Luego de ser destinado prioritariamente a las naciones del África Subsahariana, debido a sus altos índices de portadores (algunos de ellos superiores al 20% de la población), el código comienza a ser promovido en América Latina. Países como Argentina, Ecuador y Colombia adoptaron el documento.
Las buenas prácticas confeccionan una guía con la que básicamente se vela por el cumplimiento de los Derechos Humanos de los enfermos de sida, la prevención para evitar que el VIH se transmita a otras personas y el apoyo a iniciativas para contribuir al tratamiento completo de la enfermedad.
“Originalmente, este código ha sido creado para orientar a las ONG en su lucha contra el sida, pero aspiramos a que los hospitales y las EPS se vinculen y lo adapten para ayudar a sus pacientes”, advirtió el doctor Yacid Estrada, coordinador de salud comunitaria de la Cruz Roja Colombiana.
Las mismas ONG que recibieron el código venían reportando a la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, a través de listas de autoevaluación, la calidad de la atención que estaban brindando. Con esto, según explicó Carolina Cossío, representante de la federación, los datos obtenidos luego de aplicar el código podrán compararse, de tal modo que en nueve meses se sabrá qué tan efectivas están siendo las nuevas disposiciones en nuestro país.