¿Cómo prevenir que los menores compren drogas en internet?

La web se ha convertido en un lugar apetecido por los expendedores de estupefacientes. Para evitar que los menores caigan en sus trucos, expertos sugieren hacer un seguimiento a las páginas que visitan en internet. En 2019, el Centro Cibernético de la Policía Nacional ha encontrado más de 200 perfiles sospechosos a los que se les han iniciado procesos judiciales.

Ingrith Gómez Morales/ igomez@elepectador.com / @IngrithGomez23
02 de octubre de 2019 - 03:36 p. m.
Las redes sociales que más están expuestas a actividades ilegales son Facebook, Instagram y WhatsApp. / iStock
Las redes sociales que más están expuestas a actividades ilegales son Facebook, Instagram y WhatsApp. / iStock

¿Sabe qué hace su hijo cuando ingresa a internet? ¿Cuáles son las páginas que sigue y visita? ¿Cuáles son los productos que compra o le ofrecen por ese canal? ¿Cuáles son los grupos a los que pertenece en las redes sociales? Estas son algunas de las preguntas que debería plantearse para evitar que sus hijos se vean afectados por la nueva modalidad de venta de estupefacientes, pues, como lo aseguran los expertos, internet es ahora la nueva vitrina para los traficantes de drogas.

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Así como en la web se puede comprar ropa, entradas para cine y electrodomésticos, ver películas y partidos de fútbol, entre otras actividades, también ha sido usada para cometer actos criminales, como la compra y venta de sustancias ilícitas, todo por medio de páginas que no pueden ser rastreadas o encontradas fácilmente por las autoridades. Según el Centro Cibernético de la Policía Nacional, se trata de la deep web o web profunda, que son páginas y sitios en internet usados por los “criminales porque no pueden ser indexados por los buscadores tradicionales, es decir, no aparecen en los resultados de Google, Bing, Yahoo!, etc.”.

La dark web, por otra parte, es el mercado ilegal que existe dentro de la deep web, donde se utilizan redes superpuestas y programas especiales para su acceso y anonimización. “Hay expertos que afirman que los grupos cerrados existentes en redes sociales, ya sea Facebook, Instagram o WhatsApp, donde se comercializan sustancias prohibidas, se consideran parte de la dark web, ya que cumplen con la característica de ser redes ocultas deliberadamente y que solo tiene acceso bajo autorización del administrador”, asegura el teniente coronel Álex Durán, jefe del Centro Cibernético de la Policía Nacional.

Hay que tener en cuenta que, aunque no todos los jóvenes, especialmente menores de edad, que tengan perfiles en redes sociales o naveguen por internet caen ante las estrategias de individuos que buscan nuevos consumidores de drogas, sí hay un número preocupante de adolescentes que sucumben a la curiosidad, el reto o la presión grupal, hasta llegar al consumo de estas sustancias que se promocionan en perfiles y páginas de redes sociales.

“La mayoría de estos jóvenes y adolescentes que caen en las estrategias de inducción del consumo de drogas a través de las redes presentan problemáticas como la carencia de vínculos emocionales/afectivos con sus padres y familia en general, falta de información o responsabilidad en el manejo de sus redes, problemas de base de salud mental, aislamiento social, acoso escolar, ideaciones suicidas, son víctimas de abuso físico y psicológico, violencia intrafamiliar, abuso sexual, entre otras”, afirma Ricardo Ruidíaz, experto en investigación y prevención de la violencia a niños, niñas y adolescentes y director de la Fundación Amigos Unidos.

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Según Ruidíaz, quienes promocionan el consumo o buscan inducir a nuevos consumidores, especialmente jóvenes entre los 13 y los 18 años, usando las redes sociales, primero buscan ganarse su confianza, les ofrecen soluciones a sus problemáticas cotidianas. Muchas de estas les producen estados preocupantes de estrés y depresión, por eso buscan llenar sus vacíos emocionales y les venden la idea de que la droga es el medio más rápido y efectivo para “sentirse mejor”.

“Es claro que estos personajes se valen de otros adolescentes para el reclutamiento en la red de otros. Se dan el tiempo y la paciencia para atraparlos ofreciéndoles una primera dosis gratuita e incluso acompañamiento para enseñarles y guiarlos en el proceso”, dice Ruidíaz.

