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A comienzos del siglo XIX el científico alemán Alexander von Humboldt recorría el territorio del Nuevo Reino de Granada trazando su geografía y recolectando plantas. Sus viajes y largas conversaciones con los líderes de la Expedición Botánica lo llenaron de aprendizajes. La relación científica y educativa entre Alemania y Colombia ha continuado desde entonces y 200 años más tarde, cada vez son más los colombianos que viajan a universidades alemanas, los alemanes que investigan en territorio colombiano y los proyectos científicos que se adelantan en conjunto.
“Después de Brasil y México, Colombia es el tercer país latinoamericano con el mayor número de estudiantes inscritos en Alemania”, dice Sven Werkmeister, director del Centro de Información del DAAD, el Servicio Alemán de Intercambio Académico. En el invierno 2011-2012 un total de 1.871 estudiantes colombianos se matricularon en universidades alemanas; desde 2000, este número se ha multiplicado por cuatro.
Además del DAAD, que tiene 30 programas diferentes de financiación, instituciones como la Fundación Alemana para la Investigación Científica (DFG9 y la Fundación Alexander von Humboldt ofrecen oportunidades que los colombianos están aprovechando.
Dietrich Halm, director para América Latina de la DFG, aseguró que la región “se ha vuelto muy atractiva para el sector de ciencia”, mientras que la abogada y representante científica en Colombia de la Von Humboldt informó que hasta diciembre de 2012, 47 colombianos habían recibido becas. Alemania también ofrece pasantías para investigadores y últimamente posibilidades de materializar en productos y servicios todo el conocimiento construido entre científicos e innovadores de ambos países.
Conocer el mar,una de las prioridades
Desde hace 50 años la Universidad de Giessen, Alemania, apoyó la creación del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar) en Santa Marta. Continuando con el apoyo en esta área, desde 2009 el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán financió con 1,5 millones de euros la creación del Cemarin, uno de sus cuatro centros mundiales de excelencia, al que pertenecen las universidades de Giessen, Oldenburg y Bremen, y por el lado colombiano, además del Invemar, las universidades Nacional, de Antioquia, del Valle, del Norte, Jorge Tadeo Lozano y la del Magdalena.
Como complemento a la labor de investigación del Cemarin, desde el año 2010 este consorcio de universidades ofrece el doctorado en ciencias del mar que, según el director nacional del Centro, ingeniero y profesor de la Universidad Nacional Andrés Osorio, “cada uno funciona individualmente, pero se potencializan entre ellos”.
Lo que quizá más le ha convenido al país es la mirada multidisciplinaria de sus mares, reflejo de la apertura a científicos colombianos y alemanes, incluso estadounidenses, que han aportado a las investigaciones desde diversas áreas del conocimiento. Articular la relación con pares de Alemania y lograr que los investigadores piensen en investigación para la sociedad, son dos de las metas conseguidas, según Osorio.
Los más de 30 estudiantes del doctorado trabajan en acuicultura, productos genéticos marinos para la industria farmacéutica, ingeniería renovable marina, arrecifes coralinos, química marina y nuevas metodologías de cogobernabilidad con comunidades pesqueras del Pacífico.
Un ‘marrano’ inteligente para inspeccionar tuberías
El director de la Corporación para la Investigación de la Corrosión (CIC) con sede en Santander, el físico Jorge Panqueva, hizo su doctorado en la Universidad de Colonia y se graduó en 1982. Desde entonces ha mantenido contacto con Alemania porque, según dice, “su modelo de sistema de ciencia, tecnología e innovación es muy interesante: Alemania vive de la exportación de su tecnología”. Y aunque hasta hace unos años su relación con ese país era puramente académica (basada en la formación de personal y pasantías), la CIC trabaja actualmente con el Instituto de investigación Fraunhoffer y la Transportadora de Gas Internacional en el mejoramiento de una herramienta que han llamado “el marrano inteligente”, una máquina que corre dentro de los tubos para limpiar o inspeccionar los oleoductos y gasoductos. “En el momento tenemos la idea de montar en esa herramienta sensores que se han desarrollado en Alemania y el objetivo es crear una empresa de servicios para la inspección de oleoductos y gasoductos conjuntamente”. TGI, la mayor transportadora de gas en Colombia, cuenta con 3.774 kilómetros de gasoductos.
¿Cómo viajar a Alemania?
El DAAD tiene un convenio con Colfuturo para los colombianos que quieren estudiar sus posgrados en Alemania. Con Colciencias tiene convocatorias para la formación de jóvenes ingenieros, de docentes universitarios y para el intercambio de investigadores colombianos y alemanes en el marco de proyectos conjuntos en áreas de interés común. Colciencias promueve proyectos de investigación binacionales con la DFG, cuyo primer piloto se lleva a cabo actualmente en el campo de la electrotécnica, y con el Ministerio Alemán de Educación e Investigación (BMBF) desarrolla una convocatoria de movilidad de investigadores en cuatro áreas estratégicas: biodiversidad, biotecnología, mar y salud.
Pero “queremos trabajar más con Alemania”, dijo el director de Colciencias, Carlos Fonseca, durante el evento Investigar en Alemania, realizado en hace pocos días en Bogotá y al que asistieron decenas de universitarios, muchos de los cuales estarán llenando ya los formatos de aplicación para viajar a uno de los países líderes en ciencia y tecnología.