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- Hijo, nos vamos de vacaciones, la casa queda bajo tu responsabilidad.
Mientras sus padres le hacían todas las recomendaciones del caso, Oliver, al menos mentalmente, se frotaba las manos. Tenía todo planeado. Iba aprovechar la ausencia de sus viejos para organizar una pequeña fiesta. Sin embargo, todo se salió de control en esa vivienda de Lancs, Poulton, Inglaterra.
El joven de 18 años invitó a sus tres mejores amigos a tomarse unos tragos y a escuchar música. Pero, la noticia de que Oliver estaba solo en la gigantesca casa avaluada en 585.000 libras esterlinas (más de 2.000 millones de pesos), creció como bola de nieve por culpa de las redes sociales. Muy rápido la casa se llenó de adolescentes con ganas de fiesta y alcohol.
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Una vecina, alarmada por lo que estaba pasando en la casa de los Robinson, decidió llamar a los padres del joven, quienes de inmediato, cancelaron sus vacaciones y anticiparon el regreso.
Lo que vieron los dejó estupefactos: Muebles rotos, charcos de vomito, orines, y muchas botellas de licor regadas por la vivienda. La madre del joven, entre furiosa y decepcionada, llamó a la Policía y denunció a su propio hijo.
"Llamé a la policía de inmediato. Sé que no todas las madres harían lo que hice, pero él necesita crecer", declaró la mujer de 49 años, reseña The Sun. Ese medio agrega que el joven fue despedido de la empresa de construcción de su padre. Además: Muere adolescente en fiesta inspirada en película "Proyecto X"
El defensor del acusado, Brett Chappell, declaró que el joven no tenía intenciones de organizar una gran fiesta, sino que fue presionado por sus amigos y él tuvo una actitud ingenua e inapropiada, lo que lo tiene devastado actualmente.
Finalmente, Oliver, tuvo que pagar una indemnización de 200 libras esterlinas (800.000 pesos), más un recargo de 20 libras (80.000) para las víctimas, es decir, sus propios padres. También quedó en libertad condicional y fue multado con 50 libras (200.000 pesos), indicó The Sun.