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Para la mayoría de la población, respirar no es más que un ejercicio mecánico que realiza el cuerpo. Un proceso natural vital que brinda energía, revitaliza el organismo y aumenta la armonía mental. No obstante, afirman los expertos, “si las personas conocieran los beneficios de una buena respiración, harían con más detenimiento esta tarea”.
Una labor que tiene que ver con utilizar toda la capacidad pulmonar realizando inhalaciones y exhalaciones profundas, así como dedicar unos minutos del día para hacer respiraciones largas, las cuales permiten mayor oxigenación de la sangre, calmar el estrés, relajar los músculos, mejorar el estado de ánimo y disminuir la ansiedad.
De acuerdo con la biocosmetóloga integral María Isabel Fuentes, “respirar es una actividad que implica tranquilidad y relajación. Cuando se hace de manera correcta, no solo impacta en la salud, sino también en la belleza, pues cuando hay mayor oxigenación en la piel, disminuyen las líneas de expresión. Además, ayuda a que los nutrientes “alimenten” correctamente tejidos y glándulas, a limpiar los pulmones de sustancias tóxicas, controlar las tensiones emocionales y liberar las musculares cuando hay dolor”.
No hacerlo correctamente genera una mayor carga de trabajo al sistema cardiovascular, ya que el aporte de oxígeno que recibe es insuficiente, causando muchas veces fatiga, ansiedad y una menor oxigenación de los tejidos. La especialista en terapias alternativas, Mariana Velásquez, advierte que si queremos cambiar el patrón respiratorio tenemos que empezar por modificar los hábitos y analizar las situaciones de angustia, estrés o tristeza, momentos en que la respiración debe hacerse de manera consciente.
La clave está en el movimiento del diafragma —agrega—, músculo que ayuda a efectuar este proceso, ya que expande el tórax. Cuando se está realizando adecuadamente, se puede sentir que empuja el abdomen con cada respiración. Al utilizar el diafragma de forma correcta, aumentan las señalas de bienestar y relajación que llegan al cerebro.
Los expertos en yoga recomiendan contar hasta tres en cada inhalación y exhalación, sin pausar, prestando mucha atención al movimiento del abdomen, y hacen énfasis en lo importante que es inhalar solo por la nariz, pues al hacerlo por la boca no hay nada que en el trayecto hacia los pulmones detenga o filtre el aire, que puede llevar consigo polvo o cualquier materia extraña.
Para practicar en casa
Respirar es una ciencia que tiene el poder de conectarse con la energía vital, por ello es necesario hacerlo conscientemente. Conozca algunas recomendaciones para potenciar sus beneficios:
1. Realice estiramientos que ayuden a estimular los músculos del tórax. Extienda los brazos hacia los lados, luego inclínese con ellos hacia arriba y comience a respirar.
2. Practique acostado. Relaje los brazos y comience a inhalar lentamente por la nariz llevando el aire al inferior del estómago, exhale de la misma forma.
3. En situaciones de estrés es fundamental respirar profunda y suavemente para distensionar los músculos del cuerpo.
4. Adopte una rutina en la que durante 10 o 20 minutos haga respiraciones profundas. Esto generará sensación de bienestar y felicidad.