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El supuesto hallazgo de una menor, de unos ocho años, en el santuario de Katarniaghat, ubicado en el estado de Uttar Pradesh, en la frontera entre India y Nepal, generó una historia impresionante. Según se había informado, la niña había sido encontrada junto a una manada de monos, imitaba sus comportamientos y era incapaz de comunicarse con los humanos.
Hasta se llegó a decir, de acuerdo con la BBC Mundo, que la manada atacó a los policías que intentaron rescatarla. Sin embargo, una nueva versión de la historia señala que la niña no vivía con los monos y que la pequeña tendría problemas mentales y habría sido abandonada por los padres por tal condición.
Distinto a lo que se creía, la menor tampoco habría pasado mucho tiempo en el lugar. Según reseñó la cadena de noticias, Gyan Praksh Singh, uno de los guardabosques, dijo que no es posible que si la niña hubiese estado mucho tiempo en el lugar no hubiese sido captada por los cientos de cámaras que están dispuestas para el censo animal.
Con el pasar de los días, los hechos parecen haberse ido aclarando y hoy se señala que la niña, que fue hallada con heridas, con un cuadro de desnutrición y con las uñas bastante largas, tampoco habría sido abandonada en lo profundo del bosque, sino en una carretera cercana.
A lo mejor, dicen las autoridades, sus padres la abandonaron porque el Estado indio ofrece muy poca ayuda para las familias con personas con discapacidad. Finalmente, la menor será trasladada a un lugar en el que recibirá atención médica.
La historia de la niña causó tanta curiosidad, que, una vez conocida, muchas personas se acercaban al hospital al que fue llevada a visitarla, relata el diario El Mundo, de España.
En la India, de acuerdo con los datos de la Oficina Nacional de Registro de Delitos, desaparecen unos 200 niños al día y muchos terminan en el mercado de la explotación sexual.