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Miguel Ángel López fue inteligente, precavido, astuto, y apenas llegó el último ascenso de la séptima jornada se puso a rueda de los demás. Estuvo un rato detrás de Nairo Quintana y cuando vio que el colombiano estaba trabajando para Alejandro Valverde se puso detrás del español. El corredor de Astana no dejó que los del Movistar lo fundieran y al final, aunque el campeón mundial de la ruta se quedó con la victoria. él entró detrás de Primoz Roglic, en la tercera casilla, suficiente para volver a ser el líder de la Vuelta a España.
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Tercera vez en la que López se vestirá de rojo, segunda después de una jornada de montaña, de pendientes fuertes y de curvas empinadas. El ciclista colombiano demostró que está fuerte de piernas y que cuando llegue el momento de atacar con más contundencia lo hará.
Este viernes no era necesario hacerlo, pues estando ahí, con los otros favoritos, la camiseta roja era una realidad, pues el belga Dylan Teuns, que la portó en esta jornada, se fundió apenas la carretera se inclinó.
Puede que sea una señal, que sea un mensaje de que esta vez será la vencida, de que López, que se volvió a subir el podio, tiene todo para que ese maillot que se ha quitado y se ha puesto varias veces en este 2019 sea por fin suyo en Madrid.
Back in 🔴!
— Astana – Premier Tech (@AstanaPremTech) August 30, 2019
A third place on stage 7 for @SupermanlopezN, he’s back leading the GC.💪#LaVuelta19 #AstanaProTeam pic.twitter.com/RKAAawUon5