Desde que el Parque Nacional del Chicamocha, en Santander, abrió sus puertas en 2006, al proyecto de convertir a uno de los más impactantes accidentes geográficos del país en atractivo turístico aún le faltaban dos fases por cumplir: la construcción de un teleférico que permitiera recorrer de palmo a palmo la vasta extensión del Cañón del río Chicamocha (264 hectáreas) y la de un hotel que albergara a los turistas que lo visitaran. El próximo sábado y siguiendo con los planes, la segunda etapa del proyecto será inaugurada por el presidente Álvaro Uribe. Se trata del teleférico más largo del mundo en su modalidad de monocable continuo, un sistema en el que un cordón metálico rota impulsado por poleas arrastrando consigo las cabinas.
Se necesitaron 14 meses y $35.000 millones para que la obra saltara de los planos arquitectónicos a la práctica. La tarea no fue sencilla, durante dicho período los ingenieros tuvieron que lidiar con la escabrosidad de las montañas y con los fuertes vientos de los puntos más elevados.
Sin embargo, al final el esfuerzo convirtió en realidad: 6,3 kilómetros de cable y unas cuantas toneladas de fierros que sostienen y transportan 39 cabinas (cada una de 8 pasajeros), suficientes para atender a 500 personas por hora.
Frente al proyecto, Carlos Fernando Sánchez, director del Parque Natural Chicamocha, se muestra optimista: “Si el año pasado recibimos cerca de 275 mil visitantes, este año ,y gracias al teleférico, esperamos recibir 320 mil”.
El recorrido, cuya duración será de aproximadamente 22 minutos, consta de tres estaciones. Una en el parque natural, otra sobre el río Chicamocha y la última en el área conocida como la Mesa de los Santos. De acuerdo con las palabras de Sánchez, se dispuso así el proyecto para “aprovechar el gran eje turístico que tiene Santander”.
Respecto al tema de seguridad, se ofrecen partes de tranquilidad: la construcción del sistema estuvo a cargo de Pomagalski, una firma francesa con gran experiencia en la construcción de teleféricos, y dos empresas nacionales que sirvieron de apoyo a la obra.
Con la entrada en marcha de la segunda etapa a partir del sábado, los esfuerzos ahora se centran en el hotel. Se estima que en un mes se iniciará su construcción. Tendrá una capacidad que borda los 250 huéspedes y espera estar listo en 2010.