El río revuelto de la campaña electoral

La ‘encuestitis’ manda y lo único claro, por el momento, es que habrá segunda vuelta entre Mockus y Santos, y que las alianzas serán las que definan la victoria.

Hugo García Segura
09 de mayo de 2010 - 02:00 a. m.

Dicen que la política es impredecible y que en ella lo único cierto es lo que ya pasó. Premisas que hoy más que nunca caben al proceso electoral a la Presidencia, que a 20 días de su cita en las urnas está colmado de incertidumbres, denuncias, supuestas amenazas, propaganda negra, replanteamiento de estrategias, rumores de alianzas, recorridoscontrarreloj de los candidatos por todo el país y una ‘encuestitis’ que marca el ritmo y se ha convertido más en factor de confusión que de guía para los ciudadanos.

Por el momento sólo se puede hablar de tendencias que, precisamente, son las que marcan las vituperadas encuestas, aunque todos los que aspiran a la jefatura del Estado estén pendientes de ellas. Tendencias que dicen que no habrá ganador en primera vuelta; que la Presidencia se decidirá entre Juan Manuel Santos, del Partido de la U, y Antanas Mockus, del Partido Verde, y que la segunda vuelta planteará un escenario en el que las alianzas marcarán el rumbo y cualquier ‘resbalón’ puede cambiar la intención de voto.

En una elección tan diferente como la actual, cada semana llega cargada de noticias. La que concluye, por ejemplo, fue caótica para el candidato Santos. Le llovieron dardos por su asesor J. J. Rendón, le sacaron los trapos a su gerente de campaña Roberto Prieto, lo señalaron de beneficiarse de obligados manifestantes del programa presidencial Familias en Acción y hasta de confundir a la opinión con una voz parecida a la del presidente Álvaro Uribe apoyándolo en un comercial radial. Santos capoteó el vendaval y se mantuvo firme,según muestran las encuestas.

Antanas Mockus también había tenido su semana de pasión, la última de abril. Lo desubicaron con una pregunta donde no sabía que la extradición es discrecional del Gobierno y por defender la legalidad se enredó con la eventual suerte de Uribe ante una solicitud en ese sentido. Lo acusaron de ateo, le endilgaron ser admirador de Hugo Chávez y hasta aparecieron agresivas vallas publicitarias ridiculizando sus viejos desafíos. Pero también sobrevivió a la arremetida, sacó el as de su ministro de Educación, Sergio Fajardo, y está montado en la cresta de la ‘Ola verde’.

En criterio del senador liberal Héctor Helí Rojas, lo que se está viendo es que Antanas Mockus frenó en su subida y Juan Manuel Santos en su bajada. La conclusión es que ninguno va a ganar en primera vuelta, y el Polo, el Partido Liberal, el conservatismo, Cambio Radical y hasta el PIN van a representar la fuerza decisoria con sus adhesiones. Por eso nadie se da por perdido y el argumento de Rafael Pardo, candidato liberal, parece sólido: “Hace dos meses el presidente era Fajardo, hace uno Santos y ahora Mockus. Esto todavía puede cambiar y todos tenemos chance”. Una teoría a la que también se aferran Germán Vargas Lleras, Gustavo Petro y Noemí Sanín.

Lo interesante es la incertidumbre. En 1986 era Virgilio Barco y sólo era tiempo de esperar. En 1990, César Gaviria sin apremios. En 1994, Ernesto Samper o Andrés Pastrana. En 1998,Pastrana u Horacio Serpa. En 2002 y 2006, Uribe. Ahora el tema está como para alquilar balcón y el marketing electoral marca el ritmo. Ni siquiera es la radio, la televisión o la prensa escrita, lo que manda son las redes sociales en internet, aunque hay quienes desconfían de lo que está pasando, porque unos son los cibernautas y otros los votantes.

“No creo en eso del boom de Mockus en internet. Que yo sepa, Juanes tiene más de un millón de seguidores en Twitter y vende apenas cien mil copias de sus discos”, comentó el senador santista Armando Benedetti. En contraste, la analista política Laura Gil cree que la reciente reingeniería que le hizo Juan Manuel Santos a su campaña lo que refleja es el desespero del candidato y, al paso que va, “pronto lo vamos a ver montado en un elefante para tratar de parecerse a su antagonista Mockus”. Según ella, son las equivocaciones continuas de Santos.

¿Y qué pueden inventarse ahora los candidatos para marcar diferencia? Se dice que en la campaña de Mockus van a seguir sacando ministros y que su estrategia es seguirse presentando con su táctica ‘mosquetera’: todos para uno y uno para todos. Mockus, Peñalosa, Lucho Garzóny Fajardo, irradiando declaraciones en los distintos medios, por todo el país, captando audiencia, sobre todo entre la juventud, y a la sombra dejándose contactar por políticos de otras tendencias que podrían sumar para la segunda vuelta.

A su vez, en la campaña de Santos, ya superada la tentación de que Angelino Garzón diera un paso al costado, se busca volver a abrirse paso contra la corriente verde de la euforia. Y según el senador uribista Juan Carlos Vélez, se va a imponer el voto útil. Es decir, la continuidad de las políticas del presidente Uribe sobre el “frenesí” de las encuestas que “confunden” a la opinión. De esa manera, en su criterio no es descartable que Santos gane en primera vuelta.

A 20 días, ¿pueden repuntar los que aparecen colgados en las encuestas? Lo que hasta hoy han probado Germán Vargas Lleras, Gustavo Petro y Rafael Pardo es que están bien preparados para gobernar, pero la campaña se ha ido polarizando tanto que quedaron situados en el medio y está cantado que estar allí es ahogarse en la espiral. Será para otra vez. Para los analistas, la lógica apunta a que en una segunda vuelta el conservatismo y Cambio Radicalestén más cerca de Santos, mientras que los liberales y el Polo, más cerca de Mockus.

Pero en política el péndulo se mueve demasiado rápido y todo dependerá de lo que pase el 30 de mayo. Si la diferencia entre los dos primeros es muy amplia, es de esperar que las mayorías se inclinen por el que picó en punta. Si la diferencia es estrecha, se abrirá la puerta a las concertaciones y cualquier cosa puede pasar. Incluso que los terceros en disputa adquieran un inusitado poder de negociación. Por eso, en la práctica, ninguno está vencido y cada quien puede apuntarle a su propia victoria.

Otra pregunta ronda en el escenario: ¿Puede el voto de opinión elegir presidente en Colombia? El interrogante remite a la campaña verde, aparentemente alejada de las maquinarias partidistas y con escaso respaldo a nivel de cuotas en el Legislativo. Marcela Prieto, directora ejecutiva del Instituto de Ciencia Política, cree que el voto de opinión es cada vez más fuerte en las presidenciales y que ese es el gran reto de la candidatura de Mockus: “El votante colombiano es consciente del mal que nos hace la confrontación política agresiva, no constructiva”.

Vea la infografía encuestas del pasado y del presente

Por Hugo García Segura

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