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En México cambian votos por viagra

Regalar el medicamento, convocar a jornadas de besos y hacer piscinas artificiales, algunas de las iniciativas de campañas políticas en busca de adeptos en los comicios regionales de julio.

Marc Lacey / Diario de Ciudad de México / The New York Times News Service
20 de febrero de 2009 - 03:09 p. m.

Ciudad de México.- Revelando una mueca juguetona, el septuagenario de cabello plateado se movía inquietamente, revelando su nerviosismo. Su voz se convirtió en apenas un susurro. Un tono rojizo cubrió su rostro. Todo lo anterior porque le preguntaron cómo estaba afectando su vida en el hogar el programa más reciente ofrecido por el gobierno de la Ciudad de México.

"Las cosas han cambiado", confesó finalmente Angel Posadas Sandoval, de 74 años de edad, sin entrar en detalles pero, incluso así, dándose a entender con bastante claridad. Estaba hablando, aunque oblicuamente, del Viagra gratis que el gobierno les está dando a hombres pobres a partir de los 60 años de edad.

Con las elecciones intermedias a celebrarse en julio, el Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard ha sido más bien creativo en su esfuerzos por volver la vida más tolerable para las personas de esta extensa metrópolis, que se encuentra congestionada por el tránsito vehicular, abrumada por la contaminación, acosada por criminales y titubeando a raíz de la crisis financiera en el mundo.

El jefe de gobierno arroja arena a piscinas públicas para crear playas artificiales. Prohíbe la circulación de automóviles en avenidas principales los domingos y las convierte en amplios caminos para bicicletas. La mayor pista de patinaje del mundo, la cual hace que el parche de hielo del Centro Rockefeller parezca insignificante, se erigió de nuevo en el Zócalo, la plaza central de Ciudad de México, por segundo año consecutivo en el periodo vacacional de Navidad.

Para el Día de San Valentín, el gobierno patrocinó una sesión masiva de besos, en un esfuerzo por romper el récord mundial y crear conciencia acerca de la violencia doméstica. Funcionarios de Turismo de la ciudad adoptaron hace poco el título de la canción "Bésame Mucho" como el lema de la ciudad.

Sin embargo, el Viagra sin costo es lo que tenía dudoso e indeciso a Posadas en una tarde reciente. Después de haber leído un anuncio, él reunió el valor para sacar a colación el tema de su disfunción eréctil en un centro de salud del gobierno en la localidad. Después de someterse a un extenso examen de salud y recibir un sermón sobre los peligros de las enfermedades de transmisión sexual, Posadas estuvo hace poco entre los primeros hombres en la ciudad, conocida como el D.F., que recibió un puñado de pastillas subsidiadas por el gobierno.

Al parecer, habían funcionado. "Ahora, soy capaz de satisfacer a mi esposa", dijo el padre de dos hijos y abuelo de seis, quien reconoció que su vida sexual se había desacelerado un poco en los últimos años.

La iniciativa pudiera estar más relacionada con política que otra cosa, y con las elecciones nacionales materializándose en julio, candidatos a lo largo de México están empezando a sentar las bases para sus campañas.

A fin de apuntalar la fortuna de su Partido de la Revolución Democrática (PRD) y con miras a profundizar su propio sueño de convertirse en el presidente del país en 2012, Ebrard ha pugnado por legalizar el aborto y las uniones civiles entre homosexuales en la capital, así como aplicar severas medidas en contra de los vendedores ambulantes y operadores de taxis sin licencia, quienes han sido asociados desde hace ya largo tiempo atrás con embotellamientos viales y delincuencia. Su plan enfocado a la expansión de los servicios del Metro y autobuses es ambicioso y popular.

Al anunciar el programa para disfunción eréctil en noviembre, Ebrard, de 49 años de edad, lo presentó como una forma de ponerles sonrisas a las caras de quienes han llegado a la tercera edad, como se conoce en México y otros países a los años dorados.

"Todos tienen derecho a ser felices", dijo el Jefe de gobierno, notando que muchos de los ancianos más pobres no califican para entrar en planes de salud fundamentados en el empleador, amén que han sido abandonados por sus familias. "Ellos no tiene servicios médicos, y una sociedad que no cuida de sus ciudadanos mayores, no tiene dignidad".

Se estima que la mitad de los varones mayores de 40 años experimentan dificultades para lograr erecciones, comentó Irán Roldán, especialista de geriatría que ayuda a dirigir el nuevo programa en el Departamento de Salud Pública de la Ciudad de México. Sin embargo, no es un tema que los hombres hayan abordado cómodamente en el pasado.

Convencer a los hombres de que vayan a clínicas públicas con la promesa de medicina gratis para la erección, dijo Roldán, podría ayudarles a buscar tratamiento para otros problemas de salud relacionados, como diabetes, hipertensión, obesidad y depresión. "Este es un problema de salud pública", destacó.

Hasta la fecha, no han llegado grandes números de personas en busca del Viagra, Levitra o Cialis gratuitos, las tres tabletas que se ofrecen. Se han hecho menos de 100 averiguaciones en clínicas de salud tan sólo 12 hombres, aproximadamente, a los cuales les diagnosticaron disfunción eréctil, ya comenzaron el proceso para obtener las píldoras, informan funcionarios de salud. Sus edades van de los 60 a los 82 años.

* Antonio Betancourt contribuyó con un reportaje.

Por Marc Lacey / Diario de Ciudad de México / The New York Times News Service

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