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Descenso de River Plate refleja la decadencia del fútbol argentino

La exportación constante de jugadores provocó la pérdida de calidad y competitividad en un rentado que fue perdiendo atractivo.

AFP
28 de junio de 2011 - 11:23 a. m.

El descenso del legendario River Plate a la segunda división de Argentina reafirma la decadencia del fútbol local, que sufre por la ida en masa de los mejores jugadores a las ligas de Europa y humilla a millones de hinchas en un país donde este deporte es cuestión de estado.

Perder la categoría hundió en el dolor a los fanáticos de los 'Millonarios', que lloraban o miraban estupefactos como su amada institución, la más ganadora a nivel local con 33 títulos y 110 años de historia, bajaba el domingo a la B Nacional (segunda división) tras una repesca con Belgrano de Córdoba en la que perdió 2-0 en el partido de ida y empató 1-1 en la revancha.

Tan Monumental como su famoso estadio fue el desencanto de los simpatizantes comunes y triste la ola de violencia desatada en las calles por los temibles 'barrasbravas' del club, que cuentan varias muertes en su prontuario, aunque en esta ocasión sólo hubo heridos, más de 50, y 90 detenidos en los desmanes.

Pero así como el Gobierno y el país entero esperaban los disturbios si se producía el descenso, y para ello se había previsto el mayor operativo policial de la historia futbolera, también era la crónica de una muerte anunciada el vaciamiento económico y deportivo de la entidad.

Sólo alcanza con nombrar a tres de sus exjugadores, Esteban Cambiasso (Inter de Milán, Italia), Javier Mascherano (FC Barcelona, España) y Gonzalo Higuaín (Real Madrid, España), como muestra en miniatura de su colosal éxodo de jugadores a cambio de multimillonarias sumas de dinero por sus transferencias.

Se necesitan varias páginas para recordar la nómina completa de la fuga de talentos de River, que negoció los pases de Hernán Crespo, Matías Almeyda, Ariel Ortega, Marcelo Gallardo, Pablo Aimar, Javier Saviola, Andrés D'Alessandro, Fernando Cavenaghi y Maxi López, entre otros.

"Desde hace tiempo River perdió identidad. Esto es horroroso. Es un daño muy grande a la historia de River", dijo el exdefensor riverplatense Jorge 'Pipa' Higuaín, padre del 'Pipita' Higuaín.

Durante una década, hasta 2006, en las arcas del club ingresaron 228 millones de dólares, cifra que se incrementó en el último lustro, pese a lo cual las planillas contables internas arrojan un pasivo en el último ejercicio equivalente a 52 millones de dólares.

Argentina tiene una cantera riquísima para la producción de jugadores y el semillero no para de arrojar frutos cada día, pero nadie puede soportar semejante hemorragia de buenos jugadores sin caer en el nivel menos que mediocre de los últimos campeonatos locales.

"River vendió mal y compró peor. Fue entonces cuando se empezaron a incubar los huevos de esta serpiente", dijo el sociólogo Sergio Berensztein.

River es un reflejo de la crisis porque la venta de jugadores argentinos transferidos a Europa creció un 825%, con un crecimiento exponencial en la última década, según un estudio de Gerardo Molina y Asociados/Euromericas Sport Marketing.

El país sudamericano exportó 2.204 jugadores al exterior, para jugar en clubes de las seis ligas mas importantes de Europa, que son España, Inglaterra, Alemania, Italia, Francia y Holanda, según la consultora.

Otros emigraron a Rusia, Ucrania, Turquía, Rumania, Grecia, Portugal, Suiza y Emiratos Árabes, mientras que Brasil exportó en igual período 1.374 jugadores.

"Los clubes argentinos no pueden competir económicamente con los millonarios presupuestos con que cuentan las estructura de los equipos de Europa", comentó el director de la muestra, Gerardo Molina.

El analista dijo que "esta situación genera mayores ingresos pero van en desmedro de una pérdida de calidad y competitividad. El campeonato argentino fue perdiendo atractivo".

La decadencia también se expresa en que la nación donde el fútbol es una pasión rayana con el fanatismo, la selección mayor no gana una Copa América desde Ecuador-1993 ni un Mundial desde México-1986.

Y le tocó a River y le podría tocar a los dos 'grandes' que no descendieron nunca, Boca Juniors e Independiente, cuyo nivel de juego lejos está del que tuvieron en toda su historia.

Por AFP

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