
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Una avalancha de mensajes en redes sociales. Una avalancha de cadenas de información circulando por todos los chats que teníamos en el teléfono. Una avalancha de opiniones de gente que nunca había soltado una sola opinión sobre un tema de salud pública. Una avalancha de supuestos expertos exigiendo medidas y criticando decisiones sin ser, en realidad, expertos. Una infodemia, como le llamó la Organización Mundial de la Salud, a la avalancha de información sobre la pandemia. Una avalancha. A esto nos tuvimos que enfrentar, todos, cuando nos fuimos enterando de que un nuevo coronavirus, el COVID-19, se había convertido en una amenaza mundial que estaba cobrando miles de vidas en Asia, que venía cruzando Europa y que en Estados Unidos ya no tenía freno.
En esos momentos de prisa informativa, de urgencias en las salas de redacción por publicar frenéticamente cuanto cable periodístico aparecía en nuestras pantallas, se necesitaba mesura, cordura, prudencia. La responsabilidad que tenemos los medios de comunicación en medio de la era de la información debía cumplir su papel y, sobre todo, curar la información después de entenderla para poder llevar dela forma más explicada y detallada a nuestros lectores, a nuestra audiencia.
De eso vamos a conversar con Pablo Correa, editor de la sección Vivir, donde trabajamos temas de salud y ciencia, en esta primera versión de El Espectador le explica live, un espacio dedicado a todos ustedes para entender no solo el reto de cubrir una pandemia sino de la necesidad de un periodismo especializado que pueda hacer la tarea bien hecha, con fundamentos, cargada de fuentes especializadas y lejana de los juicios, eso mismos que tanta fuerza han cobrado en las redes sociales. Al final, por supuesto, hablaremos de los antídotos contra la epidemia de información falsa, esta última una enfermedad creciente en medio de la desinformación.
El link para la inscripción es el siguiente: https://bit.ly/2Tkd0CS