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“Perdóname; te juro que es la última vez; ayúdame; me puse muy nervioso; si me denuncias me arruinas la carrera; solo le pegué a mi mamá cuando era chico”. Las frases son parte de la denuncia pública que hizo Bárbara Segovia en octubre del año pasado. Su pareja era el arquero Agustín Rossi. La denuncia no arruinó su carrera: El jugador pasó de Defensa y Justicia -donde estaba a préstamo- a Boca Juniors. Junto con el pase, el texto de ella volvió a circular.
El posteo comienza con una recopilación de frases: “Si hablas te mato. Más vale que no abras la boca o si no. A vos nadie te va a creer. Te vas a quedar sola. Todo esto es culpa TUYA. Yo no era así, vos me hiciste así. Para que trabajas si así podemos bien. Si me denuncias, te quedas sin nada y sola. Tápate los moretones. No vayas así a tu casa”.
A lo largo del relato, la chica habla de la vergüenza y el miedo que sentía. “Todos los días tengo que convivir con el dolor de mi mamá, sufriendo lo que POR MI CULPA aguanté, tuve que despertarme con un mensaje de mi sobrina de 15 años diciendo “todo va a estar bien, siempre juntas” a continuación de escuchar a mi sobrino de 9 años diciendo “porque existen los hombres que le pegan a las mujeres”, dice. Y agrega: “Tuve miedo de morir cuando me encerró en un departamento y me amenazo con una Gillette y el balcón”.
La mujer también contó que él le decía que cómo él jugaba a la pelota, iba a tener “más personas” que le crean a él. Y que luego de los golpes y las amenazas, cuando fue a la comisaría de City Bell le respondieron: “vos sabes que esto es difícil porque es jugador de acá”.