Querido Niño Dios, para esta Navidad quiero...

En ocasiones los pedidos de los niños exceden el presupuesto. Legos, iPods, consolas y hasta cuatrimotos forman parte de la lista de regalos. Los aparatos electrónicos se fortalecen en el mercado, pero los juguetes tradicionales continúan llamando la atención de los pequeños.

Redacción Vivir
24 de diciembre de 2008 - 02:35 a. m.

Navidad, tiempo de alegría, fiesta y, por supuesto, regalos. A pesar de la crisis que aqueja a la economía mundial, la venida del Niño Dios o de Papá Noel resulta siempre muy emocionante para los niños, pero inapelable para los padres. Son largos los listados de regalos que los pequeños plasman en sus cartas sin que la inocencia les permita entender que, de ser satisfechos en su totalidad, probablemente la cifra en las cajas registradoras alcance de seis a siete dígitos.

Y no es que sea cuestión de mala voluntad ni de desconsideración. La publicidad o el hecho de ver en los otros un artículo deseado, la mayoría de las veces logra su cometido: “Yo quiero un iPod, un carro a control remoto, un Lego. Yo quiero a Max Steel con su moto, el submarino y el lanzacohetes. Me he portado bien y lo que quiero es que me regalen un computador…”

Incluso hay casos en los que los deseos llegan a desbordar la realidad. En Santa Marta, Jorge Noguera Bolaño  tuvo que pensar durante varios días cómo sustituir con otro regalo la cuatrimoto que había pedido insistentemente Jorge Mario, su hijo de 8 años.

Como buen padre consentidor, hizo sus averiguaciones en los concesionarios y se enteró que el regalo que el pequeño clamaba con ilusión oscilaba entre los 12 y los 13 millones de pesos. “Jorge Mario dice que varios de sus amigos andan en cuatrimoto y que no me preocupe, que con ellos ya ha aprendido a manejarla”, comenta entre risas Jorge, quien no descarta la idea de regalarle a su hijo la cuatrimoto el año que viene, cuando esté un poco más grande.

Diferente es el caso de Carmen Chacón, una mujer que acudió a los estantes de las jugueterías bogotanas en busca de un Lego City, una especie de ciudad que los niños construyen con fichas y personajes que van sacando de una caja de cartón. En el mercado, este producto se obtiene por un precio cercano a los 220.000 pesos, un costo que Carmen no podía asumir. Así que optó por buscar características similares a las del Lego City pero con un precio más económico. “Finalmente es lo mismo sino que sin marca”, concluyó Chacón. 

Por otra parte, la tecnología viene apoderándose con fuerza de las pretensiones de los más pequeños. Los reproductores MP4, cámaras digitales, iPods, y videojuegos aparecen constantemente en las cartas que los niños le envían a ese ser capaz de darles los regalos que desean. Particularmente, las consolas de videojuegos tienen una gran demanda. Xbox 360, Nintendo Wii, Nintendo DS y PlayStation Portable son las más solicitadas. Este último fue el que  Noguera Bolaño resolvió comprarle a su hijo en reemplazo de la cuatrimoto.

Sin embargo, los juguetes tradicionales todavía no entran en el olvido. Alexis Peñuela, vendedor del almacén Pepe Ganga explica que en ésta, como en las navidades anteriores, hay un grupo de productos que nunca deja de venderse. “A los superhéroes los piden mucho, ahora a Batman un poco más debido a la última película. También las Barbies para las niñas, carros sencillos o de control remoto para los niños y juegos de armar son ideales para todas las edades”, dice Peñuela.

Tanto los gustos como los presupuestos varían según la situación, pero lo cierto es que para los pequeños un regalo es una de las mejores vías para desearles una feliz Navidad, y los padres, complacientes, seguramente harán sacrificios para ver a sus hijos contentos.

Por Redacción Vivir

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