Germán Efromovich, el dueño de Avianca, dejó sorprendidos a los pasajeros que de Cancún (México) iban con destino a Bogotá, el pasado sábado, al verlo como un auxiliar de vuelo común y corriente.
Recogiendo pasabordos, cerrando las cajuelas del avión y monitoreando la operación del vuelo fue visto Efromovich, a quien se vio bastante cómodo con su trabajo. Las personas que lo reconocieron lo saludaron y hasta lo felicitaron, a lo que él solo respondía con risas y buena actitud.
“Los tienen trabajando fuertemente hoy, me imagino”, fue la pregunta que hizo Rafael López, una de las personas que viajaba en el avión, a uno de los auxiliares de vuelo. “Sí claro, como siempre. El doctor Efromovich siempre hace esto, a él le gusta estar pendiente de todo”, contestó.
Germán Efromovich no solo tiene sagacidad y halconería empresarial tras convertir a Avianca en un emporio aéreo con operaciones a lo largo de todo el continente latinoamericano, también se le ve como un trabajador más teniendo contacto directo con sus principales consentidos: sus clientes.