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Fabrican uretras en el laboratorio

Seis años después, los pacientes receptores no presentan ningún problema.

Redacción Vivir
08 de marzo de 2011 - 10:00 p. m.

Hace mucho tiempo los límites entre la ciencia ficción y la medicina comenzaron a difuminarse. A veces son los escritores los que imaginan inventos tecnológicos que desafían la razón. Otras veces, les corresponde a los investigadores producir en sus laboratorios adelantos que parecían impensables.


Esta vez el turno fue para el grupo que comanda el médico Anthony Atala, director del Wake Forest Institute for Regenerative Medicine, en Estados Unidos. En la revista médica The Lancet revelaron los detalles de la reconstrucción de uretras de cinco pacientes entre los 10 y 14 años. La uretra, ese tubo por el que fluye la orina desde la vejiga hacia el exterior, puede verse afectada por lesiones, accidentes, enfermedades o afecciones congénitas.


Hasta ahora, el tratamiento ofrecido a estos pacientes consistía en técnicas rudimentarias, como injertos de piel, que fracasaban en más del 50% de los casos y en otros provocaban constantes molestias. El grupo de Atala, los primeros en fabricar vejigas completas en el laboratorio, así como tejido eréctil de conejos, apostaron por la ingeniería de tejidos para resolver el problema de sus pacientes.


El primer paso consistió en tomar una muestra de células de la vejiga y las uretras afectadas. Las células musculares y epiteliales cosechadas de cada paciente fueron colocadas en una especie de “andamio”, de forma tubular. Con el paso de los días, las células se fueron reproduciendo en el ambiente controlado del laboratorio.


Después de siete semanas, y con la ayuda de cirujanos, los fragmentos tubulares fueron implantados entre el pene y la próstata de cada paciente. Por tratarse de células propias, el cuerpo no las rechazó y por el contrario continuaron organizándose y formando las capas normales de una uretra. En las imágenes (ver radiografía), tomadas seis años después del implante, se puede observar cómo tomaron la misma forma y grosor de una uretra normal.


“Estos hallazgos sugieren que las uretras fabricadas usando ingeniería de tejidos pueden ser usadas exitosamente en pacientes y convertirse en una alternativa a los actuales tratamientos que tienen una alta tasa de fracasos”, explicó Atala.


Actualmente el equipo de Wake Forest está trabajando en la ingeniería de más de 30 distintos tejidos y órganos para reemplazo en humanos. No parece lejano el día en que existan las tiendas de órganos para todo aquel que necesite reemplazar uno.

Por Redacción Vivir

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