El drama de llamarse Hitler o Sadam Husein

Hitler y Sadam Husein conversan en una cafetería. Parece el comienzo de un chiste pero no lo es. En los territorios palestinos, hay la costumbre de poner a los hijos los nombres de personas conocidas.

Agencia Afp
03 de noviembre de 2017 - 10:45 p. m.
Hitler Abu Hamad, subdirector de una escuela, se sienta en su oficina en la ciudad ocupada de Hebrón, Israel.  / AFP
Hitler Abu Hamad, subdirector de una escuela, se sienta en su oficina en la ciudad ocupada de Hebrón, Israel. / AFP

Hitler Abu Hamad cree que es el único con este nombre en los territorios palestinos y no se enorgullece de ello. Pudo haberlo cambiado, pero se ha resignado a vivir con él.

"No existe ninguna relación entre mi nombre y lo que hizo Adolf  Hitler. Sus acciones me horrorizan", explica a la AFP en su casa de Hebrón, en Cisjordania.

"Soy contrario al asesinato, a la violencia, a las violaciones de los derechos humanos. Pero me he acostumbrado a este nombre, forma parte de mi personalidad", añade este profesor de 41 años.

La elección del nombre de uno de los personajes más odiados del siglo XX está relacionada con el conflicto israelo-palestino.

Cuando nació, su padre, en protesta contra la ocupación israelí, quiso elegir el nombre del instigador del genocidio judío, en el que seis millones de personas murieron en condiciones atroces.

"Mi padre me puso este nombre a modo de provocación", explica. "No era un gesto político, era un hombre sencillo que cometió un error. Quería que mi nombre hiciera reflexionar a los ocupantes", afirma Hitler Abu Ahmad.

Israel ocupa y coloniza Cisjordania desde 1967. Es el caso del centro de Hebrón, donde cientos de colonos israelíes viven bajo protección militar.

Abu Ahmad tiene dos hijos. Estudió literatura inglesa antes de convertirse en director adjunto de una escuela de Hebrón, cerca de su casa. También imparte clases de alfabetización a adultos.

La elección de su padre le ha causado muchos problemas durante su infancia y en los puestos de control del ejército israelí.

"Algunos de mis profesores me trataban mal y me saludaban con un 'Heil Hitler'", recuerda.

Una vez, cuando tenía 15 años, tuvo que dar su nombre a un oficial israelí. "Me dijo: 'Tú eres un criminal'", y sus soldados le pegaron y le rompieron la nariz, asegura él.

Contactado por la AFP, el ejército israelí no ha querido comentar estas declaraciones.

Él achaca a su nombre la negativa de las autoridades israelíes a otorgarle un permiso para estudiar y trabajar fuera de Cisjordania.

Muchos palestinos pusieron a sus hijos el nombre de Yaser Arafat, su líder. Otros el de Castro, Che Guevara, Chávez..., personalidades latinoamericanas que han apoyado su causa.

En Hebrón también vive un Carter Abu Isneyna, en referencia al expresidente estadounidense Jimmy Carter, que intentó convencer a Israel de poner fin a la ocupación y lideró las negociaciones de paz de Camp David entre Israel y Egipto.

Qais Hussein Omar nació en 1976 con otro patronímico: Sadam Husein. Él cuenta que, por culpa de este nombre, unos soldados israelíes lo molieron a golpes y tuvo que ser hospitalizado. "Mi nombre es fuente de sufrimiento psicológico y físico".

También se topó con dificultades en otros países, por lo que hace siete años decidió cambiarlo.

Entre los árabes israelíes (los palestinos que se quedaron en sus tierras cuando se creó Israel en 1948) hay casos parecidos. Un habitante de Haifa, en el norte de Israel, se llama Jules Jammal, un héroe militar sirio de la crisis de Suez en 1956. "Estoy contento con mi nombre", declara.

Niji Obeid, un árabe israelí cristiano que anima a los miembros de su comunidad a alistarse en el ejército israelí, puso a su hijo el nombre de Menahem Begin, ex primer ministro israelí de derecha.

"Este dirigente me gustaba, era mi amigo, por eso llamé a mi hijo Begin Obeid. Forma parte de la marina israelí", explica.

Un hijo de otro árabe israelí cristiano, Wahid Nicola, se llama Benjamin Netanyahu. Le puso el nombre después de la victoria del actual primer ministro israelí en las elecciones de 1996.

Benjamin Netanyahu Nicola, un repartidor de 21 años, ha explicado en entrevistas a la prensa israelí que su nombre le causó infinidad de problemas en los repartos en las localidades árabes.

Quiso cambiarlo pero su padre, miembro del Likud, el partido de Netanyahu, se opuso, según la prensa.

Benjamin Netanyahu Nicola no quiso hablar con la AFP. "Su nombre le causó muchos problemas, sobre todo después de entrevistas. Es la razón por la que ya no da más", explica su madre.

Por Agencia Afp

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