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A simple vista la imagen de la valla parece una galaxia con muchos colores. De cerca y con más detenimiento, el observador entiende que se trata de una arteria vista a través de un microscopio y que hace parte de una de la piezas de la campaña “Tejidos por la Vida”, que desde hace unos días se tomó las calles de Medellín.
Pero, ¿qué tiene que ver una galaxia con un tejido? Ana Ochoa, directora de Comunicaciones del Parque Explora y quien lideró el equipo creativo detrás de esta iniciativa, tiene muy clara la relación: “El desafío, en este mundo acostumbrado al exceso de información es construir significado. Por eso pensamos en una campaña que sorprendiera desde lo estético para invitar a la gente a ver la donación de tejidos con otros ojos”.
El resultado es un grupo de imágenes que reúnen la voz de miles de pacientes que hoy esperan un trasplante de córnea, de piel, de hueso o de arterias, entre muchos otros tejidos, para sanar todo tipo de enfermedades, evitar discapacidades mayores y mejorar su calidad de vida.
Aunque Antioquia es líder en investigación y logros científicos en trasplantes de órganos y tejidos en Latinoamérica, y el país cuenta con la capacidad médica para estas intervenciones, el déficit de donantes hace que muchos pacientes no tengan la oportunidad de recibir un tejido.
El mensaje es para todos los que no sospechan que además de sus órganos, pueden donar también su piel, sus ojos, sus tejidos óseos y que desconocen que un solo donante puede beneficiar hasta a 55 personas.
De acuerdo con la doctora Maribel Martínez, de la Corporación Banco de Córneas y Tejidos de Medellín, Bancórnea, en este caso, lo que impide la donación “no es que la gente no quiera ayudar, sino que desconoce la diferencia que existe entre donar órganos y tejidos”.
Mientras un órgano solo puede cumplir una función específica, explica la especialista, los tejidos se pueden usar para funciones diferentes, como ocurre con la membrana amniótica, que cubre el embrión y que puede usarse para reemplazar tejidos en los ojos. Además, mientras el primero debe ser trasplantado lo antes posible, en el caso de los tejidos pueden ser procesados y almacenados en bancos.
Diego Londoño, un antioqueño que después de un accidente de trabajo estuvo a punto de perder uno de los ojos (debido al contacto con una sustancia química), pudo salvar su visión gracias a un donante de membrana amniótica. “El procedimiento sonaba mágico y hasta milagroso. Sin esa persona, yo no vería en este momento”, dice Diego.
De acuerdo con cifras de la Asociación Colombiana de Bancos de Tejidos, en 2014 se beneficiaron aproximadamente 17 mil personas con trasplantes de este tipo, y por cada donante se trasplantaron en promedio 2,4 órganos y 50.2 tejidos. Asimismo, 961 órganos fueron trasplantados.
La campaña está liderada por la Red Nacional de Donación y Trasplantes de Órganos y Tejidos, la Secretaría Seccional de Salud y Protección Social de Antioquia, la Universidad de Antioquia, Bancórnea y Ruta N.
La idea es que personas interesadas expresen su deseo de ser donantes para que sus familiares puedan tomar decisiones y permitan el procedimiento. Además, es clave poder dejar el tema sobre la mesa y que se sostenga un diálogo público que lleve a que se incremente la donación.
“Lo primero que vi fue el verde de las montañas. La Medellín que yo conocía era lúgubre, oscura. Alguien entregó una córnea y esa fue mi posibilidad de poder ver normalmente. Mi familia y yo vivimos muy agradecidos. Mi mayor enseñanza es reconocer que este cuerpo no es nuestro, sino de quien lo necesita”, dice el paciente Luis Fernando Sierra.
*Si quiere convertirse en donante puede comunicarse en Medellín a los números 3600166 y 360167.