El monto de la multa fue dado a conocer después de que la empresa Marck Associates Inc, propietaria de los restaurantes, se declaró culpable de conspiración para inducir a residir de forma ilegal a extranjeros en Estados Unidos y de complicidad para ayudar y permitir que un extranjero permanezca en el país.
La empresa acordó pagar el millón de dólares después de los fiscales demostraron que los encargados de dos de los restaurantes sabían que los empleados no cumplían las condiciones legales para trabajar en EE.UU. y dos de ellos les facilitaron números de la seguridad social de otras personas.
“Este caso debería servir como recordatorio a los empleadores que contratar empleados sabiendo que son ilegales viola las leyes federales”, afirmó el fiscal de distrito Gregory Brower.
“Las compañías y los gerentes que se impliquen en conductas semejantes están advertidos de que las violaciones serán perseguidas y que las penas criminales pueden ser cuantiosas”, agregó.
La investigación fue llevada por la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) y la fiscalía del distrito de Nevada, después de recibir un aviso en marzo de 2007 sobre un posible delito de robo de identidad en la oficina del sheriff del condado de Lyon (Nevada).
En septiembre de 2007, los agentes del ICE realizaron una inspección a los once McDonald's de Mack Associates en la zona de Reno (Nevada) y detuvieron a 58 inmigrantes que estaban trabajando de manera ilegal.
Treinta de esos inmigrantes ilegales han sido deportados.