Los cuadros del chavismo en Colombia

Silenciosamente, el chavismo avanza en el  país y también se prepara para las elecciones.

Norbey Quevedo H.
25 de agosto de 2009 - 04:00 a. m.

En medio del contrapunteo diplomático que libran Colombia y Venezuela, el embajador ante la OEA Luis Alfonso Hoyos calentó el ambiente anunciando que el gobierno repelerá todas las acciones del proyecto expansionista de Hugo Chávez en el país. De inmediato un coro de voces políticas se sumó al desafio. Pero en la práctica, el Ejecutivo se pellizcó tarde porque desde hace muchos meses el chavismo cobra forma en la sociedad colombiana, con claras manifestaciones políticas.

Aunque a principios de 2009, desde Cúcuta se hizo visible el Movimiento Socialista Bolivariano que, con el ideario chavista como eje doctrinario, emprendió un proceso de consultas ante las autoridades electorales para legitimarse, desde hace rato esta misma corriente ideológica tiene ramificaciones en Colombia. En Bogotá, Medellín, el Eje Cafetero o la Costa Atlántica ya existen capítulos aislados de este mismo perfil político, con una estructura más sólida en el departamento del Atlántico.

En concreto, hoy en Barranquilla, con una creciente visibilidad, ya existe la llamada Corriente Bolivariana Colombiana, que ya participó en una consulta para elegir candidato a la alcaldía de la ciudad y poco a poco ha ido posicionando listas de aspirantes a asambleas y concejos en los departamentos de Sucre, Magdalena, Norte de Santander y Atlántico. Aunque sus líderes no son muy conocidos, sí existe una voz cantante: el ex concejal de Barranquilla y político costeño Jorge Urueta Jiménez.

Nacido en Luruaco (Atlántico), Urueta fue concejal de Barranquilla entre 1995 y 1998, y desde 2006, junto a Juan Carlos Tanus lidera además un proyecto denominado Asociación de Colombianos en Venezuela-una sola bandera. En las últimas elecciones municipales alcanzó a figurar como precandidato del Polo Democratico Alternativo (PDA) a la alcaldía de Barranquilla, y según fuentes consultadas por El Espectador, durante su campaña se le vio acompañado del diputado venezolano José Luis Pirela.

Según los últimos registros migratorios, Jorge Urueta Jiménez presenta 16 entradas y salidas al país en los últimos tres años, 14 de ellas a Venezuela y las últimas dos a Ecuador. Las autoridades creen que Urueta Jiménez es uno de los principales líderes de la Corriente Bolivariana Colombiana que precisamente tiene previsto realizar una asamblea general el próximo domingo en Barranquilla, en la sede del Polo, con la presencia de delegados de Norte de Santander, Guajira, Córdoba o el Valle.

Un documento conocido por El Espectador da cuenta de sus criterios de trabajo. Según el mismo, se trata de una tendencia “política, ideológica y orgánica dentro del Polo pero autónoma e independiente”. Y refiere más adelante: “la CBC trabaja por ser una vanguardia marxista bolivariana, moderna y acoje los postulados de las teorías de la liberación (...) luchamos por una nueva estrategía para Colombia que reemplace la guerra popular prolongada por un movimiento político de masas que tenga como bandera el socialismo para Colombia”.

La guía sostiene que, como objetivo estratégico a nivel regional, a diciembre de 2009 debe tener unos 1.000 cuadros, basándose en la directriz de que todo militante mensualmente debe ganar políticamente a un joven, un adulto y una mujer; y que la red debe crecer a través de las cooperativas, consejos estudiantiles, asociaciones, sindicatos, grupos juveniles,  colegios públicos y privados y comités de barrios hasta consolidar una escuela nacional de cuadros integrada a las asociaciones paralelas en Venezuela.

En otras palabras, más allá de los comentarios del embajador Luis Alfonso Hoyos, hace rato que las autoridades colombianas tienen claro que el proceso revolucionario bolivariano que lidera el presidente Hugo Chávez en Venezuela tiene extensiones en Colombia. La prueba es que a nivel de los organismos de inteligencia, se han elaborado varios informes para sustentar por qué el neosocialismo que pregona Chávez “constituye una amenaza a la política de seguridad democrática”.

Otro documento conocido por El Espectador establece por ejemplo que el proceso revolucionario bolivariano es preocupante porque permite nexos orgánicos de carácter militar, financiero y diplomático con las Farc y el Eln, que en lo táctico se convierten en “santuarios tácticos” para estas organizaciones. En esencia, los organismos de inteligencia ya tienen medidas las que denominan “connotaciones hemisféricas y transcontinentales” del modelo revolucionario bolivariano de Chávez.

