Corpamag cree que muerte de pelícanos está relacionada con falta de alimento

Los pescadores dicen que han muerto cerca de 4.000 pelícanos en la desembocadura del río Toribio.

A pesar de que ninguna autoridad ambiental ha emitido alertas vinculadas con mortandad de aves en Magdalena, los pescadores del municipio de Ciénaga aseguran que, desde hace 20 días, al menos 4.000 pelícanos han muerto en las playas donde desemboca el río Toribio, muy cerca de los puertos carboneros de CNR y Prodeco.

El pescador Ausberto Márquez, vocero de la comunidad, ha repetido en diferentes medios que la última vez que vio algo similar fue hace más de 15 años. “No tenemos como explicar lo que ocurre, pero esto no es normal, la Corporación Autónoma dice que son muy pocos los animales que han encontrado pero han muchos que la gente ha enterrado para evitar que se descompongan. Les pedimos que investiguen qué está pasando”.

A esta denuncia se sumó la alcaldía de Ciénaga, que a través de un comunicado aseguró, el lunes pasado, que funcionarios de ese gobierno habían visitado el lugar y encontraron que “efectivamente se encontraban diseminados en la zona donde desemboca el río Toribio, un significativo número de pelicanos en estado de descomposición por efecto de su exposición al aire libre y otros en estado preagónico”.

La alcaldía reprochó que la Corporación Autónoma Regional del Magdalena
(Corpamag), la como autoridad ambiental encargada, no emitiera en días pasados alertas sobre esta situación. “No hay razón valedera para que quienes fungen como autoridad ambiental, no presten oído a este fenómeno de muerte de los pelícanos; deben hacerlo con los soportes y créditos de una investigación que de luces del por qué está mortandad de las aves migratorias, qué la puede estar provocando y cómo actuar en este caso donde miles de estas aves han sido enterradas en fosas hechas por los pescadores del sector”.

Pero al consultar a la autoridad ambiental, Alfredo Martínez el subdirector de gestión ambiental de Corpamag, aseguró que luego de recorrer este lunes las playas de las desembocaduras de los ríos Córdoba y Toribio encontraron menos de 50 aves muertas y no miles como mencionan los pobladores.

“Estimamos que esas 50 pueden multiplicarse por tres ya que no indagamos si dentro del bosque había muchos más individuos, pero tampoco podemos hablar de 4.000 aves. No las vimos. Igual esta es una cifra bastante grande y por eso estamos investigando cuales son las verdaderas causas. Los pelícanos muertos que encontramos eran muy jóvenes. Hicimos una necropsia y el animal no tenía alimento en el estómago, creemos que posiblemente están llegando con el estómago vacío del Caribe y al ser tan pequeños, no sobreviven”, le dijo a El Espectador.

Después de reunirse este martes con funcionarios del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), Martinez recordó que la última vez que se presentó un evento de este tipo fue en el año 2000, cuando cientos de aves murieron al contraer un virus que solo afectó a la población de pelícanos. “No digo que esté sucediendo lo mismo, eso no lo sabemos. Vamos a analizar muestras de animales y agua para tener información clara e informarle a la pobladores si esta situación representa algún riesgo para ellos”, dijo el funcionario.

Para la autoridad ambiental llama la atención que solo estén muriendo pelícanos aunque en el mismo lugar se concentran distintos tipos de aves como las garzas. “Descartamos que haya algún vertimiento de contaminantes porque de ser así también habrían muerto gran cantidad de peces. Indagamos y no hay ningún tipo de derrame. En las próximas dos semanas podremos tener resultados de laboratorio que nos indiquen de manera más concreta lo que está pasando”, dijo Alfredo Martínez.