En 1900 los hermanos Michelin, productores de neumáticos en Francia, decidieron crear una guía que además de mostrar las rutas de Francia, incluía consejos para los viajeros, que en ese entonces no sumaban más de 2.500.
Poco a poco la guía Michelin de la ruta fue abarcando más aspectos, hasta que llegó al sector hotelero, que la convertiría en un clásico.
La lista de hoteles y restaurantes, elaborada por inspectores expertos que llegan de incógnito para además de describir el lugar y sus precios calificar con una, dos o tres estrellas la calidad del servicio y los alimentos, se convertiría en un mito para hoteleros y chefs de Europa. Este año, la guía francesa conmemora sus 100 ediciones, (pues no se imprimió durante la guerra), con todas las de la ley. Además de la gran celebración, la guía habla de 100 de los mejores chefs que han aparecido en la guía en Francia. Jean Luc Naret, su director, anuncia que los festejos seguirán durante todo el año.
Aparte de las conmemoraciones y de la publicación este año de la guía de Hong Kong —que se suma a las de Tokio, Los Ángeles y Nueva York, únicas por fuera de Europa—, los usuarios de la guía francesa podrán a partir de este año encontrar toda la información en los iphones, un avance que hace parte de los retos de Michelin. “Esta guía lleva dos siglos y lo interesante es ver cómo se convirtió en una referencia y sigue siendo la número uno. Hoy vendemos un millón doscientos mil ejemplares y es un referente en los nuevos destinos. Nuestro principal reto es mantener este lugar, abrir nuevos destinos y estar presentes con nuevos medios”, concluyó Naret.