Yaigojé, como se bautizó al nuevo Parque Nacional Natural ubicado en la cuenca baja del río Apaporis, significa Remanso del Tigre. Para los Macuna, Tanimuca, Letuama, Cabiyari, Barazano, Yujup Macu y Yaunauna, comunidades indígenas que habitan estos territorios, la figura del tigre ocupa un lugar especial en su panteón espiritual. Es el representante de la sabiduría sobre la cultura y la naturaleza.
El Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, con el respaldo financiero de la Fundación Moore y la Fundación Gaia Amazonas, anunció ayer que esta área de 1’060.603 hectáreas entra oficialmente en la lista de Parques Nacionales. Pero la iniciativa nació de las propias comunidades indígenas agrupadas en la Asociación de Capitanes Indígenas Yaigojé Apaporis.
Según las evaluaciones previas, esta es un área rica en flora y fauna. Un inventario preliminar registró 1.683 plantas vasculares (33 de éstas endémicas para Colombia), 362 aves, 81 reptiles, 73 anfibios, 201 peces y 443 mariposas.
Entre los mamíferos más llamativos figuran osos hormigueros gigantes, una gran variedad de micos como el colimocho o el huicoco, ardillas, lobos de agua, tigrillos, jaguares, pumas y delfines.
Tradiciones conservadas
“Esta zona tiene una rica tradición cultural que contempla una serie de prácticas chamanísticas y rituales que les otorgan a los seres humanos los conocimientos necesarios para vivir y proteger este mundo”, comentó el ministro de Ambiente, Carlos Costa.
El resguardo, además de su riqueza biológica, esconde distintos sitios sagrados. La unión de estos puntos conforma lo que los nativos llaman “Camino de pensamiento”. Las tradiciones chamanísticas y las ceremonias rituales practicadas por siglos, están estrechamente relacionadas con el ciclo anual o calendario ecológico. El parque número 55 se convierte en otra opción de turismo para los colombianos.