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El trío ideal: descanso, ejercicio y buena alimentación

No más promesas de inicio de año, es hora de empezar a trabajar en el bienestar integral del cuerpo. Invertir en la salud del presente es ahorrar en el tratamiento de enfermedades futuras.

Redacción Especiales
05 de enero de 2020 - 02:00 p. m.
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Nataniel Viuniski es experto en nutrición y desde hace quince años hace parte del consejo científico de Herbalife. Habla del cuidado interno y externo del cuerpo desde su práctica personal y desde la autoridad que le da la experiencia. Conversamos con él y estos son algunos de sus consejos.

¿Cómo lograr un equilibrio entre alimentarse bien y el afán del día a día?

La alimentación es solo uno de los tres pilares básicos para la longevidad saludable, los otros dos son ejercicio y buen descanso, el corre corre del día nos está llevando a sacrificar los tres. Hoy una persona se despierta tarde porque se acostó cansada, no desayuna porque no le alcanza el tiempo, se estresa con el tráfico, en la oficina no toma pausas activas y eso genera un círculo vicioso que hace que cada mañana el ser humano despierte un poco peor.

En términos de alimentación, es importante aclarar que no es lo mismo que nutrición. Alimentarse es poner comida dentro del estómago, llámese hamburguesa, papas fritas o paquetes. Nutrirse es poner macro y micronutrientes en calidad y cantidad adecuada todos los días, esto con el paso del tiempo genera un círculo virtuoso.

Estudios científicos comprueban que cuidarse en la alimentación del presente es un ahorro comparado con el tratamiento de una enfermedad en el futuro. De ahí que muchas compañías ya estén invirtiendo en programas de buena comida, control de estrés y ejercicio para sus colaboradores. Pues dedicar dos o tres horas de trabajos funcionales a la semana no significa perder el tiempo sino aumentar la productividad.

¿Cuáles serían algunas opciones prácticas?

Lo que hay que hacer hoy día es encontrar maneras para comer sano, rico y rápido. Así como hay comida rápida tóxica también hay buena. Una opción que cumple con esos tres requisitos es hacer loncheras para llevar al trabajo, lo cual además ahorra dinero y mejora la salud. Aconsejo organizar el menú de la semana los domingos en la noche, importante que tengan proteína y buena porción de verduras.

Otra opción que recomiendo son los batidos proteicos. Desde los años 80 se han realizado estudios científicos que los avalan como una herramienta para el control del peso, pero además es una comida con alta densidad nutricional y baja caloría, diferente a una hamburguesa, que es todo lo contrario, por ejemplo. Otro plus es que se puede consumir en cualquier momento, desde que las personas lleven consigo el envase.

¿Comer saludable es más costoso?

En Brasil, por ejemplo, una persona jubilada gasta 57 de cada 100 reales que recibe en medicinas, médicos y tratamientos. Entonces, aunque comer sano y cuidar de la salud es costoso, es mucho más barato que el costo de una enfermedad. Lo que indican los estudios es que por cada centavo que invertimos en la prevención ahorramos millones en tratamientos de salud.

El precio determina el consumo. Desafortunadamente, en Latinoamérica la gaseosa es más barata que la leche y las galletas son más baratas que la fruta. Ese es un dato que hay que mostrar a los gobernantes para que de algún modo desde los precios ayuden a promover la cultura de hábitos saludables.

Cinco siglos antes de Cristo, Hipócrates, padre de la medicina, decía: que tu alimento sea tu medicina. Comer sano y comer rico es el ahorro en la farmacia. Por ejemplo, una de las cosas que más inmoviliza a las personas saludables son las pantallas (celulares, televisor, juegos). Es muy importante limitar el tiempo de pantalla a no más de dos horas por día, para tener tiempo de caminar, bailar, hacer ejercicio, ¡vivir!

¿Recomienda algunos hábitos para el día a día?

En términos de alimentación, es ideal llevar buena comida al trabajo.

La Organización Mundial de la Salud recomienda 150 minutos de ejercicio por semana, que se pueden distribuir en diez en la mañana, diez en la tarde y diez en la noche.

Podemos tomar el hábito de dejar el carro unas cuadras antes de nuestro lugar de destino, de tal manera que caminemos algo entre lugares.

Quien trabaja en un edificio debe intentar subir y bajar las escaleras al menos una vez al día; parece poco, pero después de un año agrega calidad.

¿Cuánto influye el sueño en el bienestar integral?

La salud en el trabajo y el buen desempeño requieren de un buen descanso y un buen dormir. No hay que olvidar que el ser humano evoluciona por ciclos. Desde que éramos cazadores estábamos activos en el día y nos relajábamos en la noche. Hoy, 3.000 años después, empezamos a tener una lámpara para dormir y creamos la necesidad de tener una mínima luz para conciliar el sueño; siempre hay algo que interrumpe la completa oscuridad, llámese luz del televisor, la lucecita del celular, el bombillo de algún interlocutor, etcétera.

Lo grave de esto es que las pantallas de la tecnología tienen una luz de color azul que inhibe la secreción de melatonina y eso impacta negativamente en el sueño. La melatonina es el neurotransmisor que avisa que es hora de dormir; algunos la llaman la glándula del tercer ojo y es sensible a la luz, en lo oscuro aumenta la producción y en la noche disminuye. Para que esto se produzca es necesario tener proteína en el cuerpo, porque son moléculas hechas de aminoácidos.

Hablemos de los niños, ¿cómo generarles buenos hábitos?

Los niños prestan más atención a lo que hacemos que a lo que hablamos. A eso llamamos liderazgo por el ejemplo. La mejor manera de desarrollar un hábito en un niño es ser modelo para ellos. Si un papá llega cansado a la casa y lo primero que hace es tomar cerveza con un paquete de papas fritas y ver televisión, lo más probable es que el niño haga lo mismo más adelante.

Para los más pequeños, lo ideal es que consuman de cinco a siete porciones de frutas y vegetales, proteína en todas las comidas y de cinco a seis comidas por día. Refrigerio en la mitad de la mañana, por la tarde y antes de dormir, lo cual les ayuda a la saciedad.

Lo más difícil para una persona es adoptar los picos de hambre. En las mañanas uno se levanta con la intención de ser saludable, pero cuando llega el hambre eso ya no importa. En ese momento las personas no piensan en lo que van a comer, mientras que si han comido toman más decisiones saludables. Lo mismo pasa con los niños.

¿Qué importancia tienen los suplementos dietarios?

Hay que comer sano, pero también hay que suplementar, porque hoy en día lo que comemos en el restaurante o compramos en el supermercado no contiene la cantidad de nutrientes que las células necesitan y, por otro lado, contienen mucha grasa, azúcares y calorías. La suplementación no reemplaza una mala nutrición; es decir, no basta ser sedentario, comer mal, fumar y tomar suplementos. Pero si tú comes sano, haces ejercicio, controlas el estrés y tomas los suplementos, pones tu salud en el próximo nivel. El equilibrio es la base.

Los suplementos no sirven para minimizar los malos hábitos, sino para optimizar los buenos. Estos son algunos consejos que deben tener en cuenta:

- Es importante revisar que el suplemento esté de acuerdo con las leyes y la política de donde vivimos. Porque hay muchos sitios que importan productos que no son permitidos.

- Una compañía nutricional que produce suplementos tiene que lucrar, todas lo hacen, pero debe haber un consejo científico que garantice su práctica y sus componentes. 

- Suplemento es comida, no es medicina. Los suplementos que son fabricados correctamente sirven para apoyar la salud.

Por Redacción Especiales

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