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Novedosa alternativa para tener bebés

El procedimiento ofrece resultados similares a  la fecundación in vitro.

Redacción Vivir
04 de marzo de 2009 - 11:00 p. m.

Al enfrentarse al árbol genealógico de la medicina, el doctor francés Claude Ranoux decidió encaminar sus esfuerzos hacia el campo de la fertilidad, a ofrecer su cuota para que las parejas que no pudieran tener hijos de forma natural no se privaran del deseo de ser padres.

En un día de iluminación mental, vino a su cabeza una idea. Se le ocurrió incluir a la vagina de las madres, a la que llama “la mejor incubadora del planeta”, en el proceso de fecundación de los gametos (células sexuales: óvulo y espermatozoide) y evitar así que todo el trabajo se realizara en los laboratorios.

Ingenió una especie de cápsula plástica pequeña en la que se mezclaban en solución salina los óvulos con los espermatozoides y se introducía en la vagina de la mujer durante tres días, esperando encontrar una temperatura adecuada para la concepción y para que, al menos en alguna proporción, la naturaleza cumpliera con su parte.

Los embriones que se formaran dentro de la cápsula serían aquellos que se implantarían en el útero  para intentar un  embarazo. La idea y algunas pruebas exitosas le valieron al doctor Ranoux ser galardonado en 1987 por la Sociedad Americana de Fertilidad, pero en el sucesivo avance del proyecto vinieron los problemas. La cápsula estaba produciendo infecciones vaginales.

Luego de varios años de trabajo, el doctor Ranoux persistió en la iniciativa y con el avance de la ciencia y nuevos materiales afiló el funcionamiento del dispositivo. Actualmente, Ranoux es presidente de la compañía INVO Bioscience en Estados Unidos.


La semana pasada vino a Bogotá para capacitar al personal del Centro Colombiano de Fertilidad y Esterilidad (Cecolfes), que incluyó al Invocell (nombre del dispositivo) en su oferta de opciones de reproducción asistida.

“Hay una ventaja psicológica para las madres que recurren al método: en realidad se sienten partícipes de la concepción”, declaró el doctor Ranoux, quien desde hace cerca de seis años distribuye su producto en países como Francia y Estados Unidos.

En su visita aplicaron el método en cinco pacientes y luego de análisis microscópicos determinaron que efectivamente habían logrado la conformación de varios embriones. Ahora deberán esperar unos 12 días para probar que luego de los implantes las mujeres quedaron encinta.

“Durante 30 años los tratamientos de fertilidad en Colombia fueron elitistas por sus altos costos. Sin embargo, con el Invocell el precio se reduce a la mitad, a cerca de $7’000.000”, comenta el doctor Elkin Lucena, director de Cecolfes, después de aclarar que con las probabilidades del nuevo procedimiento la factibilidad de lograr un embarazo es del 35%, un número similar al de la fecundación in vitro.

Por Redacción Vivir

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