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El espía que le dice al jefe quién va a renunciar

¿Es usted de los empleados que está pensando en abandonar su trabajo sin consultarle a su superior? Tenga cuidado, este algoritmo revelado por el WSJ le dejará al descubierto.

Redacción Negocios
21 de abril de 2015 - 03:34 a. m.
AFP / AFP
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 ¿Le ha pasado que mientras está trabajando alguien le ofrece una vacante en otra oficina, posiblemente con un mejor pago, con menos horas laborales, cerca de su casa y toma la decisión de adelantar el proceso sin renunciar? ¿Incluso, cuando ya toma la decisión de irse, espera sólo hasta el último momento para decirle a su jefe que se va, firma la carta de renuncia y pasa por recursos humanos por su cheque de liquidación? Pues si usted lo ha hecho o tiene planeado hacerlo, tiene que leer esta información.

De acuerdo con un artículo publicado por The Wall Street Journal, los cerebros de la firma Ultimate Software Group Inc crearon un algoritmo, una ‘fórmula matemática’, que tiene la capacidad de asignarle a cada empleado “cifras de ‘predictor de retención’ individual”, algo parecido a una calificación de crédito con la que el jefe puede saber cuáles son las probabilidades de que un trabajador se vaya. Y no se trata de un proyecto, se trata de un tema real, pues Ultimate Software Group Inc es una compañía precisamente de software para recursos humanos que ya se lo está asignando a sus propios empleados y a los de sus clientes.

Un espía que toma forma cuando de retener talento humano se trata o, incluso, de traición para algunos empleadores que consideran que el tiempo de formación que han invertido en sus trabajadores es alto y el costo que eso representa para la compañía incalculable. Detalla el WSJ que “el costo medio del recambio para la mayoría de los empleos es de alrededor de 21% del salario anual de un empleado, según el Centro para el Progreso Estadounidense, un centro de estudios. Además, contratar un trabajador puede costar, en promedio, alrededor de US$3.341, según la Sociedad de Administración de Recursos Humanos”.

Y es que el secreto está en todos los datos que el empleado arroja, que son muchos a diario, como la consulta de páginas web a las que entra, los documentos que crea o modifica en su computadora, los horarios tradicionales de entrada y salida, de producción, de descanso, de entretenimiento en la estación de trabajo, de los correos y chats que envía desde su teléfono corporativo, de las descargas que ejecuta y hasta, incluso, de las conferencias o llamadas que realiza desde el equipo fijo que está justo al lado de su monitor. Se trata de analítica al servicio del jefe, del empleador.

Cuenta el diario norteamericano que las compañías grandes como Wal-Mart, el Credit Suisse o Box Inc ya están analizando todo, todo tipo de datos que arrojan sus empleados. “En Credit Suisse, el desempeño de los gerentes y el tamaño del equipo resultan ser influencias sorprendentemente importantes, con un pico en renuncias entre empleados que trabajan en equipos grandes con gerentes mal calificados”, explica el medio de comunicación. Y es que el mapeo de información sí que resulta efectivo en los balances de dichas compañías. Tan sólo en el banco si se reduce un punto porcentual la tasa de renuncias no buscadas, la entidad financiera puede ahorrarse al año más de US$75 millones. La verdad es que la cifra podría llegar a los US$100 millones.

Pero claro, no es tan sencillo como parece. Es como si un equipo de fútbol dependiera de un solo jugador. Eso no es posible, mínimo necesita de un arquero, un defensa central, un volante de creación y un delantero como columna vertebral. Si se compara con datos, serían cuatro datos los necesarios para tener, al menos, una posibilidad de gol en la cancha contraria. Lo que quiere decir la compañía de software es que con un solo dato es imposible prever que un empleado se va. “Nunca es tan sencillo”, recalca Thomas Daglis, científico de datos de Ultimate Software al WSJ.

Al final, se trata de los datos que usted creía que eran suyos, pero que no lo son tanto si los está transmitiendo desde los recursos de la compañía. Y, además, resulta importante que dejar su puesto no significa dejar la empresa en la que trabaja. Un ascenso estaría por venir y la inversión que ha hecho la empresa en usted estaría más que compensado.

Vea esta nota en Wall Street Journal

Por Redacción Negocios

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