Para el funcionario español, el “buen morir” es una práctica a la que deben tener derecho todos los ciudadanos y criticó el estigma que ha recaído sobre esta palabra.
Recordó que cualquier ciudadano puede negarse a recibir un tratamiento médico, aun cuando esa decisión conlleve a la muerte. “El esfuerzo terapéutico puede llegar a ser ‘ensañamiento terapéutico’. Es obligar al paciente a que reciba un tratamiento cuando el paciente no desea recibirlo, entonces hay que respetar ese derecho”, enfatizó ante los medios de comunicación.
Aunque aclaró que estos esfuerzos no incluyen la validación del suicidio asistido, que es ayudar a que un tercero ponga fin a su vida.
Por El Espectador
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