Entre las ciudades con mayor impacto en la venta de estupefacientes en línea, identificadas por el Centro Cibernético de la Policía Nacional, están Bogotá y Medellín. Además, durante lo que va del 2019 se han encontrado más de 200 perfiles y grupos en redes sociales a quienes la Fiscalía General de la Nación les ha iniciado procesos judiciales. Adicionalmente, gracias a los reportes realizados por usuarios de estas redes, se han suspendido cuentas y perfiles. “En la dark web se han identificado sitios como Colombia Conexión, donde se identificó un mercado ilegal de sustancias prohibidas, que fue eliminado con el apoyo de Europol. Actualmente se está trabajando en la identificación de los autores y partícipes de dos foros en esta misma red que están siendo usados para la venta de este tipo de sustancias”, asegura el teniente coronel Durán.

¿Qué deben hacer lo padres?

Entre las sustancias más vendidas en la web están el tucibi, en inglés 2CB (cocaína rosada), la marihuana y el LSD (ácidos), según el centro cibernético, que realiza labores de ciberpatrullaje. Ricardo Ruidíaz asegura que se han encontrado casos aislados de heroína en el Eje Cafetero y que, en general, las drogas son vendidas por medio de este canal. “Son camufladas en diferentes objetos y alimentos para pasar desapercibidas ante las autoridades o como fachada al momento de ser llevadas a domicilio”.

Para Juan Camilo Díaz Bohórquez, profesor y asesor de comunicaciones del Instituto de la Familia de la Universidad de la Sábana, “es difícil determinar si internet cumple algún rol en el consumo o en la prevención de sustancias ilícitas, incluso, lo que sí se puede asegurar es que en la web hay un sinnúmero de información que puede estar a favor y en contra del consumo. Lo que pasa en este caso es que ese contenido no es asimilable o analizado de manera crítica por un niño o por un adolescente, que entonces cree que ese es el lado correcto de hacer las cosas. En este panorama, el problema no sería internet, sino el tipo de información que puede haber publicada allí y la poca capacidad crítica y reflexiva que puede tener un joven”.

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Entre las recomendaciones que da Díaz Bohórquez para que los padres puedan hacer prevención en sus casas está la instalación de aplicaciones que ayudan a filtrar las búsquedas, como Google Safe Search, Aviral Social Shield, entre otros, “herramientas que nos pueden dar una mano para que nuestros hijos no puedan acceder a ciertos contenidos o, si hacen alguna búsqueda, automáticamente el programa los detecte e impida el acceso. Así mismo, es clave hablar con los hijos sobre estos temas, de lo que se puede encontrar en la web. Hablar sin miedo, explicarles que, así como hay videos, fotos, películas, música, juegos e información de todo tipo, también pueden encontrar violencia, sexo, drogas, pornografía y muchísimas cosas con las que tienen que tener cuidado”.

Los padres no solo tienen que tener cuidado con las páginas que se encuentran en la web profunda, aquellas que no pueden ser descubiertas fácilmente, también deben prestar su atención a los perfiles, que “en su gran mayoría utilizan nombres alusivos a las drogas o terminología joven, puesto que ya no existe una venta oculta o subterránea, como se puede llegar a pensar. Basta digitar en el buscador de las redes sociales y aparecen estos perfiles y en ellos quienes se dedican a la venta a domicilio. Por eso el llamado a la prevención desde casa”, explica el director de la Fundación Amigos Unidos.

Las redes sociales que más están expuestas a estas actividades ilegales son Facebook, Instagram y Whatsapp. La persona que ingresa a esta modalidad de consumo también se ve expuesta a otros riesgos, como la afectación de su salud, ya que la droga suele ser adulterada con químicos potencialmente dañinos con la finalidad de rendirlas y/o potencializar su efecto, lo que a su vez causa una adicción mayor. También se pueden presentar secuestros exprés por parte de los vendedores, en los que el menor es retenido, amenazado y obligado a pagar por su liberación con sus pertenencias. Además de abusos sexuales y extorsiones, parte de los otros actos criminales a los que están expuestos quienes naveguen en esos sitios web.

Ante este panorama, es vital tener en cuenta las recomendaciones de las autoridades y expertos sobre cómo atender las adicciones, cómo usar de manera correcta los aparatos electrónicos en casa y cómo abordar el tema con los jóvenes. Según ellos, es clave recordar que el primer método de prevención es muy sencillo: dialogar.

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Por Ingrith Gómez Morales/ igomez@elepectador.com / @IngrithGomez23

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