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La idea de llevar strippers a los funerales con el único fin de aumentar la asistencia a estos nació en Taiwán, pero fue en las zonas rurales de China en donde ha tomado más fuerza al punto de volverse algo común en los velorios de sus ciudadanos.
La idea surgió en 1980, teniendo como base la creenecia popular de que a mayor asistencia al velorio, será mejor la suerte para los familiares del difunto.
"El gobierno de China se imagina a sí mismo como una figura paterna que necesita guiar a sus ciudadanos", le dijo al portal de la BBC el antropólogo de la Universidad de Carolina del Sur, Marc Moskowitz. Por eso el Ministerio de Cultura de China ha visto tales actuaciones como "incivilizadas" y anunció que cualquiera que contrate a una stripper para atraer a la gente a un funeral será "severamente castigado".(Lea aquí:Medio siglo después China revela que también envió dos perros al espacio)
Cuenta el antropólogo que ver este tipo de prácticas es común en las zonas rurales debido a que “existe un área gris entre actividad ilegal y legal”, a pesar de que según Moskowitz “a menudo se encuentra en las afueras de la mayoría de las ciudades", el gobierno chino ha sacado en repetidas ocasiones y en distintos años medidas para frenar esta práctica.
La nueva campaña del Ministerio de Cultura de la nación asiática busca acabar con la práctica de contratar bailarinas exóticas por eso se centrará, en particular, en las provincias de Henan, Anhui, Jiangsu y Hebei que son las que más reportan este tipo de espectáculos. Adicional a eso, el gobierno también estableció una línea directa para que otros ciudadanos denuncien cualquier "delito funerario" a cambio de una recompensa monetaria. (Lea también:En redes sociales chinas se oponen al mandato indefinido de Xi Jinping)
Cabe anotar que esta práctica es bastante común porque al brindar un espectáculo de mayor estridencia envían un mensaje de que la familia cuenta con ingresos disponibles para gastar en estas mujeres.
Pero los familiares de los difuntos no solo contratan strippers, con tal de llenar la asistencia del funeral le pagan a comediantes y cantantes para que amenicen el último adiós de sus seres queridos.