El papa en pantalla grande

En un cuarto de siglo, a Pietro Valsecchi nunca le había pasado.

Tomasso Koch
29 de noviembre de 2015 - 02:00 a. m.
El actor argentino Rodrigo de la Serna interpreta al joven cura Bergoglio que acabará asombrando al mundo.  / Cortesía
El actor argentino Rodrigo de la Serna interpreta al joven cura Bergoglio que acabará asombrando al mundo. / Cortesía

Cuando preparaba una película, siempre lograba fuentes directas. “Hacía un filme sobre la mafia, y hablaba con criminales y víctimas; sobre un juez asesinado, y me reunía con sus hijos. Pero en este caso estaba asustado, porque no tenía un interlocutor”, relata el productor italiano. Era imposible acceder al protagonista de su nuevo filme, o a su entorno más cercano. Porque el papa ya tiene bastante trabajo como para ocuparse de Llamadme Francisco, un nuevo filme sobre la vida de Jorge Bergoglio dirigido por el italiano Daniele Luchetti y producido por Valsecchi, con Rodrigo de la Serna en el papel del pontífice. La película se presentó el jueves a la prensa en Italia, antes de su estreno oficial en la prestigiosa sala Nervi del Vaticano, el 1º de diciembre.

Tras dos años de trabajo, entre Italia, Argentina y Alemania, el filme llegará a las salas el jueves 3 con mucha expectación y una polémica. “Me pregunto si una productora que se valió de un método que yo considero fraudulento puede lograr plasmar en su película la esencia del mensaje de Francisco. Personalmente, creo que no”, afirma en un comunicado Evangelina Himitian, escritora y periodista argentina, autora del libro Francisco. El papa de la gente. Porque, a la caza de su interlocutor, Valsecchi adquirió en marzo de 2014 una opción para el uso de los derechos de la obra para su guión. Finalmente no la ejerció. Mientras, sin embargo, según Himitian, se valió de su colaboración, sus conocimientos y sus fuentes para poner en marcha y reforzar su filme. Cuando éste ya podía caminar solo, es la acusación de la escritora, se deshicieron de ella. Tanto que ahora sostiene que prepara acciones legales para defenderse. Y apunta, entre otros datos, al subtítulo del filme: El papa de la gente.

Valsecchi responde que el largo, tal y como ha quedado, finalmente no tiene “nada que ver” con el libro. Y esgrime, entre otras razones, una económica: “El proyecto ha costado 12 millones. Me hubiesen dado igual 40.000 euros más para los derechos, pero es que para contar un personaje tan importante no podíamos limitarnos a adaptar un libro”. El productor ha reconocido en varias ocasiones que la obra sí le sirvió de “puerta de acceso” al mundo de Francisco. Sin embargo, al investigar más la historia, asegura que se dio cuenta de que “el libro no contenía ningún material original sobre Bergoglio, sino sólo información de dominio público”. Tanto que ahora considera incluso “fundamental” la elección de dejar atrás el texto de Himitian: “Había que crear una obra original, acudiendo a múltiples fuentes y releyéndolas a través de un punto de vista autoral inédito”.

El guión, que cuenta la vida de Francisco desde su juventud hasta la llegada al trono papal, lleva las firmas de Luchetti y del escritor argentino Martín Salinas. “En mayo [de 2014] Luchetti viajó a Buenos Aires para entrevistarse conmigo. Tuvimos un encuentro personal de varias horas, en el que él y Salinas tomaban nota y un asistente grababa la conversación. Abordamos distintos temas y detalles cinematográficos, que hoy aparecen reflejados en el tráiler”, defiende la escritora, que asegura que tras esa reunión siguieron en contacto, sobre todo vía correo electrónico. Valsecchi afirma, en cambio, que el texto contiene “un gran trabajo de reconstrucción histórico-bibliográfico y un guión original que parte del cónclave de 2013 para recopilar la vida de Bergoglio a través de una serie de flashbacks”. Salinas, añade el productor, jamás leyó el libro El papa de la gente.

“No tuve participación directa en la redacción del guión, pero sí colaboré en brindarles todo lo que ellos me requerían para elaborarlo. Me queda en claro que la producción se valió del libro y de mis conocimientos y contactos para desarrollar la línea argumental”, agrega Himitian. La escritora, cuyo padre es pastor evangelista y amigo de Bergoglio, afirma que organizó encuentros entre el equipo del filme y miembros del entorno del papa y que volvió a entrevistarse con algunas de sus fuentes porque así se lo pidió la productora. Valsecchi no entra a valorar en concreto estas reuniones y se limita a señalar que tan sólo se juntó con Himitian en persona una vez y durante “media hora”. “Su libro no tiene ningún rol. Tras ese encuentro, el filme siguió adelante por un año. Fuimos a Argentina a buscar la verdad. Gente que nos contara historias relacionadas con Francisco, su juventud, los desaparecidos, la pobreza y toda su misión hasta llegar a ser papa”, agrega el productor.

Sea como fuere, los últimos contactos entre ambos se produjeron en agosto de 2014. La autora asegura que se le prometió en un mail enviarle “pronto” el guión, algo que no ocurrió. Un mes después supo por su agente editorial que la productora no adquiriría los derechos. A partir de ahí relata que en febrero y abril de este año se celebraron sendos intentos de mediación. Visto lo visto, sobra decir que fueron en balde.

“Hasta que no vea la película no puedo decir si hubo plagio. De lo que no me quedan dudas es que usaron el libro para promocionar y vender su proyecto. Que se valieron de mi trabajo para nutrir el guión”, tercia Himitian. A lo que Valsecchi contesta: “No tiene fundamento, habla de la nada. Es un proyecto que ha durado dos años. Quizás cuando vea el filme ella misma se dará cuenta de que no tiene nada que ver”. La respuesta, en las salas.

Por Tomasso Koch

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