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"Colombia no se ha quedado dormida"

Al referirse al TLC, que entra en vigencia el 15 de mayo, José Fernández destaca que Colombia ha trabajado duro promulgando varias leyes. Espera que compañías de EE.UU. compitan en igualdad de condiciones con otras extranjeras.

Diego Alarcón Rozo / Enviado especial a Cartagena
16 de abril de 2012 - 02:22 a. m.

José Fernández fue un atento seguidor de la Cumbre Empresarial y de la reunión de jefes de Estado en Cartagena. Es el secretario adjunto de Estado para asuntos económicos y comerciales de EE.UU., un hombre clave en esta nueva era de intercambio entre Washington y la región. Habla apaciblemente desde el lobby del hotel Santa Teresa, donde habla para El Espectador sobre el avance que tuvo el tratado de libre comercio (TLC) con Colombia, que entra en vigencia el próximo 15 de mayo, y las expectativas y nuevos proyectos en América Latina.

Ya se firmó la implementación del TLC y está próxima la fecha de su entrada en vigor. ¿Qué viene ahora?

En abril del año pasado se firmó el plan de acción laboral. Se ha venido trabajando muy fuertemente en ese tema para asegurarnos de que se está cumpliendo con el acuerdo. El gobierno colombiano ha trabajado duro, ha promulgado varias leyes y ha tomado varias decisiones para darle paso. Es algo que nos interesa mucho porque Colombia no se ha quedado dormida y ha estado negociando acuerdos con otros países, con Europa y Canadá, y eso pone a nuestras compañías en desventaja. Esperamos que una vez se promulgue el TLC, nuestras compañías puedan competir de una manera mucho más equitativa con otras compañías extranjeras.

Apenas la semana pasada el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios y la Federación de Organizaciones Laborales de EE.UU. enviaron una carta a Obama para frenar el tratado. Si el acuerdo se está cumpliendo, ¿por qué sucede esto?

Existían muy duras críticas sobre algunos aspectos del TLC, y esa fue una de las razones por las cuales nunca se pudo aprobar, pero el gobierno colombiano tomó ciertas medidas y acordó que lo iba a hacer. Yo creo que la intervención del vicepresidente Angelino Garzón, con la credibilidad que tiene como líder laboral, fue algo que ayudó y le dio confianza a todos. Aun así es un tema que generó críticas. El presidente Obama era consciente de eso, pero nosotros creemos que con ese plan de acción se tomaron las medidas necesarias (protección de derechos laborales y de sindicalistas) para ir adelante con el tratado.

¿Cuáles podrían considerarse los grandes focos de intercambio a los que se apuesta con el TLC?

Lo más importante de un tratado de libre comercio, ya sea con Colombia o con cualquier otro país, es que les da la seguridad a los comerciantes de ambos países de que van a recibir un trato equitativo. Porque hoy en día puede haber un gobierno que asegura que va a tratar bien a los inversionistas, pero el gobierno de mañana puede cambiar eso. Lo que los tratados hacen es dar permanencia, que es un punto muy importante porque los inversionistas van a saber que esa inversión que puede tomar 15, 20 o 30 años en rendir resultados, no tiene peligro de perderse por un cambio en las reglas de juego. Nosotros le vendemos muchas cosas a Colombia: maquinaria, productos agrícolas, carne... todos ellos los vemos como una posibilidad de seguir impulsando en este país. De Colombia nos interesan mucho las flores, por ejemplo. Pero no podemos predecir qué es lo que un colombiano va a querer venderle a Estados Unidos en la próxima década. Eso se verá en el futuro.

A hoy, ¿cómo están los lazos comerciales?, ¿cómo llegan las relaciones a esta nueva etapa comercial?

Las relaciones con Colombia, ya sea comerciales o de cualquier otra, van muy bien. Colombia es uno de los principales aliados de Estados Unidos en América Latina, no solamente por razones comerciales —es el cuarto mercado latinoamericano para Estados Unidos— sino en otros temas. El hecho de que Colombia haya decidido ser anfitriona de la cumbre, de que Colombia vaya a ser anfitriona en octubre de Caminos a la Prosperidad —una cumbre con 12 países latinoamericanos— y de que también quiera ser anfitriona del Foro de Competitividad de las Américas, también en octubre, demuestra los lazos entre los dos países.

Electricidad, punto clave para interconexión

Para José Fernández, secretario adjunto de Estado de EE.UU. para asuntos económicos y comerciales, el tema principal de la VI Cumbre de las Américas, clausurada ayer, fue la interconexión de la región y la creación de puentes, como ha dicho el presidente Santos. Por ejemplo, el presidente Barack Obama ha anunciado una iniciativa en electricidad para interconectar al continente. De manera que si Colombia tiene exceso de electricidad y Ecuador no, pueda haber interconexiones que permitan entregar energía más allá de las fronteras. Esto ya se ha implementado con Canadá y México.

Es algo importante cuando tenemos 30 millones de latinoamericanos que no tienen electricidad. La nuestra es una región que, se prevé, va a seguir creciendo al 4 o al 5%, lo que significa que requerirá de más electricidad e interconexiones.

Por Diego Alarcón Rozo / Enviado especial a Cartagena

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