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El llamado de los ciclistas

Los ciclistas colombianos no hacen estos reclamos por molestar o buscar un protagonismo que no necesitan. Si los hacen, vale la pena que el Estado analice cuánto de cierto hay en sus palabras y qué se debe hacer para mejorar, en vez de buscar la forma de desmentirlos.

El Espectador
29 de julio de 2016 - 02:02 a. m.
A Winner Anacona, la directora de Coldeportes, Clara Luz Roldán, le respondió, casi regañándolo, que nadie se hacía solo y que “cuando nosotros los llevamos a eventos internacionales, es donde los conocen y los contratan empresas privadas". / El Espectador/Archivo
A Winner Anacona, la directora de Coldeportes, Clara Luz Roldán, le respondió, casi regañándolo, que nadie se hacía solo y que “cuando nosotros los llevamos a eventos internacionales, es donde los conocen y los contratan empresas privadas". / El Espectador/Archivo

Cada vez que nuestros deportistas hacen declaraciones que se consideran políticas se les suele atacar, bien diciendo que no deberían participar en política, que deben “dedicarse a lo suyo”, o bien asegurando que no están bien informados. Se pierde así la oportunidad de atender los llamados que hacen frecuentemente nuestros deportistas y al final todo queda en la anécdota o la reacción emotiva. Una muestra de ello es lo que ha sucedido recientemente con los ciclistas colombianos que brillan en Europa.

Primero fue Esteban Chaves, quien, en mayo pasado, tras ganar la etapa 14 del Giro de Italia, le envió un saludo al alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, lamentando que éste no hubiera aprobado el paso de la Vuelta a Colombia por la capital de la República y reclamando porque en Bogotá no hubiera un equipo de ciclismo. Luego fue Járlinson Pantano, quien, desde Francia, le pidió al presidente Juan Manuel Santos que resolviera pronto el paro camionero. Y el pasado fin de semana fue Winner Anacona, quien, en respuesta a un trino de felicitación del presidente Santos, señaló que los ciclistas “nos hemos hecho SOLOS en este bonito y duro deporte con la ayuda de pocos”. Las mayúsculas hacen parte de la publicación original y muestran claramente lo que Anacona quería decir: que el ciclismo en Colombia no ha recibido el apoyo que merece.

Ante estas tres declaraciones hubo respuestas distintas. A Chaves, el gobierno distrital le respondió que no dio su visto bueno a la Vuelta a Colombia porque los organizadores del evento pedían una inversión muy alta, lo cual fue desmentido por la Federación de Ciclismo. Sobre la ausencia de un equipo de ciclismo en Bogotá nada contestó y todo quedó en un rifirrafe que no dejó nada. A Pantano, Santos no le respondió, quizás porque a las pocas semanas el paro camionero se resolvió. Y a Anacona, la directora de Coldeportes, Clara Luz Roldán, en entrevista con Caracol Radio, le dijo, casi regañándolo, que nadie se hacía solo y que “cuando nosotros los llevamos a eventos internacionales, es donde los conocen y los contratan empresas privadas. Me refería a eso en el caso de Anacona, respeto mucho su comentario, pero es personal, y lo que me da tristeza es que un deportista se olvide de lo que fue su niñez, su juventud, y cómo hizo para llegar allá”. A Roldán habría que recordarle que apoyar a los deportistas colombianos no es un regalo, es un deber.

Los ciclistas colombianos no hacen estos reclamos por molestar o buscar un protagonismo que no necesitan. Si los hacen, vale la pena que el Estado analice cuánto de cierto hay en sus palabras y qué se debe hacer para mejorar, en vez de buscar la forma de desmentirlos.

Durante años, el deporte en Colombia se ha asumido como algo secundario, a lo que se le para bolas cuando hay triunfos y, sobre todo, para sacarle réditos políticos. Es cierto que ha habido avances. Cada vez tenemos más representantes olímpicos y más triunfos; sin embargo, muchos de ellos siguen siendo producto de luchas individuales, de las que luego el Estado se precia sin realmente haber hecho algo significativo. Y lo que pasa en el ciclismo es general a otros deportes. Ni es la primera vez que un ciclista se queja por falta de apoyo, ni es cierto que sólo los ciclistas hayan hecho críticas. También las han hecho pesistas y atletas.

Colombia ha crecido deportivamente y hay que aprovechar ese impulso para fortalecer la política pública del deporte. Para que nuestros atletas ya no tengan motivos para quejarse. Si el Estado quiere que los deportistas se dediquen “a lo suyo”, debe hacer precisamente eso: fortalecer el sistema en general para que ser un deportista de alto rendimiento sea un estilo de vida posible y no una lucha solitaria.

¿Está en desacuerdo con este editorial? Envíe su antieditorial de 500 palabras a yosoyespectador@gmail.com.

Por El Espectador

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