En Holanda, cuna del matrimonio igualitario y la eutanasia, los piropos son libertad de expresión

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¿Se debe prohibir el piropo y el silbido? El año pasado las ciudades holandesas de Amsterdam y Róterdam le dijeron "no más" a las expresiones verbales que intimidan y cosifican. El propósito de las normas era reducir a la mínima expresión el flagelo al que principalmente se enfrentan las mujeres en las calles (También le puede interesar “El piropo callejero es acoso sexual. Es otra forma de violencia hacia las mujeres”: Tamara De Anda).

Tras firmarse un paquete de medidas que condenan el piropo, muchas salieron a caminar por avenidas y parques más seguras que antes, hasta que un hecho protagonizado por un hombre y un grupo de amigas desbarató la iniciativa.

El holandés, identificado por los medios de comunicación como Everon el F, recibió la primera sanción tras ser denunciado por las jóvenes. Los 340 euros de multa parecían poner punto final al episodio. Pero no fue así porque el ciudadano de 36 años, que saludó, persiguió y lanzó besos, terminó protegido por la justicia.

El esfuerzo realizado por la Fiscalía de Róterdam para dejar en firme la sanción en la Corte de Apelación de la Haya se estrelló con la decisión de varios jueces, que consideraron que Everon el F agredió verbalmente e intimidó a las ciudadanas, pero “ambas conductas encajan en la libertad de expresión, y la normativa municipal no fija de manera clara el límite entre un comportamiento aceptable y otro intolerable”.

La polémica decisión dejó sin efecto la multa y abrió un debate en el país en el que el 59% de sus ciudadanas han sufrido acoso callejero.  La única opción que queda para las autoridades pasa por los escritorios del parlamento. La norma deberá convertirse en ley para que no haya vacíos que sigan legitimando este tipo de comportamientos machistas.