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No exigimos lujos ni excentricidades: esposas de pilotos de Avianca

Piden que tanto la empresa como sus empleados encuentren un equilibrio en sus peticiones. No comparten los términos de la carta viral en redes sociales en la que la esposa de un piloto expresa su descontento con la aerolínea.

Paulina Tejada Tirado @PauliTejadaT
11 de octubre de 2017 - 09:09 p. m.
Mauricio Alvarado - El Espectador
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Foto: MAURICIO ALVARADO
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Las grandes críticas al paro de pilotos de Avianca giran alrededor de si sus exigencias realmente justifican el impacto que generan 19 días de cese de actividades, cancelaciones de vuelos y afectaciones a la mayor parte de los sectores de la economía nacional. Según el informe Midiendo el impacto del paro de pilotos Volumen 2, publicado ayer por Bancolombia, cada día de huelga representa US$800.000 en pérdidas operativas y US$1,5 millones en pérdidas netas. El recelo de quienes no son cercanos al mundo de la aviación se afianzó hace dos semanas con la circulación en las redes sociales de una controvertida carta dirigida a Germán Efromovich, presidente de la Junta Directiva de la aerolínea, por parte de la esposa de un piloto de Avianca.

En ella, la mujer expresa que algunas de las condiciones laborales de su esposo no son justas, como las jornadas extenuantes y la posible abolición de los beneficios de tiquetes que se habían pactado desde 2013. Sin embargo, declaraciones como “si mi esposo ganara 15 millones de pesos (…) no tendría en mi parqueadero un Chevrolet Sail ni una Dodge Journey, sino un Mercedes” han generado polémica y, según los defensores de la causa de los pilotos, reduce las peticiones de la Asociación de Aviadores Civiles, Acdac, que llevan en la mesa de negociación más de cuatro años, a simples exigencias de una vida lujosa y privilegiada.

María*, esposa de un capitán de Avianca, y Daniela*, esposa de un ex copiloto de la misma empresa, manifestaron en entrevista con El Espectador que dicha carta no las representa, a pesar de que ambas afirman tener opiniones distintas frente a la situación de la aerolínea y sus empleados.

Siendo esposa de un piloto que pertenece o recientemente perteneció a Avianca, ¿qué tiene para decir sobre el paro de pilotos de esta empresa?

M: Inicialmente, me llevó a pensar que podría ser viable respecto a ciertos marcadores importantes que inciden fuertemente en la parte operacional de los pilotos, especialmente en el equipo de A320. Su profesión conlleva un desgaste físico tal que afecta la seguridad del vuelo. Eso es lo que la opinión pública no entiende y nunca va a entender, pero las cosas, en mi sentir, se salieron del contexto, pues se ventilaron asuntos que no corresponden a la realidad.

D: El paro de pilotos de Avianca tiene “mucha tela para cortar”. Algunas cosas pueden ser excesivas, pero creo que se deben tener otras consideraciones. Más días libres, por ejemplo. Solo son 8 días libres al mes y muy pocos de ellos son en fines de semana. Más salario, sí, pero no de forma exagerada y pensando también en la sostenibilidad de la empresa. También, por ejemplo, los tiempos en los aeropuertos y las llegadas a su casa no son tenidos en cuenta como tiempo de servicio. Si se conoce un poco más el gremio, se entiende que las exigencias tienen una razón de ser. Por supuesto, sin caer en excesos. Si mi esposo continuara en la empresa, seguramente no hubiera entrado en el paro, pero es cierto que hay temas que se pueden mejorar.

Se dice que las condiciones de los pilotos en Colombia no se deben comparar con las de un trabajador promedio, sino con las de pilotos de otras empresas de aviación debido a las condiciones especiales que implica esta profesión. ¿Cree que las exigencias de la huelgan han sido sacadas de contexto?

M: Lo que sucedió con las exigencias plasmadas en el pliego fue que algunas de ellas radicaron básicamente en la parte operacional. Estas no fueron explícitas frente a la opinión pública ni por parte de la compañía ni del sindicato. La logística que implica la salida de un vuelo no se resume en solo montarse y salir. Entonces, el desconocimiento del público frente a una operación aérea, sumado a los otros puntos, que en mi opinión fueron algo salidos de contexto, dieron lugar a un reproche total. Considero que las partes debieron haber conciliado sobre los aspectos básicos del pliego, como la seguridad aérea y las horas de vuelo, dejando tal vez los otros puntos con una menor incidencia.

D: Sí, pienso que las condiciones que los pilotos han reclamado han sido sacado de contexto. Aunque pueden sonar exageradas, considero que deben ser reevaluadas ya que se debe intentar buscar condiciones que se dan en otra aerolínea y de esta manera encontrar un equilibrio en sus peticiones.