Sin embargo, esta no es la única expresión evaluada por las autoridades. Desde meses atrás existe preocupación por la proyección económica de la empresa Monómeros Colombo Venezolanos, filial de la estatal de petroquímica venezolana PDVSA, domiciliada precisamente en Barranquilla. No sólo se sabe que a través de otras firmas de su control ha realizado multimillonarias donaciones a entidades sociales en Colombia, sino que ha financiado varias actividades vinculadas a la misión que busca formalizar un acuerdo humanitario entre el Gobierno y las Farc.

Desde agosto de 2008, la propia senadora Piedad Córdoba admitió públicamente que ha recibido auxilios de esta empresa, pero aclaró que “fue necesario reconocerlos porque el gobierno colombiano no ofreció ningún apoyo efectivo para ese costoso y complejo proceso”. De todos modos, los comentarios alrededor de Monómeros Colombo Venezolanos alcanzan para afirmar que hoy persiste en su financiación a proyectos sociales y también a la ayuda del accionar político con perspectiva bolivariana.


La última evidencia parece ser la campaña electoral al Congreso que lidera Alexis Lewis, un funcionario de la empresa y asesor sindical que mantiene estrechas relaciones con allegados a la petroquímica. Según organismos de inteligencia, Lewis también cuenta con el apoyo directo del cónsul de Venezuela en Barranquilla, Nélson Barrios. En la actualidad, Monómeros Colombo Venezolanos efectúa múltiples inversiones en territorio colombiano en el campo petroquímico y en otras áreas de protección de los recursos naturales.

En síntesis, cuando el presidente de Venezuela, en su programa Aló Presidente habla de ejecutar un buen plan de expansión hacía Colombia, manifestando que “le tienen miedo no al chavismo sino al fuego bolivariano”, lo dice porque sabe que su doctrina ya tiene redes muy claras en Colombia. Y cuando el embajador en la OEA, Luis Alfonso Hoyos, habla de que se debe repeler el expansionismo de Chávez es porque entiende que llegaron los tiempos electorales y la seguridad democrática será también un as de las distintas campañas.

En el fondo, lo que propone Hoyos es similar al discurso que viene pregonando el ex senador Rodrigo Rivera, en el sentido de que, según él, “vamos a ir a una elección con alto riesgo de elegir a alguien que, como un caballo de troya, termine desmontando la política de seguridad democrática y mentiéndonos en un proceso de zona de despeje para negociar intercambios humanitarios”, es decir, el proyecto político que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quisiera para Colombia, y que ya cuenta con líderes, páginas web, financiación y aliados, varios de ellos del Polo.

“El Polo sólo le responde a la ciudadanía colombiana”

El presidente del Polo Democrático, senador Jaime Dussán, dijo desconocer las presuntas intenciones expansionistas del presidente venezolano, Hugo Chávez, aunque reconoció que existen “afinidades” con sus ideales socialistas.

“No hay militantes del partido de Chávez en el Polo, ni gente del Polo en el partido de Chávez”, enfatizó Dussán, quien a una pregunta sobre las declaraciones del mandatario vecino en las que mencionó su colectividad como una posibilidad de alianza, señaló: “Al fin se dio cuenta de que el partido de izquierda en Colombia es el Polo Democrático”.

Por su parte, el senador Gustavo Petro, de quien se ha dicho que es muy cercano a Chávez, manifestó que el Polo no es apéndice de ningún gobierno extranjero: “El Partido sólo le responde a la ciudadanía colombiana”, agregó, mientras que Parmenio Cuéllar, senador también, aclaró que el Polo Democrático no hace parte del proyecto bolivariano que promulga el presidente Hugo Chávez.

‘Es una denuncia fantasiosa’

De “fantasiosa” y “emotiva” calificó el Gobierno de Venezuela la denuncia del Gobierno del presidente Uribe sobre un supuesto “proyecto expansionista” del chavismo en Colombia. En un comunicado divulgado ayer en Caracas, la misión permanente de ese país ante la Organización de Estados Americanos (OEA) resaltó “la curiosa naturaleza” del documento que contiene esa denuncia y en el que —según el Ejecutivo del país vecino— “se insertan expresiones fantasiosas y emotivas en respuesta a un mensaje de paz del presidente Hugo Chávez Frías a la gran mayoría de los ciudadanos de nuestra hermana República”.

Vea la Primera página del documento que establece el objetivo estratégico de la CBC haciendo y el documento oficial sobre las amenazas del chavismo haciendo clic AQUÍ.

Por Norbey Quevedo H.

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