ha crecido de manera equilibrada, permitiendo al país evitar los problemas de sobreturismo que afectan a algunos destinos europeos.
El Plan Nacional de Turismo de Costa Rica se articula en torno a tres pilares fundamentales: sostenibilidad, que integra dimensiones ambientales, económicas y sociales. Innovación, que fomenta la adaptación y la competitividad e inclusión, que busca garantizar beneficios equitativos para todas las comunidades. Para mantener este equilibrio, las autoridades costarricenses implementan medidas concretas como la determinación de la capacidad de carga en parques nacionales y áreas protegidas, lo que ha permitido evaluar cuidadosamente los límites del crecimiento turístico, asegurando que el desarrollo del sector no comprometa los recursos naturales ni la calidad de vida de los habitantes locales.
Cinco destinos que puede disfrutar en Costa Rica
Volcán Poás
El Parque Nacional Volcán Poás, creado en 1955 y ampliado en 1994 hasta abarcar 6,506 hectáreas, es uno de los tesoros naturales más emblemáticos de Costa Rica. Lo que distingue al lugar es su extraordinaria diversidad geológica y biológica. El cráter principal, con 1,320 metros de diámetro y una laguna ácida en su interior, es un espectáculo natural único, complementado por el histórico Cono Von Frantzius y la tranquila Laguna Botos, un antiguo cráter ahora transformado en una laguna de agua fría.
Por el lado de la fauna y la flora, este lugar alberga especies emblemáticas como el quetzal y el colibrí garganta de fuego, junto a mamíferos como el coyote y la característica ardilla del Poás. Su ecosistema se ve enriquecido por un bosque nuboso donde destacan plantas singulares como la sombrilla de pobre y los robles encinos, conformando un santuario natural que armoniza la geología volcánica con una biodiversidad excepcional.
Parque Nacional Manuel Antonio
El Parque Nacional Manuel Antonio, establecido en 1972, se ha convertido en el área silvestre protegida más visitada de Costa Rica. Este lugar natural fusiona playas de arena blanca con un denso bosque tropical muy húmedo, ofreciendo una experiencia única donde los visitantes pueden explorar senderos mientras observan la abundante vida silvestre, que incluye aproximadamente 352 especies de aves, 109 especies de mamíferos y 346 especies vegetales. Entre su fauna más emblemática destaca el mono tití, junto con monos cara blanca, congos, perezosos y una gran variedad de aves.
El parque se destaca por su extraordinaria diversidad de atractivos naturales, incluyendo un manglar de 18 hectáreas donde conviven diferentes especies de mangle, playas de excepcional belleza como Playa Manuel Antonio y Playas Gemelas, y formaciones geológicas únicas como Punta Catedral, un antiguo islote que se unió a la costa mediante un tómbolo. Los visitantes pueden disfrutar de impresionantes vistas desde varios miradores estratégicamente ubicados, como el Mirador Punta Serrucho y el Mirador Puerto Escondido, que ofrecen panorámicas espectaculares del paisaje marino costero.
Monteverde
Monteverde ,una ciudad ubicada en las montañas del noroeste de Costa Rica, es reconocida por sus impresionantes bosques nubosos y su excepcional biodiversidad. Uno de sus mayores atractivos es la Reserva Bosque Nuboso Monteverde, una área privada que abarca más de 10,500 hectáreas en la Sierra de Tilarán.
Este santuario natural alberga jaguares, ocelotes y el colorido quetzal resplandeciente, junto con más de 400 especies de aves, 120 mamíferos y cientos de anfibios, reptiles y mariposas. Además, cuenta con más de 3,000 especies de plantas, muchas de ellas endémicas. Los visitantes pueden explorar senderos rodeados de helechos y orquídeas, caminar por puentes colgantes sobre el dosel del bosque y disfrutar de un clima húmedo y fresco.
Parque Nacional Corcovado
El Parque Nacional Corcovado, establecido en 1975 y extendido por casi 46,000 hectáreas, representa uno de los santuarios naturales más grandes de Costa Rica. Su nombre, que según la tradición local proviene ya sea de una roca jorobada en la playa o de las curvas serpenteantes de su río, lo que evoca la naturaleza salvaje que caracteriza este espacio natural. Este parque ofrece una experiencia única para los amantes de la aventura, donde es posible encontrarse con dantas en la playa, observar manadas de saínos atravesando los senderos, o presenciar a los tiburones toro adentrándose en los ríos.
La experiencia en Corcovado se distribuye a través de diversos sectores, cada uno con sus propias características y atractivos: San Pedrillo con sus senderos y cataratas, Sirena con sus 20 kilómetros de senderos locales y avistamientos de vida silvestre, La Leona donde se pueden observar nacimientos de tortugas, y El Tigre que ofrece desafiantes caminatas con vistas panorámicas.
La Fortuna
La Fortuna, un distrito del cantón de San Carlos en la provincia de Alajuela, se ha convertido en la capital indiscutible de la aventura en Costa Rica. Este destino, que ha crecido hasta albergar cerca de cinco mil habitantes, ha transformado su potencialmente su ubicación en una ventaja única, creando un destino turístico de primer nivel que combina la belleza natural con una amplia gama de actividades emocionantes cerca del Volcan Arenal.
Lo que verdaderamente distingue a La Fortuna es su incomparable oferta de actividades de aventura y atracciones naturales. Los visitantes pueden disfrutar desde el rafting en aguas bravas de diferentes niveles de dificultad hasta el rappel por cascadas y cañones en medio de la selva. El área ofrece atracciones notables como la Cascada de Fortuna, las cuevas de Venado y las reconocidas aguas termales de Tabacón.
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