En el último cuarto de siglo hemos perdido el 30% de la riqueza biológica del planeta y de mantenerse este ritmo de consumo de los recursos naturales, para 2030 necesitaremos un planeta extra, de las mismas dimensiones de la Tierra, para sobrevivir. Como ese planeta no existe, la única opción que nos queda es poner freno a los voraces estilos de vida que llevamos.
Esta fue una de las principales conclusiones del Informe Planeta Vivo, de la organización ambiental WWF, que ayer se presentó oficialmente en Colombia. El informe, considerado desde 1998 uno de los documentos más importantes en materia de salud ambiental, combina información aportada por la Sociedad Zoológica de Londres con los indicadores de la Red de la Huella Global.
Bosques tropicales, tierras áridas, praderas, aves, mamíferos y fuentes hídricas han sufrido pérdidas globales que van desde un 20 hasta un 60%.
Y aunque las responsabilidades son globales y compartidas por todos los humanos, unos más que otros han afectado la salud planetaria. El informe de WWF destaca que los habitantes de Estados Unidos, China e India son los mayores deudores ecológicos.
En este ajuste de cuentas, entre lo que consumen los habitantes de un país y sus recursos naturales, los colombianos se pueden considerar afortunados. Por cada colombiano se necesitan 1,3 hectáreas globales de tierra o mar productivos, cuando el país cuenta con una capacidad de 3,7 por cada uno de ellos. A esto se suma que Colombia figura entre los países que producen menos del 2,5% de las emisiones globales de carbono.
“No obstante, sí es uno de los más afectados por el cambio climático y como evidencia de ello están la pérdida de especies y la desaparición de la mayoría de nuestros nevados, glaciares y páramos”, apuntaron los expertos de WWF Colombia desde Cali.