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Según un artículo publicado por BBC Mundo, en los años 50, Dinamarca puso en marcha un experimento cuyas consecuencias hoy todavía se sienten. Entonces el gobierno quiso ayudar a cientos de niños de familias de inuits (pueblos esquimales) llevándolos a su país para que crecieran allí y se formaran como ciudadanos daneses. La idea tenía las mejores intenciones, mejorar la vida del lugar de Groenlandia, pero no resultó como se esperaba.
Relata BBC historias como la de Helene Thiesen, entonces una niña elegida para el prometedor programa. “Le preguntaron a mi mamá si estaba dispuesta a enviarme a Dinamarca. Aprendería a hablar danés y tendría una muy buena educación. Le dijeron que era una gran oportunidad para mí”, explicó al programa Witness de la BBC. La idea, según se relató en el programa, era escoger a los niños con mejores puntajes en el colegio, inteligentes y que no fueran mayores de 10 años. Los más pequeños tenían 6. En el proceso participaron maestros y sacerdotes, además de la rama danesa de la ONG Save the Children.
En esos años, la vida para los niños esquimales de Groenlandia era difícil por las condiciones del clima, además enfermedades como la tuberculosis causaban muchas víctimas. A pesar de las difíciles condiciones, muy pocas familias se animaron a participar en el programa, que contó al final con 22 participantes. Thiesen relató a la BBC el calvario que vivió. Contó que fue internada junto con los otros niños en una granja, en donde los recluyeron por temor a que estuvieran contagiados con una enfermedad. La enviaron a vivir con la familia de un médico en donde, relató, nunca fue bienvenida.
“Era una extraña, la madre tenía problemas mentales y estaba siempre acostada”, dijo Thiesen. Al año, 16 ya habían regresado con sus familias. Helene, por el contrario, fue trasladada a otro hogar en Nuuk, pues según la Cruz Roja danesa, “ya estaba acostumbrada a buenas condiciones de vida y no podría vivir de nuevo con su familia”. En un orfanato trataron de enseñarles de nuevo su lengua materna. Luego Helena descubrió que era parte de un experimento.
Las consecuencias fueron catastróficas. Muchos de los niños elegidos sufrieron desarraigo y cayeron en el alcoholismo, muriendo de forma prematura. En 1998, la Cruz Roja Danesa pidió disculpas por lo sucedido. Algo que también lamentó Save the Children en 2009.