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El irlandés que triunfó en Hollywood

De manera franca y desparpajada, el actor habló sobre su vida como padre, su reciente trabajo en dos películas independientes y en las diferencias que hay en relación con las grandes producciones americanas.

Fabián Waintal
16 de enero de 2010 - 03:23 a. m.

Sus cejas a veces hablan más que él, cuando no dice una palabra, o cuando frunce el ceño por alguna pregunta personal que lo incomoda o cuando las levanta si está contento o está a punto de decir alguna broma. Es un arma que juega en su contra, porque no lo deja mentir, pero es la misma arma que también aprovecha para darle brillo a sus propias actuaciones, las que tanto destacan a Colin Farrell en Hollywood.

¿Con el paso del tiempo sigue encontrando nuevos desafíos en Hollywood?

No lo sé, supongo que todos tenemos desafíos en la vida. Todos.

¿Cómo logra un buen balance entre el trabajo y la exposición de su vida personal?

No sé como la gente encuentra el balance entre las horas que trabajan y el tiempo que pasan con los hijos sin descuidar además a la esposa, si quieren conservar el matrimonio. Supongo que mantengo un buen balance en las metas de mi vida. Tengo casa en Los Ángeles y tres veces al año vuelvo a Dublín. Voy en las navidades por dos semanas y después también trato de llevar a mi hijo, al menos una vez, para que pueda escuchar el acento irlandés de alguien más que no sea yo.

¿Cómo fue volver con el cine a su propio país, Irlanda, con dos películas consecutivas, después de tanto tiempo de vivir la gloria solamente en Hollywood?

Fue amoroso volver a casa. Tampoco fue algo programado hacerlo con dos películas consecutivas. Fue sólo porque se presentó la oportunidad. Ondine la filmamos en Castletownbere, un lugar muy especial, también en lo personal, porque fue ahí donde yo había tenido mi primer trabajo profesional como actor, después de otros terribles trabajos, doce años atrás. Es un lugar mágico, justo en la península, frente al océano Atlántico. Y volver al mismo lugar fue como cerrar el círculo. Ahora vivo en Los Ángeles, desde hace dos años y medio, pero Dublín, Irlanda, sigue siendo mi hogar en cierta forma. Muchos familiares todavía están ahí, igual que muchos de mis viejos amigos. Por eso siempre es agradable volver a trabajar. También fue bastante extraño al principio, porque primero fui un actor de Dublín que trabajaba en Dublín, hasta que me convertí en un actor que vivía en Dublín y buscaba trabajo internacionalmente. Y ahora que me mudé a Los Ángeles, me convertí en un actor que vive en Los Ángeles pero trabaja en Dublín... Es un poco confuso, pero es genial sentirse en casa.

En otro contexto mucho más romántico, después de tantos rumores sobre los supuestos romances de Colin Farrell, al menos ahora confirma que está en pareja, con la actriz polaca Alicja Bachleda. Y aunque todavía sigue en contacto con su ex novia Kim Bordenave, por la paternidad del único hijo que tuvieron (James, 6), Colin también nos dio la gran noticia de que será padre otra vez, porque su novia Alicja también está embarazada.

¿El mundo se ve diferente como padre? En ese sentido, ¿le preocupa traer un hijo al mundo en que vivimos?

Supongo que el mundo siempre fue un lugar increíblemente peligroso, así como tampoco creo que hoy sea mucho más violento de lo que fue, si te fijas en los libros de historia. Nosotros hemos construido la cultura de la humanidad con sangre. Es nuestra responsabilidad buscar una mejor idea de amor y compasión ¿Cómo criaré a mi hijo? Tengo suerte de vivir en un lugar bastante seguro. El miedo es algo terrible. Los políticos, la religión, la gente ha sido oprimida con el uso del miedo como una herramienta increíble. La única forma de que el miedo no se torne destructivo es considerarlo sin permitir que domine tu vida. Con mi hijo vivo el día a día, hago lo mejor esperando que esté bien. Nadie puede proteger a nadie completamente.

¿El bebé podrá cambiar en cierta forma el estilo de cine que elija en el futuro?

¿Como hacer películas de Disney? Nunca me llaman de Pixar (ríe). (Cambia de voz, como en los dibujos animados) “Colin puede ser un pez... no, no, es un caballero, un lagarto en el desierto”. No lo sé. No lo creo. A lo mejor. ¿Quién sabe? No tengo la menor idea en cómo puede afectarme. Ni idea. Pero estoy abierto al cambio que llega.

¿Qué criterios considera a la hora de elegir un rol determinado?

No tengo un criterio específico  en mi trabajo. Es lo que me cae cuando leo un guión. Los que quiero leer tienen siempre distintas sensibilidades. Y por supuesto depende del momento donde esté en la vida, el estado de ánimo que tenga, pero hay algo que te llama la atención o no. A veces lees una comedia romántica que te hace reir o te mueve emocionalmente. A mí me gustan los elementos de comedia. Si voy a trabajar por tres o cuatro meses, trato de encontrar aquello con lo que me conecto más, porque tres o cuatro meses es demasiado tiempo en la vida personal de cualquiera.

¿Entre las superproducciones como ‘Miami Vice’ o ‘Alexander’ y el cine independiente de ‘In Bruges’ y ‘Ondine’... prefiere una buena historia por encima de los millones de dólares que pueda cobrar por otro estilo de película?

(Riendo) Amo los cheques enormes, sí. No tengo ninguna repulsión moral con esa idea, para nada. Pero como decía antes, tengo que encontrar una película que me gusta. Me gustan las buenas películas de acción, amo el espectáculo de ir al cine. Me encanta. Y si puedo encontrar algo grande, que pueda llegar a más público, lo haría si me gusta. Pero las oportunidades que se me fueron presentando en los últimos años, las historias parecen ser mucho más íntimas, las producciones parecen ser mucho más chicas. El presupuesto de la película Ondine es muy pequeño comparado con la clase de películas que solía hacer. Pero no importa lo que hagas, aunque seas escritor, diseñador o un simple ser humano, siempre vas a buscar tu propio camino, tratando de mantener el interés en lo que hagas. Y para mí, es lo mismo.

Desde el punto de vista de la actuación, ¿cuál es la gran diferencia entre una superproducción y una película independiente?

En las grandes producciones a veces se siente la presencia de los ejecutivos o se notan más obligaciones porque el presupuesto es más grande. Y en una película como Ondine se puede confiar en el director, incluso en el lado financiero.

¿Entre tantas de sus películas tiene alguna favorita?

Por lo general es bastante impresionante ver cómo arruino  una película. Sólo puedo pensar en dos producciones que no arruiné por completo con mi presencia en ellas, en verdad son tres: In Bruges, The New World y Ondine. No soy un gran admirador de mi trabajo, para serte honesto, pero disfruto la experiencia. La amo y la odio a veces. Y sí, uno se vuelve muy crítico y no sería lo más saludable pasar todas las noches del sábado mirando películas de Colin Farrell en mi sala.

Por Fabián Waintal

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