Entonces, desde lo que vive al lado de su esposo, ¿cómo es la realidad laboral de un piloto?

M: Hay que tener presente que, en un principio, esa fue la profesión, el trabajo y la empresa que mi esposo eligió y bajo esos parámetros se mide tal actividad laboral. Es un trabajo que exige mucha responsabilidad y demanda un alto grado de estrés, no solo por el vuelo sino por el hecho de llevar a bordo más de 250 pasajeros en un trayecto largo en el cual se pueden presentar circunstancias que el piloto al mando debe resolver con inmediatez. Si falla en su decisión, ello implicaría una investigación por parte de la compañía, en fin. No es tan sencillo como otros espectadores ajenos a esta profesión la consideran. Hemos obtenido grandes beneficios por parte de la labor ejercida, como el hecho de poder viajar con regularidad con costos favorables, además de volar en una empresa que es un gran referente a nivel latinoamericano y mundial. A pesar de no tener un esposo y un papá la gran parte del tiempo en la casa y obviar fechas muy especiales de la familia, la considero una profesión ejemplar que nos ha brindado muchas cosas maravillosas.

D: Las condiciones laborales de un piloto son bastante complicadas sobre todo para su vida personal y para la de su familia. Sus tiempos siempre son limitados, si mucho tienen un fin de semana libre al mes, no está en las fechas importantes, su horario de almuerzo nunca es como el de una persona normal. El salario de mi esposo, para ser exactos, era de 6 millones deduciéndole sus prestaciones y llevaba 6 años en la compañía de copiloto de los aviones A318, A319, A320 y A321. Por otro lado, el servicio de salud que tienen es de excelente calidad, así como los beneficios de los tiquetes. Sin embargo, las condiciones laborales son consideradas de alto riesgo para seguros, pero para jubilación y otros beneficios a favor es un empleo comparado al de oficina y no se tiene en cuenta que se exponen a cambios físicos extremos a diario, radiación solar, cambios de presión y cambios de horarios.

Si pudiera decirle algo a Germán Efromovich, presidente de la Junta Directiva de la aerolínea, ¿qué sería?

M: A pesar de que la empresa tenga una gran solvencia económica, reporte un gran porcentaje de ganancias y aunque haya tomado el control de la empresa cuando atravesaba su estado más crítico, le pido a usted, como al grupo de pilotos, reconsiderar este gran impase para así obtener el mejor beneficio para ambos. En este momento tan crítico se deben tratar con mucha cautela para poder llegar a un buen término, no solo para ambas partes sino para todo lo que gira en torno al transporte aéreo.

D: Señor Efromovich, usted es un hombre de familia al igual que mi esposo y sabe que ellos no son cualquier máquina de trabajo, por el contrario, son parte fundamental de su empresa y merecen respeto y compensación por los servicios que prestan. Usted tiene el deber de cuidar a sus empleados y tratarlos bien porque son ellos quienes le dan el buen nombre y la buena imagen que tiene Avianca ante el cliente y el mundo de la aviación.

¿Por qué cree que la solución para muchos pilotos es irse a trabajar fuera del país?

M: Es muy sencillo: se sienten inconformes con su trabajo pese a ser uno de los empleados mejores remunerados del país. El que no desee trabajar bajo esas circunstancias, puede elegir entre muchas ofertas laborales alrededor del mundo que de cierta manera los puede remunerar mejor.

D: Porque ofrecen mejores salarios, mejores condiciones de sus tiquetes y los de su familia, porque pueden tener días para pasar tiempo con su familia como Navidad y cumpleaños, así como por sus procesos de transición a otros aviones. Las condiciones en Colombia, comparadas con las de otros países, no son tan favorables. Por eso mi esposo ahora trabaja en otro país.

¿Está de acuerdo con lo expuesto en la carta que circuló por redes sociales?

M: La considero totalmente impropia, dado que en mi caso me siento una persona completamente privilegiada porque mi esposo labore en la compañía y tenemos una excelente calidad de vida gracias, en primer lugar, a la prestación de servicio ejercida por mi esposo y, en segundo lugar, a la empresa.

D: Con respecto a la carta que circuló en las redes sociales, pienso que es desafortunada porque si bien refleja algunas cosas que nos toca vivir a las esposas, no es la forma correcta de expresarlo. No estamos exigiendo tener lujos ni excentricidades, simplemente queremos que sepan que tampoco somos millonarios, que en ocasiones las prestaciones no son tan elevadas y que es una profesión que requiere ciertas condiciones. Pienso que nuestra sociedad tiene un concepto de los pilotos bastante distinto a la realidad.

*Nombres cambiados por solicitud de las fuentes.

Por Paulina Tejada Tirado @PauliTejadaT

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