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El matriarcado de Clara

La alcaldesa de Bogotá nombró a Gloria Cuartas y Lilia Solano en su equipo. Inés Elvira Roldán será la secretaria de Integración.

Laura Ardila Arrieta
28 de junio de 2011 - 02:26 a. m.

En busca de que el Polo reoriente su camino con miras a las elecciones, la alcaldesa nombró  a dos combativas mujeres de izquierda en su equipo. Gloria Cuartas y Lilia Solano representan una  línea clásica no tan cercana a la Anapo. Inés Elvira Roldán será la secretaria de Integración.

Cuando cumple 20 días exactos en el cargo, un giro político de 180 grados empezó a darle la alcaldesa encargada de Bogotá, Clara López Obregón, a la administración. Sin salirse de los lineamientos del Polo Democrático, el partido del gobierno, los recientes nombramientos en su equipo de confianza corresponden a personajes con recorrido en la izquierda más tradicional, no tan cercana a la Anapo, promotores de la negociación con la insurgencia y férreos líderes de los derechos humanos.

Se trata puntualmente de la exalcaldesa de Apartadó, Gloria Cuartas, y de la docente y asesora de la Comisión de Paz del Senado, Lilia Solano, quienes hoy a las 11:30 a.m. se posesionan. La primera será directora del Instituto Distrital de la Participación y Acción Comunal (Idpac) y la otra  directora de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobierno distrital.

De tradición menos militante, pero igual reconocida defensora de las causas sociales, socióloga y amiga de infancia de la alcaldesa, también llega hoy al gabinete distrital Inés Elvira Roldán, como nueva secretaria de Integración Social.

Una selección de mujeres calificada por Clara López Obregón como “de primer nivel” que, para muchos, significaría el regreso al poder de la línea más clásica del Polo y respondería a la oportunidad que tiene el partido de  reorientar el camino con miras a las elecciones del próximo octubre. Más allá, se trataría de unos nombramientos que pondrían un punto y aparte con la administración del suspendido alcalde Samuel Moreno Rojas, investigado dentro del escándalo llamado el cartel de la contratación.

Lilia Solano y Gloria Cuartas no sólo comparten el hecho de estar entre los fundadores del colectivo Colombianos por la Paz, que promueve el intercambio humanitario, sino que los orígenes de las dos están en el Frente Social y Político. Es uno de los movimientos que antecedió al Polo y del cual forman parte el Partido Comunista, el Moir, la CUT, Carlos Gaviria y sectores troskistas, entre otros, que se unieron con el Polo Democrático Independiente para crear el Polo Democrático Alternativo.

Es decir, no son las más cercanas a la Anapo de los hermanos Moreno Rojas y, aunque no llegan a los puestos más importantes (ambas dependerán de la secretaria de Gobierno, Mariella Barragán), sí tendrán a cargo nada más y nada menos que el trabajo con las comunidades. No es difícil adivinar que de su desempeño en los próximos meses podría depender en parte la imagen del Polo Democrático entre los sectores más populares.

Exalcaldesa de Apartadó, combativa líder popular y “eterna candidata” al Congreso, como ella misma se define, Gloria Cuartas es trabajadora social de la Universidad Pontificia Bolivariana, está cursando una maestría en Geografía y viene de trabajar como asesora con las secretarías de Desarrollo Económico y de Integración Social.

Ayer el expresidente Álvaro Uribe Vélez se refirió a ella a través de su cuenta de Twitter manifestando lo siguiente: “Gloria Cuartas: ¿tuvo apoyo de grupos terroristas en elección para Alcaldía de Apartadó en 1994?”. Su comentario no sorprende, teniendo en cuenta que los dos han sido contradictores de vieja data. Cuando Cuartas era alcaldesa, Uribe ostentaba el cargo de gobernador de Antioquia. Por esa época el paramilitarismo entró a Urabá (Apartadó es la capital del Urabá antioqueño). A la entonces mandataria le tocó lidiar la guerra entre  las Farc y Fredy Rendón, alias El Alemán. En aquellos tiempos se formó la comunidad de paz de San José de Apartadó.

Cuartas prefiere no contestarle nada al exmandatario Uribe y más bien destaca que su nombramiento en la Alcaldía de Bogotá se debe a que “la alcaldesa Clara ha puesto los ojos en las mujeres que hemos entregado la vida a la construcción de la democracia”.

 En el mismo sentido, Lilia Solano —filósofa, politóloga e investigadora forjada al frente de la cátedra Camilo Torres de la Universidad Nacional— cree que lo que quiere Clara López es “darles la oportunidad a mujeres capaces y posicionar otros temas”. Pero, además, opina que “la única forma de no quemarse y reivindicar en algo a la izquierda es mostrando que nos apartamos de la corrupción y servimos a la ciudad correctamente”.

 Desde ya Solano promete transformaciones estructurales en materia de derechos humanos en la ciudad, entre ellas un observatorio de derechos que funcionaría en varios barrios de la capital.

Inés Elvira Roldán es la tercera mujer que se posesiona hoy. No es su primer cargo público. Estuvo al frente de la gerencia que trató de recuperar el sector llamado El Cartucho, fundó el Banco de la Mujer, trabajó en el Instituto para la Economía Social (Ipes) y lideró el tema de desplazados en la Secretaría de Gobierno. Se define como una tecnócrata de origen liberal que nunca ha militado. Ha estado vinculada con Clara López desde que ésta era secretaria privada del presidente Alfonso López Michelsen. “No entiendo la política”, declara. Sin embargo, se sabe que, por razones de amistad, tiene simpatía con el sector ‘El Polo que suma’, que lideran en el interior del Polo los esposos Carlos Romero y Clara López Obregón.

Roldán llega a la Secretaría de Integración Social en reemplazo de Mercedes del Carmen Ríos, la secretaria de la cual, concejales como Antonio Sanguino, advertían es “muy cercana al investigado contratista Julio Gómez”. Al respecto, la nueva jefa de despacho se limitó a asegurar que revisará con lupa la contratación de la entidad.

Tres grandes nombramientos que se suman a los cinco que en las últimas semanas ha anunciado la alcaldesa López, quien desde el primer día en el cargo prometió devolverle la buena imagen a la administración del Polo, minada por la crisis que vive la ciudad por cuenta del llamado cartel de la contratación.

Nadie duda de las calidades de los nuevos funcionarios. Falta ver si los buenos oficios de Clara López Obregón le alcanzan al Polo Democrático para retomar el camino, cuando quedan cuatro meses para elecciones.

Por Laura Ardila Arrieta

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