Ante el Consejo Superior de la Judicatura fue radicada una queja disciplinaria en contra del abogado Jaime Gutiérrez Carrillo, quien defiende los intereses del expatrullero de la Policía Metropolitana Wilmer Antonio Alarcón, quien enfrenta un proceso penal por los hechos que rodearon la muerte del joven grafitero Diego Felipe Becerra, así como la manipulación de los elementos materiales probatorios.
La acción tiene referencia a lo que se considera una serie de acciones emprendidas por parte del jurista para obstruir la libre y eficaz administración de justicia en los dos procesos que se le adelantan al exuniformado, como aplazamientos, inasistencias a las diligencias judiciales, y por último la más reciente solicitud de colisión de competencias para que el caso pase a manos de la justicia penal militar. (Ver "Jalón de orejas" para evitar más dilaciones en el caso grafitero)
En el documento se piden que se compulsen copias para que se investiguen al jurista y además se tomen las medidas correspondientes con el fin de evitar que se presenten más dilaciones injustificadas y acciones temerarias por parte del profesional del derecho en estos procesos que ya cumplen tres años y hasta el momento no se ha podido superar la fase preparatoria de los mismos. (Ver Juez ordenó arresto de 48 horas para abogado defensor de patrullero implicado en caso grafitero)
Igualmente se solicitó que se inadmita la petición para que los procesos sean de conocimiento de la justicia penal militar ya que los delitos por los que fue acusado Alarcón no hacen referencia a casos del servicio. Además se presentó la decisión tomada por el magistrado Ovidio Claros el 29 de noviembre de 2011 en el que se ordenó el traslado del proceso a la justicia ordinaria. (Ver Proceso contra patrullero implicado en caso grafitero podría pasar a la justicia militar)
Según la investigación adelantada por la Fiscalía General el entonces patrullero de la Policía le disparó al joven de 16 años en la noche del 19 de agosto de 2011 en el norte de la capital de la República. Becerra Lizarazo recibió una herida en su espalda la cual le ocasionó la muerte pocos minutos después de que fuera transportado a la Clínica Shaio.
Además se le investiga por la ubicación de un arma en el lugar de los hechos, la cual fue la base para que el entonces director de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Francisco Patiño acusará al joven de pertenecer a una banda de atracadores la cual minutos antes había intentado asaltar un bus de servicio público que se movilizaba en la calle 116 con avenida Boyacá. El arma hallada, según el oficial, habría sido utilizada por el joven grafitero para intentar atacar al patrullero Alarcón.
“El injusto proceder de estos miembros de la Policía Nacional, ha llevado a los familiares de Diego Felipe Becerra Lizarazo a soportar señalamientos arbitrarios, amenazas y un dolor que retrasa el duelo pacifico que se hace necesario ante la desaparición de un ser amado. Y es que el hecho de soportar en las diferentes audiencias que se han adelantado ante los señores jueces penales, los desproporcionados comentarios que los sujetos procesales hacen sobre la víctima con el fin de justificar el actuar de sus poderdantes indigna y llena de dolor a quienes su muerte aflige”, precisa uno de los apartes del documento radicado ante el alto tribunal.