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Con cuatros semanas de edad y al salvarse de morir en un matadero de Sudáfrica, la cerda Pigcasso-bautizada así en honor al pintor español Pablo Picasso- se ha convertido en el primer animal con contar con su propia galería de arte, donde vende cuadros que pinta por 1.000 euros cada uno.
Joanne Lefson, activista y fundadora del refugio Farm Sanctuary de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), rescató de una empresa cárnica con cuatro semanas de edad a la cerda que, según su dueña, comenzó a interesarse y a jugar con los lápices y pinceles porque “era lo único que no se comía”, sostuvo Lefson a la revista National Geographfic, quien califica el estilo de su cerda como expresionismo abstracto.
Cuando la activista Lefson se dio cuenta del talento para la pintura, comenzó a entrenar a Pigcasso con refuerzos positivos (le daba comida a cambio del trabajo bien realizado), y así la cerda continuó agarrando los pinceles con su trompa y dibujando en el lienzo. Lefson también afirma que no la obliga a pintar, sino que “lo hace cuando quiere”.
La cerda de 200 kilos, quien no le incomoda pintar en exteriores e interiores, siempre lo hace con colores llamativos y con trazos enérgicos. Su dueña se ha emocionado tanto con el arte producido por Pigcasso que le creó su propia cuenta de Instagram, en la que publica videos del proceso creativo.