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Este mes Brasil anunció la adquisición de la más grande supercomputadora de América Latina, que costó 60 millones de reales (aproximadamente US$20 millones) y es capaz de realizar 1,1 billardos (uno seguido de 15 ceros) de operaciones por segundo. Instalada en el Laboratorio Nacional de Computación Científica (LNCC), en Petrópolis, en el estado de Río de Janeiro, la computadora comenzará a probarse en agosto.
A partir de septiembre estará disponible para toda la comunidad científica de América Latina, para estudios que requieran procesamiento de datos de alto desempeño en distintas áreas de conocimiento, como bioinformática, nuevos fármacos, cosmología, meteorología, ambiente y nanotecnología, entre otras.
“Es un equipo caro cuya operación también es cara. Sólo en energía eléctrica para funcionar se necesitarán 400.000 reales (US$133.000). Teniendo en cuenta los altos costos en dinero público, es muy importante poner el equipo a disposición de la comunidad científica de la región”, dijo Ana Tereza Ribeiro de Vasconcelos, investigadora del LNCC.
El laboratorio de Vasconcelos es un ejemplo de investigaciones que se beneficiarán con el nuevo equipo: es un centro de secuenciamiento y análisis de genomas humanos, hongos, parásitos, bacterias de interés en salud humana, animal y vegetal, y varios metagenomas de interés biotecnológico.
“En nuestro caso es necesaria una infraestructura computacional capaz de almacenar, procesar e interpretar grandes cantidades de datos, con el desarrollo de métodos y algoritmos computacionales asociados al procesamiento de datos de alto desempeño”, explicó.
El tiempo promedio de los cálculos con el equipo anterior era de un mes; con el nuevo equipo, sólo tres días serán suficientes para hacer los cálculos.
La máquina, que fue bautizada Santos Dumont, en homenaje al inventor brasileño, fue comprada a la empresa francesa Atos Bull. “Elegimos esta empresa porque fue posible incluir en el contrato la transferencia de conocimiento, de forma que el LNCC pueda, a largo plazo, desarrollar la tecnología para mantener el equipo”, explicó Vasconcelos.
Para Álvaro Coutinho, coordinador del Núcleo de Computación de Alto Desempeño del Instituto Alberto Luiz Coimbra de la Universidad Federal de Río de Janeiro, el nuevo equipo va a cambiar el nivel de la ciencia brasileña.
“Los países que tienen una ciencia avanzada tienen una supercomputadora. Este nuevo equipo, que podrá ser usado por otros grupos de investigaciones, permitirá el desarrollo de proyectos de gran impacto en el país”, concluyó.