El silencioso alzhéimer

El neurólogo antioqueño Francisco Lopera confirmó que el cerebro que padece demencia comienza a deteriorarse 20 años antes de que aparezcan los primeros síntomas.

Redacción Vivir
06 de noviembre de 2012 - 08:11 p. m.
El esposo de Teresa Castro descubrió que ella tenía alzhéimer luego de que en 2005 olvidara cómo llegar a su casa en Bogotá.  /Luis Ángel
El esposo de Teresa Castro descubrió que ella tenía alzhéimer luego de que en 2005 olvidara cómo llegar a su casa en Bogotá. /Luis Ángel

Francisco Lopera, el reconocido neurólogo colombiano, le confirmó al mundo la hipótesis que venía desarrollando sobre la enfermedad del alzhéimer (EA) y de la que ya le había adelantado detalles a este diario en su edición del domingo 22 de julio: que este tipo de demencia en realidad empieza muchos años antes de que se den los primeros síntomas. Podría iniciarse incluso a los 28 años.

Encontrar la cura del alzhéimer, un mal que aqueja a 36 millones de personas en el mundo, parece ser un hecho cada vez menos distante.

Los resultados de las dos investigaciones adelantadas por Lopera, en las que participaron el Instituto de Alzhéimer en Arizona, la Universidad de Boston (EE.UU.) y la Universidad de Antioquia, fueron publicados ayer en la revista especializada The Lancet Neurology.

“En resumen, después de hacer estos dos estudios, se puede decir que el alzhéimer es una enfermedad silenciosa durante muchos años. El hallazgo es importante porque ahora se sabe que las terapias deberían extenderse a la etapa preclínica y no cuando se evidencien los síntomas”, explica el especialista.

El primer estudio que se llevó a cabo consistió en examinar a 50 personas de Antioquia, región donde se encuentra la mayor cantidad de pacientes que tienen el gen causante de la enfermedad en el mundo. De esa cantidad había 39 sanos, de los cuales 19 eran portadores de ese gen.

“Lo que encontramos es que todos los mayores de 28 años que tenían este gen, a pesar de estar sanos, ya poseían el amiloide, una basura proteica que se deposita en el cerebro y que es la causante de la EA”, asegura Lopera.

La segunda investigación se hizo en 44 miembros entre 18 y 26 años. La mitad de ellos tenían el gen maligno. “Después de varios exámenes, como resonancias funcionales, pruebas cognitivas, estudios para medir el grosor de la corteza y análisis cefalorraquídeos, lo que se pudo concluir fue que los portadores tienen cambios estructurales y funcionales que reafirman que la EA está activa 20 años antes de los síntomas, que se dan a los 40”, dice el neurólogo antioqueño.

Y aunque, sin duda, este es un enorme avance en la búsqueda de la cura, es apenas un primer paso en las aspiraciones de Lopera. Su investigación, que empezó en Yarumal (Antioquia), donde descubrió 1.500 portadores de la EA, dará los primeros frutos dentro de cuatro años. Entonces se podrá saber si el crenezunab, medicamento que suministrará a los pacientes a partir de mayo de 2013, es efectivo.

De resultar eficaz el crenezunab, se impediría que el amiloide se deposite en el cerebro y ayudaría en la eliminación del que ya está almacenado. Sin embargo, las conclusiones definitivas tan solo se podrán conocer en 2020.

En este estudio, que es quizás las más alentadora esperanza para combatir la EA en el mundo, están participando alrededor de 300 voluntarios. Su costo asciende a US$100 millones.

Por Redacción Vivir

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